Lula habló de ampliar el gasto social y se terminó su luna de miel con los mercados

El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva
El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva - Créditos: @CARL DE SOUZA

BRASILIA.- La efímera luna de miel de los mercados con el presidente electo de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, parece haber terminado luego que los inversores mostraron preocupación ante su deseo de impulsar el gasto social sin haber fijado todavía reglas fiscales a largo plazo ni designar a los responsables de la política económica.

La moneda brasileña y el índice bursátil de referencia, el Bovespa, habían subido la semana pasada tras la victoria electoral de Lula, al disiparse los temores de volatilidad política en la mayor economía de América Latina.

Pero una frase del jueves de Lula ante los parlamentarios puso fin a ese entusiasmo: “¿Por qué se hace sufrir a la gente para garantizar esta estabilidad fiscal en este país?”, se preguntó el presidente electo.

Ese comentario junto con la falta de claridad sobre sus principales nombramientos ministeriales, llevaron a una dura reevaluación del futuro gobierno.

Las acciones brasileñas están entre las de mejor desempeño del mundo este año. En la foto, el piso de la BM&F Bovespa en São Paulo.
El piso de Bovespa en San Pablo.

El real y el índice de la Bolsa de Valores de San Pablo (Bovespa) cayeron más de un 3% y 4%, respectivamente, el jueves, y los inversores reclamaron que Lula restablezca reglas firmes para las finanzas públicas después de los grandes desembolsos del actual presidente Jair Bolsonaro durante la pandemia y la temporada electoral.

Sin embargo, el equipo de transición del mandatario electo, afirmó este viernes que la Bolsa paulista volvió a operar con “normalidad” este viernes luego de la fuerte baja. “Hoy todos los indicadores financieros y el dólar volvieron a la normalidad , creo que fue un movimiento especulativo, algo muy malo para el país”, declaró Gleisi Hoffmann, coordinadora del equipo de transición y titular del PT.

Lula había cuestionado la prioridad dada a algunas variables macroeconómicas, incluyendo un techo de gasto constitucional que ha sido eximido repetidamente con Bolsonaro.

“¿Por qué se habla del techo de gasto, pero no de las cuestiones sociales?”, preguntó. “¿Por qué tenemos un objetivo de inflación, pero no un objetivo de crecimiento?”

Advertencia del Banco Central

Esas declaraciones merecieron este viernes también una advertencia del jefe del Banco Central, Roberto Campos Neto -que estará en el cargo hasta diciembre de 2024-, quien defendió enfáticamente la necesidad de un equilibrio fiscal.

Roberto Campos Neto
Roberto Campos Neto

En un evento organizado por el grupo CFA Society Brasil, Campos Neto dijo que el país debe estar atento a los problemas sociales pero también al equilibrio fiscal, “de lo contrario, regresaremos a un mundo de incertidumbre”.

El funcionario destacó que la dinámica positiva que se observa en el margen para la inflación brasileña debe confirmarse y dependerá de la definición del ancla fiscal del país en el futuro.

Proyectos del gobierno electo

El equipo de Lula negocia en el Congreso un espacio en el presupuesto de 2023 para cumplir compromisos sociales asumidos en campaña, en particular, mantener ayudas de 600 reales (unos 113 dólares) y aumentar el salario mínimo por encima de la inflación.

En ambos casos, debe romper la regla fiscal que impone la ley.

Antes de las declaraciones de Lula, los mercados ya miraban con preocupación el anuncio de que cuatro economistas alineados con el izquierdista Partido de los Trabajadores se encargarán de las cuestiones presupuestarias como parte del equipo de transición de Lula, entre ellos el exministro de Finanzas Guido Mantega.

Mantega simboliza un periodo de descontrol fiscal, durante el gobierno de Dilma, con déficits y crecimiento de deuda”, explicó Paula Magalhaes, economista jefe de la consultora AC Pastore y Asociados.

Lula habló de la necesidad de aumentar el gasto social. (AP Photo/Bruna Prado)
Lula habló de la necesidad de aumentar el gasto social. (AP Photo/Bruna Prado) - Créditos: @Bruna Prado

La reacción negativa a los comentarios de Lula y a su equipo de transición es el último ejemplo de la respuesta inmediata y contundente de los inversores a las propuestas económicas de los gobiernos nacientes -como ocurrió en Gran Bretaña con el efímero gobierno de Liz Truss-, en un contexto mundial de alta inflación, débil crecimiento y bajo deseo de riesgo.

“No sé si hubo un momento Liz Truss para Brasil (el jueves), pero fue una clara demostración de la sensibilidad de los mercados con el tema fiscal”, dijo Campos Neto.

Lula aún no ha designado a su ministro de Economía y dijo que sólo consideraría la elección de su gabinete después de regresar de la cumbre climática COP27 en Egipto la próxima semana

Sus asesores ya están discutiendo con los parlamentarios cómo abrir un espacio para más gastos fuera del techo de gasto, incluyendo una posible enmienda constitucional.

“Las señales indican que el espíritu de la (propuesta de enmienda) está muy orientado a un nuevo gasto público. Por ahora, no parece haber un plan sobre la procedencia de esos recursos y cuáles serán los ajustes a largo plazo”, escribió Dan Kawa, director de inversiones de TAG Investimentos, en una nota a clientes. “Las señales son terribles”, agregó.