Lotus Village, un refugio para desamparados en Miami, se prepara para una ambiciosa expansión

Lotus House comenzó como la misión personal de una mujer de rescatar a mujeres que no tenían otro lugar adónde ir. En 2006 solo había 34 camas en un decrépito edificio de apartamentos en Overtown, que la fundadora Constance Collins compró y renovó con su propio dinero.

No parecía ni funcionaba como un refugio para personas sin hogar. Para las personas que llegaban a la puerta desesperadas, asustadas y hambrientas, se sentía como un hogar.

Desde entonces, Lotus House se ha convertido en Lotus Village, un complejo de cinco plantas en NW 15 Street con 500 camas para mujeres y niños. Ahora, ella y la organización sin ánimo de lucro Lotus Endowment Fund han anunciado planes para otra expansión con la construcción de una nueva Children’s VIllage, de cinco plantas, centrada en la educación y la salud mental. Su objetivo es recaudar $20 millones para construirla.

La filosofía revolucionaria de Collins no ha cambiado; siempre ha estado comprometida con un objetivo audaz: la eliminación del desamparo.

En Lotus Village, a quienes buscan refugio se les llama huéspedes, porque aquí no hay desamparados, sino personas que no tienen techo por un contratiempo temporal.

Aquí nadie duerme en el suelo. Hay una sala familiar, una sala de juegos, un parque infantil y una biblioteca llena de libros y computadoras. Hay una sala de meditación, yoga y danza, junto al jardín zen. Hay un laboratorio de arte y actividades para pintar, hacer manualidades y cerámica. Las paredes y los espacios están adornados con obras de arte y esculturas de talla mundial, donadas por un destacado coleccionista. Hay una granja hidropónica donde los niños y sus madres cosechan las verduras, hierbas y lechuga que se usan en la cocina, que sirve 365,000 comidas al año.

Todo esto hace que Lotus Village sea diferente, pero también lo hace esta medida de éxito aún más crítica: Collins cita una impresionante tasa de salida del 80%. De las 9,000 personas que se han alojado en Lotus Village, 7,200 han abandonado el sistema de refugio y han conseguido un hogar propio.

Jackie Roth, al centro, directora de innovaciones y desarrollo de programas en Lotus Village, prueba un nabo cultivado dentro de la granja hidropónica con dos jóvenes jardineros.
Jackie Roth, al centro, directora de innovaciones y desarrollo de programas en Lotus Village, prueba un nabo cultivado dentro de la granja hidropónica con dos jóvenes jardineros.

Dado el impacto en tantas vidas y en la comunidad circundante, Collins ha adoptado un objetivo aún más audaz: la prevención de la falta de vivienda.

La mayoría de los adultos sin hogar sufrieron episodios de falta de un hogar cuando eran niños, de acuerdo con las investigaciones. Collins quiere romper ese ciclo intergeneracional: cree que puede detenerse si los niños reciben el apoyo terapéutico y educativo que necesitan para superar el trauma y el estrés que han sufrido.

“Podemos cambiar el rumbo de sus vidas en la etapa más formativa”, dijo Collins. “Estamos invirtiendo en su futuro y en el futuro de Miami”.

Children’s Village llenará un vacío en la atención continua de Lotus Village, para niños de 3 a 18 años, desde preescolar hasta el instituto. Collins se dio cuenta durante la pandemia, cuando muchos niños no asistían a la escuela en persona sino que eran educados en casa en Lotus, de que Lotus no estaba equipado para atender las necesidades de los niños más allá de la guardería. Lotus necesitaba más espacio, más programas y más personal. Children’s Village será el siguiente paso en la evolución de la Lotus House original.

Un cambio de carrera que las amistades llamaron una locura

Todo empezó hace 15 años, cuando Collins, de 63 años, dejó una lucrativa carrera como ejecutiva de una empresa de inversión inmobiliaria y abogada para comprar un edificio en ruinas en Overtown. Sus amistades la llamaron loca. Eligió el nombre de Lotus y el lema “En donde florece la esperanza”, porque se inspiró en el espíritu de esperanza que florecía en sus huéspedes a pesar de sus circunstancias desesperadas.

