BRASILIA.- El presidente Luiz Inacio Lula da Silva nombró este jueves a Ricardo Lewandowski, un exjuez del Supremo Tribunal Federal (STF) de perfil “antilavajatista”, como su nuevo ministro de Justicia y Seguridad Pública, en un nuevo gesto hacia el máximo tribunal de Brasil.

Lewandowski, que se jubiló de la corte en abril del año pasado al cumplir 75 años, reemplazará a Flávio Dino con un asiento en el STF a partir de febrero próximo.

“Cuando nombro a una persona, lo hago por una relación de confianza”, dijo Lula este jueves, en un breve acto en el Palacio del Planalto. Lula confirmó el nombramiento luego de una reunión con su nuevo ministro y el saliente, quienes lo acompañaron posteriormente durante el anuncio y se retiraron sin dar declaraciones.

El exmagistrado, que con su voto en 2021 contribuyó a la liberación de Lula de la cárcel, ocupó un cargo en la máxima corte de Brasil entre 2006 y 2023, nombrado por el presidente de Brasil durante su primer mandato (2003-2006).

“Es un día muy feliz para mí. Estoy delante de un compañero que está prestando un servicio extraordinario al país [por Dino]. Y feliz porque tengo a mi lado un compañero [Lewandowski] que fue un extraordinario ministro de la Corte”, dijo el presidente y líder del Partido de los Trabajadores (PT), que aseguró que el nuevo titular de Justicia tendrá libertad de acción para montar su equipo ministerial.

“Gana el Ministerio de Justicia, gana la Corte y gana el pueblo brasileño con esta dupla”, agregó. El nuevo ministro asumirá el cargo el 1 de febrero.

Cuestionamientos

Entre críticos del gobierno, la decisión de poner al exjuez supremo al frente de Justicia generó cuestionamientos.

Lula y Lewandowski mantienen una relación de amistad desde la década de 1970. Se conocieron cuando Lula tenía 28 años.

El exjuez se graduó en ciencias políticas en 1971 y dos años más tarde se formó en derecho en la facultad de São Bernardo do Campo, donde el presidente de Brasil construyó su carrera como sindicalista.

Años más tarde, al frente de la Corte, Lewandowski condujo el juzgamiento del impeachment de la expresidente Dilma Rousseff en agosto de 2016, con una polémica maniobra que partió el juicio en dos y permitió la manutención de los derechos políticos de Rousseff tras perder el cargo de mandataria.

Durante su trayectoria en el STF, Lewandowski, un juez de perfil considerado garantista, profirió varias decisiones sensibles vinculadas a la mega investigación anticorrupción Lava Jato.

En abril de 2021, protagonizó un cruce con el actual presidente de la Corte, Luís Roberto Barroso, durante un juicio relacionado al Lava Jato. El flamante ministro de Justicia de Lula criticaba la ilegalidad de los métodos empleados por fiscales y el juez a cargo de la operación, Sergio Moro, y citó los mensajes filtrados ilegalmente por un hacker.

Además, contribuyó con su voto para la libertad de Lula, preso por corrupción entre el 7 de abril de 2018 y el 8 de noviembre de 2019, cuando el máximo tribunal falló por seis votos a cinco que un reo sólo puede ser preso cuando se agoten todos los recursos, inclusive teniendo una condena confirmada por un tribunal revisor.

En abril de 2021, en tanto, votó por la anulación de todas las condenas contra Lula, en una victoria que le devolvió al expresidente los derechos políticos y permitió el retorno a la política electoral para que derrotara a Jair Bolsonaro en octubre de 2022.

“Lewandowski ya fue juez nombrado por Lula, un aliado antiguo, y va a ser ahora subordinado a un Ejecutivo con el que tuvo relaciones muy próximas en episodios importantes, como el impeachment de Dilma. Hay una complicación desde el punto de vista de quien valora una separación de poderes. Se ve una postura de ‘puerta giratoria’”, dijo a LA NACION Leandro Consentino, politólogo del instituto Insper de San Pablo.

La llegada del exmagistrado de la corte a la explanada de los ministerios marca, al mismo tiempo, un nuevo guiño de Lula con el máximo tribunal, luego de las nominaciones de Dino como juez y de Paulo Gonet como titular de la Procuraduría General de la República, dos nombres del paladar de los magistrados más influyentes.

El presidente de Brasil se aproximó en 2023 al STF como una forma de compensar dificultades en el Congreso. La corte tiende a adoptar un protagonismo mayor ante divergencias con el legislativo, como el análisis de la constitucionalidad de una ley que limita la homologación de tierras indígenas y el fin de la exención impositiva a más de una decena de sectores de la economía.

“El juego político está cada vez más judicializado. La indicación pavimenta un camino de aproximación con la Corte”, dijo Consentino.

El nuevo ministro promete adoptar un perfil más discreto en Justicia que Dino, que protagonizó embates con el bolsonarismo, especialmente por las investigaciones del asalto a Brasilia el 8 de enero de 2023.

Por último, Lewandowski asumirá una cartera que engloba seguridad, con el desafío de conducir el área de seguridad pública, una de las peor evaluadas del gobierno, en medio de un empoderamiento de bandas narco y milicias que ha llevado a un incremento de la criminalidad en estados como Río de Janeiro y Bahía.

No se trata apenas de un dato, sino una preocupación palpable por los brasileños: un sondeo de la consultora Quaest el mes pasado mostró que el 83% percibe que las facciones criminales han cobrado fuerza en el país.