¿Fin del look de cuarentena? Volvieron las peluquerías y los centros estéticos en la ciudad

Reapertura de peluquerías y salones de estética

Durante estos meses de aislamiento social obligatorio, los porteños adoptaron un "look de cuarentena" que, a menudo, lo compartían en sus redes sociales. El común denominador era la ropa de entrecasa -indumentaria cómoda e informal- y el pelo cada vez más largo. Claro, todas las peluquerías y centros de estética estaban cerrados y muchos no se animaron a cederle el rol de peluquero a sus convivientes. Por eso, hoy, hombres y mujeres reservaron un turno, se colocaron el barbijo y salieron dispuestos a emprolijar su aspecto, que, muchos, dejaron de lado hace más de 130 días.

Son las 11 y el centro Verte Bien Dermoestetica, en Villa del Parque, vuelve a abrir. Julieta Lupi es la dueña del lugar. Recibe a LA NACION envuelta en un traje gris que la cubre de pies a cabeza. También lleva máscara de protección y guantes de látex.

El salón de estética Verte Bien Dermoestetica, en Villa del Parque

"Tuvimos muy buena respuesta de los clientes, todo el mundo está desesperado por volver a hacerse tratamientos, sobre todo aquellos vinculados al cuidado de la piel. Hay muchos que tienen sarpullidos o se les irrita la piel por usar el barbijo. Pero, además, cualquier cambio en el estilo de vida se nota en la piel. Le pregunté a los clientes qué tratamiento querían que incluyera en el Hot sale, pensé que iban a pedir depilación definitiva, pero ganó por lejos el cuidado de la piel", dice Lupi, que es cosmiatra.

El salón de Verte Bien Dermoestetica, en Villa del Parque

Si bien antes de la cuarentena se podía reservar turnos online, hoy ella tomó el control para poder espaciar correctamente el tiempo entre clientes, que varía según el tratamiento y ahora se sumó el proceso de desinfección una vez que la persona se va. De los cuatro boxes que solían utilizar, ahora solo dos están disponibles. A las camillas las cubrió con una tela plástica a la que le rocía alcohol. También eliminaron el café de cortesía y las revistas de la sala de espera. Está permitido que abran desde las 11 hasta las 21.

El salón de estética Verte Bien Dermoestetica, en Villa del Parque

"Fueron meses difíciles. Por suerte pudimos empezar a hacer consultas sobre el cuidado de la piel a través de internet. La gente se reenganchó, tanto mujeres como hombres. Les pedíamos fotos, videos y los productos que venían usando y, en base a eso, los aconsejábamos. Gracias a las consultas online pude cubrir, al menos, los costos fijos, pero hoy estamos muy contentas de volver a abrir", agrega Lupi, que espera a su primera clienta a las 11.30.

Hernán Vallejo es el dueño de la peluquería que lleva su nombre, en Arenales 1628. Dice que pudo volver a abrir gracias a que durante estos meses hizo malabares. "Las cuentas nunca dejaron de llegar, pero nosotros no podíamos abrir. Fue difícil", señala.

Con máscara, barbijo y el entusiasmo renovado, Vallejo atiende a sus dos primeras clientas. Una de ellas está inmóvil mientras le lavan el pelo en una de las piletas y mantiene las manos bien abiertas y en el aire para que, mientras tanto, se le seque el esmalte de las uñas.

El estilista Hernán Vallejo, que hoy volvió a abrir las puertas de su peluquería

A unos metros de ahí, está Valeria, otra clienta que no perdió el tiempo y fue una de las primeras en entrar al local. Desde marzo que no se corta el pelo. No se animó a delegarle el trabajo que hace Vallejo a su marido o a sus hijos. "En casa los hombres se cortaron el pelo con la maquinita, pero yo no. Lo dejé crecer. Ya extrañaba poder venir acá, ya era momento de volver".

La peluquería de Hernán Vallejo, sobre Arenales 1628

A unas cuadras de ahí, sobre Marcelo T de Alvear 1471 está el local de la peluquería Cerini, una de las cadenas más importantes de Buenos Aires. Ellos volverán a abrir el próximo sábado, y usarán esto días para organizar el gran caudal de clientes que están ansiosos por regresar.

"Estamos dándole prioridad a los clientes que durante este tiempo compraron los vouchers por adelantado", señala Claudio Cerini. Su cadena de peluquerías cuenta con siete locales y una barbería, para los que tiene un plantel de casi 800 empleados. Con esa estructura, volver a la actividad era fundamental para poder sostenerse, aunque aún muchas sedes van a estar inactivos, porque están dentro de los shoppings, que permanecen cerrados.

La cadena de peluquerías Cerini hizo una gran inversión en elementos de protección

"Desde el primer día tomé la decisión de bancar la estructura con capital propio. Después fueron apareciendo las ayudas del Estado. Después de tantos años en el mercado, el equipo de trabajo no es negociable. Estamos muy contentos de volver a la actividad, aunque, por supuesto, la capacidad de los locales va a estar muy limitada en comparación a lo que era antes. Hicimos una gran inversión en elementos de protección y contratamos un asesoramiento privado del Hospital Alemán. Queremos que los clientes se sientan muy cuidados", agrega Cerini.

El local de Cerini, sobre Marcelo T de Alvear, abrirá el sábado

Sobre Migueletes 1219, está el centro de estética Giulia. Rosa Albarracín dirige el lugar hace más de 10 años. El local es pequeño, pero tiene una clientela fiel que no tardó en pedirle todo tipo de tratamientos ni bien las autoridades anunciaron el regreso de la actividad. "Si no hubiera sido por el apoyo de mi familia, no habría podido sostener el local. Tuve que pagar todo el alquiler estos meses, sin poder abrir ni un día", indica Albarracín.

El centro de estética Giulia

Ella, al igual que el resto, debió comprar con su dinero todos los elementos que indica el protocolo. Entre el termómetro digital, las mamparas, las máscaras y los productos descartables gastó más de 20.000 pesos.

El centro de estética Giulia, sobre Migueletes 1219, tiene una clientela fiel hace más de 10 años.

Pero ahora es momento de mirar hacia adelante, y por eso recibe sonriente a Rocío Tiscornia, su primera clienta. "Yo soy arquitecta, soy muy estética, el aspecto es muy importante en mi vida. Como uno está más bajoneado durante la cuarentena, es importante estar bien. Por eso, estos meses yo me arreglé el pelo y las uñas, me doy maña, pero prefiero que eso lo hagan los que saben de verdad, como Rosa", dice mientras le hacen las manos, mampara de por medio.