Los niños enfermos consideran que tienen mejor calidad de vida de lo que piensan sus padres

Por Will Boggs 24 sep (Reuters) - Los niños con enfermedades cardíacas congénitas piensan que tienen mejor calidad de vida que sus padres, según informa un equipo de Reino Unido. "Espero que esta revisión de la evidencia les demuestre a los profesionales de la salud que deberían estar evaluando la calidad de vida de los niños con enfermedades y que esas evaluaciones incluyan lo que los niños perciben de su calidad de vida en lugar de confiar en intermediarios", dijo por correo electrónico la doctora Judith Rankin, de Newcastle University, Newcastle. El equipo de Rankin resumió los resultados de 37 estudios sobre la calidad de vida autopercibida en menores de 12 años con una enfermedad congénita y examinó las coincidencias entre lo que percibían los niños y lo que percibían los padres, cuando la información estaba disponible. Independientemente de la enfermedad que tenían los niños o la escala clínica utilizada para evaluar la calidad de vida, los niños a menudo calificaban su calidad de vida de manera similar que los adultos (referencia), según publica el equipo en Pediatrics. La mayoría de los 21 estudios que habían obtenido la información de los padres y los niños reveló que la percepción infantil de la calidad de vida no coincidía con la percepción adulta; los padres tendían a subestimar la calidad de vida de sus hijos, en especial en dominios subjetivos, como la salud emocional y psicosocial. Los más pequeños tendían a autopercibir una mejor calidad de vida, aunque con diferencias significativas en el nivel de deterioro de acuerdo con el dominio entre los niños más pequeños y más grandes. Los pocos estudios sobre niños muy pequeños revelaron que los niños de cuatro años podían podían evaluar su calidad de vida con la ayuda de cuestionarios especialmente diseñados con escalas simplificadas o una entrevista. El doctor Carlos Carona, de la Universidad de Coimbra, Portugal, estudió la calidad de vida asociada con la salud en niños y adolescentes vulnerables. "Los resultados muestran que los informes de autopercepción y de la percepción de terceros de la calidad de vida de los niños con enfermedades crónicas son complementarios y no se reemplazan entre sí de manera efectiva" indicó por correo electrónico. "Las evaluaciones de la calidad de vida deben ser sensibles a cada edad (es decir, los niños de entre 5 y 7 años y los de entre 8 y 10 años enfrentan contextos y desafíos del proceso de desarrollo que son distintos)", agregó Carona, que no participó del estudio. La doctora Anne Klassen, de la Universidad McMaster, Hamilton, Ontario, Canadá, dijo: "Los padres no siempre son la fuente más confiable para evaluar la calidad de vida de sus hijos, de modo que tenemos que preguntarles a los niños". "La elección de la escala para evaluar la calidad de vida debe ser de acuerdo con lo que se va a investigar. Si las escalas no indagan lo que es importante para los niños, no ayudarán a evaluar lo que es relevante para ellos. El mejor test es aquel cuyo contenido es válido para el grupo a evaluar", agregó. FUENTE: Pediatrics, del 2014.