El Louvre y Versailles mantuvieron afluencia en 2024 a pesar de los Juegos Olímpicos

Vista del atardecer desde la icónica pirámide del Museo Louvre en París, el 28 de agosto de 2024.

El museo del Louvre mantuvo casi sin variaciones su afluencia de público en 2024, con 8.7 millones de visitantes, a pesar de una disminución durante el verano debido a la celebración de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en París, según cifras publicadas el lunes por la institución.

El museo más grande del mundo “mantiene (...) su afluencia al nivel de 2023”, con 8.7 millones de visitantes (8.9 millones en 2023), “en el contexto muy particular de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024”, señaló el Louvre en un comunicado transmitido a la AFP.

En julio y agosto, meses que coincidieron parcialmente con los Juegos de París, el museo recibió a 1.3 millones de visitantes, lo que representa una disminución del 14% en comparación con el mismo período en 2023. El Louvre tuvo que cerrar sus puertas el 25 y 26 de julio, coincidiendo con la ceremonia de apertura de los Juegos.

Sin embargo, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos “brindaron al Louvre una visibilidad mundial”, especialmente en exteriores, “debido a la instalación de la llama olímpica en las Tullerías, que tuvo un gran éxito popular”, destacó el museo, que también resaltó “buenos resultados durante todo el otoño”.

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En 2024, el Louvre recibió al 77% de visitantes extranjeros, entre ellos un 13% de estadounidenses y numerosos europeos (5% de Italia, Reino Unido y Alemania, 4% de España).

“Los visitantes chinos (6%, frente al 2.4% anterior) están comenzando a regresar de manera notable”, subrayó el museo.

Cabe mencionar que el 28% de los visitantes disfrutaron de la entrada gratuita al museo, que aumentó sus tarifas hace justo un año (22 euros para la entrada general).

Igualmente, el palacio de Versailles, en las afueras de París, experimentó una “caída temporal” de visitantes durante el periodo olímpico, pero a finales de año registró “cifras ligeramente superiores a las de 2023 y un alza de 2% respecto a 2019” antes de la epidemia de covid-19. En total recibió 8.4 millones de visitantes (+5%).

Otros museos populares entre los turistas, como Orsay y la Orangerie, recibieron 4.9 millones de visitantes en 2024, frente a los 5.07 millones del año anterior, según un comunicado del establecimiento público.

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La afluencia global “solo disminuyó un 3% en comparación con 2023, un año récord en visitas. Es un aumento de más del 15% en comparación con 2022”, agregó el comunicado.

“La asistencia durante el verano disminuyó durante los JOP (-26% en el museo de Orsay en comparación con 2023, -22% en el museo de la Orangerie)“, destacó la institución, señalando, no obstante, que “el público recibido (...) durante este período era más joven de lo habitual”.

Cierra un parque marino por una ley que prohíbe los espectáculos con orcas

El parque marino Marineland de Antibes, en el sureste de Francia, cerró definitivamente el domingo debido a una caída de asistencia y a una ley que prohíbe los espectáculos con cetáceos, dejando un futuro incierto para las dos últimas orcas en cautividad del país y decenas de empleados.

Tras más de 50 años de existencia, una multitud acudió al último día de actividad del parque, con el espectáculo final de sus orcas Wikie y Keijo.

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La asistencia de público descendió considerablemente en los últimos años, pasando de 1.2 millones anuales en su apogeo, cuando era la atracción emblemática de la Costa Azul, a solo 425,000 en la última década.

Según el parque, de propiedad del grupo español Parques Reunidos, el 90% de sus visitantes acudía a sus espectáculos de orcas y delfines.

Muchos visitantes y empleados expresaron su consternación por el cierre.

“Entiendo que cierre por la baja asistencia, pero estoy desolado porque podría haber evolucionado de otra manera”, lamenta Jérémy Lo Vasco, de 34 años, cuidador desde hace 10 años en este parque que se presentaba como el primer zoológico marino de Europa y que empleaba a 103 trabajadores fijos y a unos 500 temporales.

“Tenemos el corazón en pedazos”, declaró Salomé Mathis, una joven cuidadora que acudió a despedirse de sus excompañeros del parque marino.

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Las dos orcas del parque enfrentan también un futuro incierto.

Defensores de los animales expresaron su repulsa a los planes de Marineland de trasladar a los dos cetáceos a Japón, una medida a la que también se opusieron las autoridades francesas debido a las leyes niponas más laxas en materia de bienestar animal.

Tampoco está claro el futuro de otros 4,000 animales de 150 especies diferentes, incluido delfines, leones marinos, tortugas y peces.

Lo Vasco habla de un “efecto bola de nieve”, con inundaciones en 2015, el estreno del documental “Blackfish” que denuncia la cautividad de los cetáceos y la pandemia de covid-19.

El golpe definitivo lo asestó una ley aprobada el 30 de noviembre de 2021, que prohíbe los espectáculos con orcas o delfines a partir de finales de 2026.

Estos hechos llevaron a Parques Reunidos a anunciar su cierre definitivo, manteniendo únicamente las actividades recreativas durante la temporada estival.

El cierre de Marineland pone fin a una historia que comenzó cuando el conde Roland Paulze d’Ivoy de La Poype -héroe de la Segunda Guerra Mundial- inauguró este complejo enteramente dedicado a la fauna marina, basándose en lo que había visto en Estados Unidos.