“Nuestra misión es curar, fortalecer y elevar”, dijo Collins, voluntaria a tiempo completo. “Estas mujeres y niños han sufrido un terror y unas privaciones inimaginables y han luchado por sobrevivir como miembros invisibles de nuestra sociedad”.

“Les estamos dando los recursos y la compasión que necesitan en una comunidad segura y compartida para reconstruir sus vidas y recuperar sus aspiraciones”.

Constance Collins, a la izquierda, fundadora de Lotus Village, y Georgette Madison en el interior de la granja hidropónica de la villa. Madison, antigua habitante en el refugio, ahora trabaja como directora de servicios para huéspedes.
Constance Collins, a la izquierda, fundadora de Lotus Village, y Georgette Madison en el interior de la granja hidropónica de la villa. Madison, antigua habitante en el refugio, ahora trabaja como directora de servicios para huéspedes.

Lotus Village, que abrió sus puertas en 2018, es el mayor refugio del país dedicado a mujeres y niños. En su interior, el ambiente es acogedor y el diseño nada institucional: hay una zona de serenidad, una clínica de salud y un centro de bienestar con aulas de guardería y oficinas de terapia, un estudio de grabación, en donde los niños hicieron un video de “Lávate las manos”, que se hizo viral durante las primeras semanas de la pandemia; y el salón Healing Hands, “donde, al salir de la calle todos pueden volver a sentirse humano”, dijo la estilista Scarlett E. Miller, quien imparte clases del cuidado de la piel, el cabello y las uñas.

Hay un armario de ropa y artículos para bebés. Lotus Village gasta 100,000 pañales al año. Hay muchos cochecitos en los pasillos.

“¿Cómo estás?”, dijo una madre saludando a otra con gemelos.

“Bendecida”, dijo ella.

En la granja, situada dentro de un contenedor de carga, los niños aprenden técnicas de jardinería.

“¿Esto es ciencia?”, dijo un niño de primer grado, plantando semillas con pinzas.

“Sí, esto es ciencia”, dijo Jackie Roth, directora de Innovación y Desarrollo de Programas, explicando cómo crece la arrúgula.

Más de medio millón de personas sin hogar en el país

En una noche cualquiera, la población de personas sin hogar en Estados Unidos es de unos 580,000, según el último censo completo hecho por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD). Los cálculos varían en función de la metodología, pero otro recuento realizado por National Homelessness Law Center indica que 3.5 millones de estadounidenses se quedan sin hogar todos los años. El 70% de los estadounidenses sin hogar son individuos y el 30% son personas que viven en familias con niños.

En Miami-Dade, alrededor de 3,355 personas están sin hogar, según el censo de Homeless Trust en el condado el 19 de agosto de 2021.

La crisis de la vivienda asequible —Miami superó a Nueva York este año como el mercado más caro para inquilinos o compradores en relación con los ingresos—, así como el aumento de la violencia doméstica durante la pandemia, impulsaron más que nunca el número de personas que buscan asistencia en Lotus Village, dijo Collins. En 2021, la aldea brindó refugio a 1,550 personas. Hasta el primer tercio de 2022, ha llegado a 800.

“La falta de hogar es un problema intratable si nos convencemos de que es un problema intratable y carecemos de la voluntad de resolverlo”, dijo. “Lo que no es eficaz es aferrarse a los estereotipos, luego darle a los que menos tienen y culparlos cuando no funciona. Hemos creado una norma de atención que realmente funciona”.

Se necesita tiempo para reconstruir vidas

Lo que funciona en Lotus Village es el tiempo: la estancia promedio es de seis meses; algunos huéspedes se quedan hasta un año. Muchos albergues con escasez crónica de camas funcionan como puertas giratorias. Según el HUD, 60% de las personas se quedan menos de un mes y 33% menos de una semana.

“No se puede curar con prisas, no se puede curar poniendo una curita en una herida profunda”, dijo Collins. “No puedes tratar a los niños como si fueran una bolsa de viaje. hace falta un santuario, tu propia cama, tiempo para reflexionar. Piensa en la pérdida de tu hogar. ¿Cómo empiezas a recuperarte? Es complicado”.

