Los diabéticos que dejan de fumar tienen problemas para controlar el azúcar en sangre

Por Lisa Rapaport (Reuters Health) - Aunque el tabaquismo aumenta el riesgo de diabetes y la cesación tabáquica proporciona una gran cantidad de beneficios para la salud, los diabéticos que dejan de fumar tienen problemas pasajeros para controlar los síntomas. Un equipo de Reino Unido revisó las historias clínicas de 10.692 adultos con diabetes que fumaban y halló que la cesación tabáquica provocaba un aumento de los valores de glucosa en sangre que duraron tres años y nada tenía que ver con el aumento del peso. "Sabemos que el tabaquismo eleva el riesgo de desarrollar diabetes, de modo que cuando las personas dejan de fumar habría que esperar que todo mejore inmediatamente; aun así, hallamos que el control glucémico empeora levemente antes de mejorar", indicó por e-mail la autora principal, doctora Deborah Lycett, de la Facultad de Salud y Ciencias de la Vida de la Universidad de Coventry, Reino Unido. Cifras de la Organización Mundial de la Salud revelan que casi uno de cada 10 adultos tenía diabetes en el 2014 y que la enfermedad será la séptima causa de muerte en el 2030. La mayoría tiene diabetes tipo 2, que está asociada con la obesidad y el envejecimiento. Sin tratamiento, la diabetes genera daño nervioso, amputaciones, ceguera, cardiopatía y ACV. El equipo de Lycett revisó el efecto de la cesación tabáquica en los síntomas de la diabetes; lo hizo con el análisis de la hemoglobina A1c, una proteína de los glóbulos rojos que el azúcar recubre en el tiempo, lo que permite determinar el nivel promedio de azúcar en sangre de los dos o tres meses previos. Los diabéticos poseen valores de A1c promedio de por lo menos el 6,5 por ciento. El estudio incluyó más hombres que mujeres; la mayoría era blanco. Al inicio del período de observación, en el 2005, los participantes tenían alrededor de 62 años y convivían con la diabetes desde hacía seis años. Muchos utilizaban por lo menos un medicamento para reducir el azúcar en sangre. Participaron 3131 personas que dejaron de fumar por lo menos un año. Aun tras considerar factores como la edad, el género y el peso, se registró un 0,21 por ciento de aumento del valor de A1c durante ese año. Y en el largo plazo, los valores disminuyeron gradualmente. A los tres años, los diabéticos que habían dejado de fumar volvieron a tener niveles de glucosa en sangre que tenían los participantes que siguieron fumando. Aunque el equipo consideró el aumento de peso después de dejar de fumar, podría ser que el aumento inicial de la glucosa en sangre estuviera asociada con los kilos de más o los cambios alimentarios, según publica el equipo en Lancet Diabetes and Endocrinology. Folan recomendó que los fumadores con diabetes se concentren en mejorar la calidad de la dieta y hacer ejercicio antes de dejar de fumar para minimizar el riesgo de que aumenten los valores de azúcar en sangre. Luego, según dijo, podrían utilizar fármacos para controlar la abstinencia de la nicotina y la glucosa en sangre al dejar de fumar. "Los beneficios de la cesación superan significativamente cualquier riesgo de que aumente la glucosa en sangre en el corto plazo", dijo el doctor James Stein, investigador especializado en enfermedades cardiovasculares de la Facultad de Medicina y Salud Pública de University of Wisconsin, Madison, y que no participó del estudio. "Los fumadores que abandonan el cigarrillo tienen que evitar los factores de riesgo que afectan el control de la glucosa, como son el aumento de peso, la alimentación rica en azúcar y carbohidratos, y hacer ejercicio." FUENTE: Lancet Diabetes and Endocrinology, online 29 de abril del 2015.