Lula defiende junto a Xi la diplomacia para poner fin al conflicto en Ucrania

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (der.) recibe a su homólogo chino Xi Jinping, en Brasilia, el miércoles 20 de noviembre de 2024.

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva abogó el miércoles por priorizar la diplomacia para poner fin al conflicto en Ucrania, durante una visita de su homólogo chino Xi Jinping a Brasilia, que puso en evidencia la buena sintonía entre ambos líderes del sur global.

“En un mundo asolado por conflictos armados y tensiones geopolíticas, China y Brasil colocan la paz, la diplomacia y el diálogo en primer lugar”, dijo el mandatario junto a Xi, tras recibirlo en su palacio residencial de la Alvorada.

La propuesta de ambos países “para una resolución política” en Ucrania es “ejemplo de la convergencia de visiones en materia de seguridad internacional”, añadió el izquierdista.

Ambos gobiernos presentaron este año una propuesta de paz para la guerra entre Rusia y Ucrania. El presidente ruso Vladimir Putin, estrecho aliado de Xi, la consideró “equilibrada”, pero recibió el rechazo del mandatario ucraniano Volodimir Zelenski. El plan tampoco obtuvo eco en Estados Unidos ni Europa.

Xi fue recibido con pompa por Lula y la primera dama brasileña ‘Janja’ da Silva sobre la alfombra roja en la Alvorada, ante un despliegue de soldados en uniformes de gala.

Ambos líderes, cuyos países integran los BRICS, como Rusia, ya se habían encontrado esta semana en la cumbre del G20 en Rio de Janeiro.

“Estamos en el mejor momento”

Las relaciones entre “China y Brasil están en el mejor momento de la historia”, dijo Xi, según la agencia estatal de noticias Xinhua.

Con $160,000 millones en intercambio bilateral en 2023, China es el mayor socio comercial de Brasil, pero la potencia agrícola suramericana busca diversificar sus exportaciones con productos brasileños de mayor valor agregado.

Ambos gobiernos firmaron más de 35 acuerdos bilaterales en áreas como comercio, telecomunicaciones, agricultura, industria e infraestructura.

Uno de ellos contempla la posible entrada en el mercado brasileño de la empresa china de satélites SpaceSail, competidora de Starlink del multimillonario estadounidense Elon Musk, que provee internet en zonas remotas del país.

Musk ha tenido muchos problemas con la justicia en Brasil: su red social X fue prohibida este año durante 40 días por no acatar órdenes referentes a la desinformación.

Llenar el vacío

El regreso del republicano Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, que promete una vuelta al proteccionismo económico, podría estrechar más los vínculos de Pekín con países de la región.

“Xi Jinping busca claramente llenar el vacío tras la elección de Trump, que no valora el multilateralismo”, dijo Oliver Stuenkel, profesor de Relaciones Internacionales de la Fundación Getulio Vargas.

Antes del viaje de Xi se barajó la posibilidad de que Brasil firmara su ingreso a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, un programa chino de infraestructura y cooperación internacional lanzado en 2013, como parte de su estrategia de acrecentar su influencia global.

Sin embargo, no hubo ningún acuerdo en ese sentido.

Proverbio chino

Natalia Molano, portavoz en español del Departamento de Estado, dijo a la AFP que Washington alienta a Brasil a “evaluar con ojos abiertos los riesgos y beneficios de un acercamiento con China”.

“Como dice un proverbio chino: quien usa unos zapatos es el único que sabe si realmente le van bien esos zapatos”, dijo en respuesta una fuente diplomática china.

“China y América Latina y el Caribe son los que tienen la última palabra sobre el desarrollo de su vínculo”, agregó.