La exposición repetida a traumas —violencia, abusos sexuales, negligencia, adicción, delincuencia, acoso escolar, separación de los padres, muerte de un familiar, amigo o vecino, falta de hogar— tiene un efecto acumulativo que agota la capacidad de recuperación, y 75% de los niños no pueden superarlos sin terapia, dijo Paulo Graziano, profesor de Psicología de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), quien ha hecho estudios pioneros en Lotus Village. Los traumas no resueltos pueden dar lugar a trastornos cognitivos, enfermedades mentales, abuso de sustancias, relaciones disfuncionales y comportamientos violentos.

“Es más fácil construir a un niño fuerte que reparar a un adulto roto”, dijo Georgette Madison, de 35 años, ex beneficiaria de Lotus House. De niña se quedó sin hogar con sus hermanos en el Pequeño Haití, colándose en una escuela por la noche para dormir y comiendo de los contenedores. Volvió a ser una persona sin hogar cuando ya era adulta. Después de huir de la violencia doméstica con su hija de 6 años, consiguió reconstruir su vidas en Lotus, donde ahora trabaja como directora de servicios para huéspedes.

“Los niños necesitan procesar el dolor, el miedo y la vergüenza para no cargar con la rabia y la frustración que pueden destrozarlos para siempre”, dijo Madison. “Imagínese que un niño siempre vea que golpean a su mamá. Nuestros hijos tienen que navegar por este mundo con autoestima y confianza en sí mismo sin sentir que tienen que esconderse o luchar”.

Una niña se coloca una flor comestible en el pelo durante una visita a la granja hidropónica de Lotus Village, en el vecindario de Overtown, Miami.
Una niña se coloca una flor comestible en el pelo durante una visita a la granja hidropónica de Lotus Village, en el vecindario de Overtown, Miami.

Madison alabó las sesiones de terapia que ella y su hija Alana Johnson tuvieron en Lotus y las clases particulares que recibió su hija. Mostró una foto de la boleta de calificaciones de su hija, con un 10, que tiene en su teléfono.

“Recuerdo mi infancia fuera de control, la incertidumbre de un día para otro”, dijo. “Los niños necesitan rutina y estabilidad para prosperar”.

Sharonee Delevante llegó a Lotus Village “embarazada y huyendo de una peligrosa situación de violencia doméstica”. Hoy, ella y su hijo de 3 años, Jonathan Jackson Jr., viven en La Pequeña Habana y ella es la directora de operaciones de Village.

“No fue mi primera experiencia en un refugio. No hay nada como Lotus por ahí”, dijo. “Necesitaba mucho a Lotus y me recibieron con los brazos abiertos. Me dieron todo lo que necesitaba para mi bebé y luego pude ponerlo en la guardería para poder conseguir un trabajo”.

Se compró el terreno para Children’s Village

Lotus Endowment Fund, del que Collins es presidenta, compró por $3.5 millones cinco parcelas situadas una cuadra al sur de NW 14 Terrace, donde se construirá Children’s Village, de 75,000 pies cuadrados, para colaborar con otras organizaciones comunitarias y atender no solo a los huéspedes de Lotus Village, sino también a los niños del vecindario circundante. Está en progreso una campaña para recaudar $20 millones.

El edificio —que contará con pantallas digitales exteriores en las que se proyectarán fotos de niños— tendrá salas de formación profesional para complementar la capacitación que se imparte en Lotus Village, así como en su tienda de segunda mano de NW 7 Avenue para personas que quieran trabajar en el sector minorista, culinario, barista, hotelero, cuidado de niños y seguridad.

Representación de la planeada Children's Village de cinco plantas, una extensión de Lotus Village en Overtown que se centrará en la educación, el enriquecimiento, la terapia y el asesoramiento de los niños. (Behar Font).
Representación de la planeada Children's Village de cinco plantas, una extensión de Lotus Village en Overtown que se centrará en la educación, el enriquecimiento, la terapia y el asesoramiento de los niños. (Behar Font).

