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Luther King y Malcolm X: Dos visiones opuestas en la lucha contra el racismo en EEUU

The Rev. Martin Luther King, Jr., left, of the Southern Christian Leadership Conference, and Malcolm X, head of a new group known as Muslim Mosque, Inc., smile for photographers March 26, 1964, at the Capitol.  They shook hands after King announced plans for  "direct action" protests if Southern senators filibuster against the civil rights bill.  Malcolm X, who has broken with the Black Muslims, predicted another march on Washington if a filibuster against the civil rights drags on.  (AP Photo/Henry Griffin)
El reverendo Martin Luther King Jr., a la izquierda, y Malcolm X, a la derecha, sonríen ante la prensa el 26 de marzo de 1964, en el Capitolio. (AP Photo/Henry Griffin)

La lucha contra la segregación racial en Estados Unidos tuvo su momento estelar a mediados del siglo XX, cuando miles de negros levantaron su voz para reclamar sus derechos.

A la cabeza del movimiento por la igualdad se encontraban dos hombres carismáticos con posiciones opuestas sobre cómo conseguirla: Martin Luther King y Malcolm X.

La opción pacifista era liderada por Luther King, quien estudió teología y se convirtió en un reverendo baptista al igual que su padre y su abuelo.

Escuchó hablar sobre los métodos de protesta pacífica que Mahatma Gandhi había utilizado para alcanzar la independencia de India durante un seminario a comienzos de la década de 1950 y comenzó a idear cómo adaptar ese modelo contra el racismo.

Luther King inició su carrera como pastor en una iglesia baptista en Montgomery, estado de Alabama, en 1954. Y un año más tarde usó su poder de convencimiento para organizar un boicot de 381 días contra el sistema de autobuses públicos de su ciudad que lo hizo célebre. Sobre su táctica no violenta dijo: “Cristo nos mostró el camino, y Gandhi, en India, nos mostró que podia funcionar”.

La respuesta de las autoridades de Alabama al desafío de Luther King fue contundente: lo arrestaron, incendiaron su hogar y fue amenazado de muerte.

Años más tarde, viajó a la India para reunirse con los discípulos de Gandhi, quien fue asesinado por un fanático religioso después de vencer al Imperio Británico con las armas de la no violencia. “A otros países puedo ir como un turista, pero a India vengo como un peregrino”, dijo a la prensa el 10 de febrero de 1959 a su llegada en el aeropuerto de Nueva Delhi.

Su profunda convicción cristiana y los relatos sobre la liberación de India lo convencieron de que la resistencia pacífica era el único camino para construir una sociedad justa y plural en Estados Unidos.

"No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que el negro tenga garantizados sus derechos de ciudadano. Los remolinos de la revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que emerja el esplendoroso día de la justicia", profetizó Luther King en su discurso "Tengo un sueño", que pronunció ante una muchedumbre electrizada en la marcha por el trabajo y la libertad de Washington en 1963.

Sus métodos eran muy claros: el sueño de una sociedad igualitaria sólo podía construirse en paz. "No saciemos nuestra sed de libertad tomando de la copa de la amargura y el odio. Siempre debemos conducir nuestra lucha en el elevado plano de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas de la resistencia a la fuerza física con la fuerza del alma".

King fue atacado por la comunidad afroamericana a la que defendía, por negarse a excluir a los blancos en su ecuación de libertad.

No darás tu otra mejilla

Malcolm X también era un líder religioso y un activista, pero sus orígenes y experiencias vitales lo llevaron a asumir una posición extrema para poner fin a la supremacía del hombre blanco.

Su nombre real era Malcolm Little. El asesinato de su padre por defender los derechos de los trabajadores negros, cuando apenas era un niño de seis años, fue el inicio de una vida marcada por la persecución racial.

