Los medicamentos para la tos y el resfrío son riesgosos

(Reuters Health) - Los médicos le dicen a los padres que mantengan las medicinas de sus hijos lejos de su alcance y lo hacen por un buen motivo, según un nuevo estudio. Los autores observaron que en la mayoría de los casos en que los fármacos para la tos y el resfrío enferman o provocan efectos adversos en los niños es por el consumo accidental o un error de dosis. Otros estudios habían señalado los mismos peligros con esos medicamentos, pero la nueva investigación aporta una mirada más integral de las enfermedades y los riesgos graves después de revisar los datos de los centros de control de las intoxicaciones, las autoridades regulatorias, la industria farmacéutica, la evidencia científica y los artículos periodísticos, según publica Pediatrics. "Ahora sabemos que esos fármacos son seguros cuando se utilizan como lo indica el médico, que las complicaciones son poco frecuentes y que, cuando ocurren, a menudo es después del consumo accidental o sin supervisión", dijo la autora principal, Judy Green, directora de investigación de la Agencia de Salud y Hospitales de Denver y del Centro de Intoxicaciones de Rocky Mountain. Su equipo analizó información de 3.251 casos notificados de enfermedad o efectos adversos asociados con los medicamentos para tratar la tos y el resfrío en niños. En el 67 por ciento, los niños habían ingerido el producto sin supervisión. Los menores de cuatro años eran la mayoría y el 17 por ciento tenía menos de dos años. Otro 13 por ciento era por errores con las dosis, lo que a menudo sucede cuando los padres se exceden con los medicamentos líquidos. Este tipo de errores eran más comunes en los niños más grandes, con un 45 por ciento de los casos entre los seis y 11 años. Nueve de cada 10 de estos casos de enfermedad o efectos adversos graves ocurrían en el hogar. La taquicardia era el efecto adverso más común, seguido de la somnolencia excesiva, las alucinaciones, los problemas de coordinación muscular, la dilatación de las pupilas, la agitación, el aumento de la presión y la confusión. Veinte casos murieron y la mayoría tenía menos de dos años. FUENTE: Pediatrics, online 4 de mayo del 2017