Habrá salas para la atención extraescolar, la tarea, tutorías, arte, música, escritura creativa e informática. Un parque infantil exterior mucho más grande. Habrá oficinas para agencias de servicios sociales, enfermeras y lo que Collins dice que es el mayor equipo de terapeutas infantiles y familiares del país: 18 profesionales formados para atender las necesidades de las personas sin hogar.

La terapia es el núcleo de la estrategia de curación de Lotus. Cuando Collins descubrió que no se había hecho ninguna investigación sustancial acerca de lo que ella llama la “población olvidada” de los niños sin hogar, le pidió al profesor Graziano de FIU que usara Lotus Village como laboratorio en tiempo real para estudiar qué tratamientos son más eficaces.

“Queremos que los niños vuelvan a jugar y no se preocupen por si van a comer, dónde van a dormir, si mamá está a salvo de cualquier daño”, dijo Collins. “Un día en la admisión, un niño pequeño estaba tomando la mano de su madre y ella estaba llorando. Me dijo: ‘Por favor, dele a mi madre una cama esta noche’”.

Estudios pioneros en Lotus House

Graziano, director de Center for Children and Families de FIU y experto en intervención temprana, lleva cinco años trabajando con Lotus. Dirigió el primer y mayor ensayo en un refugio que evaluaba dos programas de crianza, con 144 niños de entre 18 meses y 5 años.

Su segundo estudio, en el que participaron 321 niños a partir de 6 años, consistió en 10 semanas de enseñanza de habilidades que redujeron sustancialmente los síntomas del trastorno de estrés postraumático, como insomnio, pesadillas, irritabilidad, tristeza y nerviosismo.

Isabella Dell'Oca, al centro, directora de Lotus Village, observa el trabajo de un joven artista durante una clase dentro del laboratorio de arte y actividades.
Isabella Dell'Oca, al centro, directora de Lotus Village, observa el trabajo de un joven artista durante una clase dentro del laboratorio de arte y actividades.

En Lotus, Graziano detectó problemas graves de comportamiento en 38% de los niños (falta de cooperación, disrupción, impulsividad, berrinches, golpes, mordiscos, lanzamiento de juguetes) y retrasos en el desarrollo en 35% de los niños (habla, control de esfínteres, uso de la cuchara, irse a dormir). Ambas tasas son cuatro veces superiores a las de la población normal.

“Sabemos que si a los 3 años no se tratan estos problemas de comportamiento, afectan la preparación para la escuela y nos irá tan bien en clase, no seguirán las reglas, serán un problema para los maestros, tendrán una actitud negativa hacia la escuela y se establecerá una trayectoria descendente de problemas académicos para el segundo grado”, dijo. “Así que trabajamos la autorregulación, su capacidad para controlar las emociones y el comportamiento, para escuchar y concentrarse y aprender”.

“Los traumas son más difíciles de tratar, porque el deterioro empeora a medida que crecen, pero a veces no están preparados para procesarlos hasta que son adolescentes”.

Graziano también enseña habilidades de crianza a las madres de Lotus que pueden haber tenido una infancia difícil.

“Sus puntos de referencia no son positivos, así que queremos revertir esos hábitos y mostrarles un camino diferente”, dijo. “Si los padres les pegan, los niños son agresivos. Si los padres son negativos, los niños también”.

Darwin López, de dos años, al centro, y su madre, Teresa López, de 19, juegan juntos durante la terapia de interacción entre padres e hijos en Lotus Village.
Darwin López, de dos años, al centro, y su madre, Teresa López, de 19, juegan juntos durante la terapia de interacción entre padres e hijos en Lotus Village.

En una reciente sesión interactiva en Lotus, una terapeuta guió a Teresa López, de 19 años, mientras jugaba con su hijo Darwin, de 2 años. La animó a describirle cómo iban a construir juntos una torre de bloques, a decir su nombre, a hablar de los colores, a darle refuerzos positivos. Darwin, retraído al principio, no tardó en construir junto a su madre. Sonreían y se abrazaban.

Graziano y Collins quieren aplicar y compartir lo que han aprendido. Ahora que tienen datos concretos, pueden adaptar el tratamiento y la programación para que sean más eficaces. Graziano se está preparando para emprender otro estudio en Lotus Village, en donde —a diferencia de otros albergues en los que ha preguntado y ha sido rechazado— la participación de los huéspedes es obligatoria.