En la adolescencia se entregó a las drogas y al robo. A los 21 años, Malcolm ya estaba preso por hurto. En la cárcel encontró a dios y se incorporó a la Nación del Islam, un heterodoxo grupo islámico que abogaba por la supremacía negra y la creación de un estado independiente exclusivo para afroamericanos.

Durante esa transición dejó de usar el apellido de su padre y lo reemplazó por una X, porque consideraba que Little era un constante recordatorio de la esclavitud a la que habían sido sometidos todos sus antepasados.

Durante los once años que militó en la Nación del Islam ascendió hasta llegar a ser representante nacional y segundo en jerarquía después del fundador, Elijah Muhammad.

Malcolm fue un líder comprometido y tenaz que logró interpretar la rabia acumulada durante siglos de atropellos contra los negros. Creía que las agresiones debían ser repelidas con cualquier medio, incluso con la violencia. A diferencia de Luther King, no soñaba con un mundo donde cupieran todos. Su ideal era crear una nación aparte, donde no existiera la huella del hombre blanco.

En sus apasionados discursos atacaba las estructuras de poder estadounidenses y también a los negros que deseaban hacer las paces con los blancos, como Luther King.

“El hombre blanco le paga al reverendo Martin Luther King, subsidia al reverendo Martin Luther King, para que el reverendo Martin Luther King pueda continuar enseñando a los negros a ser indefensos. Eso es lo que significa la no violencia. Estar indefenso frente a una de las bestias más crueles jamás capturadas, que es el hombre blanco estadounidense".

Luther King nunca respondió a las acusaciones de Malcolm pero éste lo sorprendió al asistir a una discusión sobre el proyecto de Ley sobre los Derechos Civiles, realizada en el Senado en 1964. Esas consultas culminarían en la legislación que prohibió la discriminación por motivos raciales.

Ese fue el único encuentro que sostuvieron los dos líderes y duró tan solo un minuto. Pero una oportuna foto del apretón de manos entre Luther King y Malcolm X se convirtió en un símbolo de reconciliación para la comunidad afroamericana.

Malcolm X se separó de la Nación del Islam por su reprobación a la vida displicente de Elijah Muhammad y por diferencias con los activistas más radicales de la organización. Pero su búsqueda espiritual islámica continuó. Eso lo impulsó a viajar a La Meca en 1964, donde se convirtió al islamismo sunita, rama tradicionalista que congrega al 90 por ciento de los musulmanes del planeta.

A partir de esa nueva experiencia religiosa, Malcolm se alejó de sus ideas segregacionistas y se acercó a una postura parecida a la de King, en la que visualizaba un futuro de convivencia entre negros y blancos.

El fin a los 39

Las precarias condiciones de vida de la comunidad negra y desacertadas decisiones políticas de Washington, como la intervención de Estados Unidos en Vietnam, afilaron las críticas de Luther King hacia el poderío blanco, aunque nunca abandonó su convicción por la no violencia.

Malcolm pagó su transformación con su vida. Fue asesinado el 21 de febrero de 1965 por activistas de la Nación del Islam que rechazaron su nueva manera de luchar contra las injusticias.

Y King lamentó su muerte pero mantuvo su distancia ideológica al mencionarlo. “Creo que (Malcolm) jugó un papel al señalar el problema, atrayendo la atención sobre el tema, pero su gran problema fue su incapacidad de ofrecer una solución", dijo Luther King.

Tres años después, Luther King también murió asesinado por extremistas que se oponían a su lucha. La diferencia fue que eran radicales de piel blanca. Ambos murieron a los 39 años predicando la misma causa: la igualdad de los derechos de todos los ciudadanos estadounidenses.

“Malcolm representa el fuego, esa pelea del que se niega a permitir que otros definan lo que somos. King representa nuestro deseo de llevarnos bien con todos, incluyendo a los blancos “, dijo el historiador James H Cone para resumir el significado de las dos figuras fundamentales de la lucha racial estadounidense.

EL RACISMO EN LA HISTORIA DE EEUU