Los pájaros no engordan aunque coman más de la cuenta

Crédito: david tipling / Alamy Stock Photo
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¿Alguien recuerda haber visto un pájaro gordo? Incluso entre los que disponen de comederos creados por los humanos, ningún pájaro presenta sobrepeso u obesidad. Lo que ha sorprendido bastante a los científicos, que han encontrado una explicación: las aves son capaces de controlar cómo gastan la energía que obtienen, evitando engordar.

Suena bonito, pero en ciencias eso no es suficiente. Las afirmaciones hay que demostrarlas, y a eso se dedica un artículo reciente. Que lo primero que hace es eliminar la respuesta más obvia: no vemos pájaros gordos porque tienen menos posibilidades de sobrevivir.

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Un ave con sobrepeso sería una presa fácil para un depredador. Primero porque sería mucho más visible que otros, pero principalmente porque sería menos ágil para escapar de sus enemigos. Así que se trataría de la explicación más sencilla.

Salvo por un pequeño problema. Bajo esta idea, no veríamos pájaros obesos, pero sí aves con sobrepeso. E incluso llegaríamos a ver algún pájaro “gordo”, aunque sólo fuese por puro azar – que por una simple cuestión de suerte, consiguiese sobrevivir. Y sin embargo, no se ven.

Hay otras explicaciones, como procesos evolutivos – ya se encargaría la presión evolutiva de evitar el sobrepeso seleccionando a aquellas aves capaces de contenerse frente a la comida. Pero cuadra bastante bien con el resto de datos. Por ejemplo, que las aves que tienen a su disposición más comida gastan más energía.

Esto se ve muy claramente. Las aves que tienen a su alcance comederos creados por los humanos, que son en esencia buffets libres, dedican mucho más tiempo a cuestiones sencillas como cantar – porque hablamos principalmente de aves canoras –, limpiarse y acicalarse, y en general a moverse y comportarse de manera inquieta.

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Todos estos comportamientos suponen un gasto energético. Cuanto más se dedican las aves a estas acciones, más energía gastan. Y se ve claramente cómo dedican más tiempo a estas actividades cuando tienen a su alcance más comida. Así que por ese lado se explica que coman tanto como puedan, pero que se mantengan delgadas.

También modifican su metabolismo. Han podido comprobar que al tener a su alcance más alimento, las aves aumentan ligeramente su temperatura corporal. El cambio es pequeño, pero supone un incremento en el gasto energético, lo que sumado a lo anterior contribuye a su “dieta”.

¿Podemos los humanos aprender algo de todo esto? Bueno, la idea de que si aumentamos la ingesta de calorías debemos aumentar el gasto es obvio, y bien conocido. Pero falta un detalle más por explicar, que es lo que ya preparan los investigadores. Y consiste en ofrecerles a las aves una dieta equivalente al helado para los humanos, un alimento con un contenido calórico enorme y de fácil digestión. Si aún así consiguen mantenerse delgados, tal vez podamos aprender su secreto.