Collins ha organizado la Red Nacional de Refugios para Mujeres y está elaborando una base de datos en la que piensa difundir las conclusiones de Graziano. El objetivo de la red es intercambiar ideas y encontrar soluciones.

“Lotus Village se ha convertido en el principal modelo nacional que muestra las mejores prácticas que otros refugios ven como ejemplo”, dijo John Sumberg, abogado de Miami y vicepresidente de la junta de Lotus que ha estado involucrado con Collins desde el primer día. “Lotus adoptó un enfoque holístico a largo plazo para nuestras personas más vulnerables, no un enfoque de centro de detención, y lo hemos hecho con una financiación innovadora en una ciudad sin grandes patrocinadores corporativos. Si Miami puede hacerlo, Los Ángeles y Nueva York pueden hacerlo”.

¿La ayuda puede costar menos?

Las ciudades y los estados citan el costo como el mayor obstáculo para eliminar el problema de las personas sin hogar. A menudo construyen más refugios de tipo cuartel —poco atractivos porque están abarrotados y son inseguros— en lugar de viviendas asequibles o de transición. La ciudad de Nueva York, donde hay 60,000 desamparados, gasta $2,000 millones al año; California, con 160,000 desamparados, gasta $5,000 millones; y el Homeless Trust de Miami-Dade tiene un presupuesto de $66 millones.

Un niño sostiene una semilla que está plantando en la granja hidropónica de Lotus Village. A una cuadra de distancia se proyecta una nueva construcción: Children's Village.
Un niño sostiene una semilla que está plantando en la granja hidropónica de Lotus Village. A una cuadra de distancia se proyecta una nueva construcción: Children's Village.

Collins quiere demostrar cómo pagarlo de forma más eficiente. Lotus Village, a través de su fundación, donaciones privadas y subvenciones del gobierno, se construyó con $25 millones y funciona con un presupuesto de $10 millones. Collins se ha convertido en una maestra de la recaudación de fondos, la redacción de solicitudes de subvención y la colaboración con otras organizaciones sin fines o de lucro. Ha convencido a empresas locales para que presten sus conocimientos y su mano de obra de forma gratuita.

Martin Margulies, urbanizador de proyectos de lujo y coleccionista de arte propietario de Margulies Collection de Wynwood, ha sido el mayor benefactor de Lotus, donando $47 millones, asesorando en todos los detalles de la construcción y aportando docenas de piezas de su colección para dar calidez a los edificios y despertar la creatividad. Vendió dos de sus preciadas esculturas en una subasta para ayudar a comprar y renovar el segundo edificio de apartamentos de Lotus House.

“Sabía que el dinero iba a parar al lugar adecuado. Es un lugar excepcional y se nota”, dijo Margulies, encantado de ver a jóvenes artistas trabajando en una sala que lleva su nombre. “Otras ciudades dicen que no saben qué hacer con las personas sin hogar de sus calles. Solo tienen que preguntarle a Constance. En este país tenemos suficiente dinero para resolver el problema de los desamparados. Necesitamos convicción y que nuestros políticos den un paso adelante”.

Invertir en Lotus House tiene sentido desde el punto de vista económico, dijo Collins.

“El costo para el gobierno y los contribuyentes de no proporcionar recursos a los que están luchando se paga de otras maneras: a través de facturas de hospital, del sistema judicial, del sistema escolar, de la Policía y de los bomberos”, dijo.

Hasta ahora, Children’s Village solo existe sobre el papel, pero Collins ya ha recaudado $1 millón.

Así que aunque Lotus se amplíe Collins, siempre visionaria, puede ver el día en el que estará vacía. O convertida en vivienda permanente.

“Es reconfortante y desgarrador estar en presencia de tantas mujeres y niños valientes”, dijo Collins.

“No podría haber imaginado un regalo mayor que estar al servicio de su curación y crecimiento. Cada día llego y estoy rodeada de amor. Puede parecer una locura, pero nunca se debe subestimar lo que se puede conseguir con el poder del amor”.