Los beneficiarios de Medicaid tienen la presión mejor controlada

Por Kathryn Doyle (Reuters Health) - La población de bajos ingresos que utiliza Medicaid conoce mejor su estado de salud y tiene algunas condiciones crónicas, como la hipertensión, más controladas que las personas sin esa cobertura. La ley de reforma del sistema de salud de Estados Unidos se diseñó para ampliar la cobertura a todos sus ciudadanos y coincidió con la expansión de Medicaid a la población de bajos ingresos. Pero 20 estados, incluidos Alabama, Florida y Texas, aún no aplicaron ese beneficio, lo que permite que la población con altos ingresos califique para utilizar Medicaid con muy poco a cambio para el sistema de cobertura estadual o federal. Un estudio previo de Oregon, donde la población sin cobertura hacía unas cinco consultas médicas por año, demostró que los servicios de Medicaid mejoraban la salud mental, pero no física. El nuevo estudio incluyó áreas más rurales del país, donde las consultas no son tan frecuentes y halló que la salud física de los beneficiarios de Medicaid también mejoraba. "En el estudio de Oregon, la gente sin cobertura tenía cinco contactos anuales con un médico de atención primaria", dijo la autora principal, doctora Andrea Christopher, de la Facultad de Medicina de Harvard. "Eso es muy distinto a lo que vi como médica de la atención primaria en Boise, Idaho, cuando ese estado optó por no ampliar la cobertura". Comentó que Portland posee una red de seguridad más robusta que otras zonas del país. Su equipo utilizó los resultados de las Encuestas Nacionales de Nutrición y Salud del período 1999-2012 para comparar información de casi 3000 adultos con ingresos por debajo de la línea de pobreza y sin cobertura, con unos 1500 adultos con los mismos ingresos, pero con cobertura de Medicaid. Estos últimos eran más propensos a hacer una consulta médica por año, además de conocer y controlar mejor su presión elevada que el grupo sin cobertura. Lo mismo ocurría con el sobrepeso, según publica el equipo en American Journal of Public Health. "Los usuarios de Medicaid están en mejor estado", dijo el doctor Benjamin D. Sommers, de la Escuela de Salud Pública de Harvard y del Hospital de Brigham y las Mujeres, Boston, quien no participó del estudio. Lo que el equipo no halló fue una relación entre la cobertura y el control de la diabetes o el colesterol elevado. "Mientras que la hipertensión es relativamente fácil de controlar, la diabetes es mucho más complicada", dijo Christopher. Señaló que las personas diabéticas con bajos ingresos tampoco acceden a alimentos saludables o gimnasios. "Medicaid tiene algunas limitaciones en su capacidad de mejorar el acceso a la atención, incluidos los reembolsos a los profesionales, y algunos médicos no aceptan a sus pacientes", indicó. FUENTE: The American Journal of Public Health, online 12 de noviembre del 2015.