Londres endurece el sistema de visas para los migrantes

Londres

LONDRES.- El gobierno británico anunció ayer un nuevo sistema inmigratorio, que regirá desde el 1º de enero próximo y a partir del cual podrá restringir la concesión de visas a trabajadores no calificados, como también a aquellos que no hablen inglés.

"Tenemos que cambiar el enfoque de nuestra economía para dejar de depender de la mano de obra barata de Europa y concentrarnos en la inversión en tecnología y automatización. Los empresarios tendrán que adaptarse", sostuvo Downing Street en un documento que expone su nueva política migratoria, tras la salida del país de la Unión Europea (UE), el 31 del mes pasado.

El esquema estará basado en puntos que se asignarán en función de las habilidades y calificaciones específicas de cada solicitante, como también de su profesión y su nivel de ingresos. Asimismo, solo se otorgarán visas de trabajo a los aspirantes que obtengan los requerimientos equivalentes a un mínimo de 70 unidades, según informó el Ministerio del Interior en un comunicado.

De esta forma, la reforma priorizará a los profesionales de sectores con carencia ocupacional en el Reino Unido y exigirá como requisito que cuenten con ofertas de trabajo por un mínimo de 25.000 libras esterlinas anuales. Por otro lado, permitirá que un número reducido de trabajadores altamente calificados -académicos y científicos, como también chefs, músicos y bailarines clásicos- puedan instalarse en el país antes de conseguir empleo.

Por contrapartida, el nuevo esquema prohibirá el ingreso de trabajadores autónomos no calificados, como por ejemplo los plomeros y albañiles de países de Europa del Este miembros de la UE. Cabe recordar que cuando se concrete la ruptura definitiva de Gran Bretaña con el bloque, luego del período de transición, los ciudadanos europeos perderán sus derechos de libre circulación en el territorio británico.

El primer ministro Boris Johnson dijo en Twitter que el nuevo sistema de puntos "dará la bienvenida a los mejores y más brillantes de todo el mundo mientras mantenemos el control de nuestras fronteras".

Impacto económico

Según The Guardian, los representantes de distintas industrias, como el sector agrícola y el de los servicios, expresaron su preocupación tras el anuncio, al argumentar que el nuevo sistema provocará una escasez de mano de obra. El medio afirma que "líderes de la industria" acusaron al gobierno conservador de poner en riesgo la economía con el nuevo esquema, que podría tener "consecuencias desastrosas", que incluyen la pérdida de empleo y el cierre de fábricas y comercios urbanos.

La ministra del Interior, Priti Patel, sugirió en cambio que las empresas deberán ayudar a los trabajadores británicos a "mejorar sus habilidades y volverlas más relevantes" en el mercado laboral. "Tenemos más de 8,45 millones de personas en el Reino Unido de entre 16 y 64 años que están económicamente inactivas", razonó la funcionaria.

Pero según The Economist, solo 1,4 millones de esas personas dicen que quieren trabajar, dado que la mayoría de ellas son estudiantes, jubilados, enfermos o realizan tareas domésticas.

Además, Gran Bretaña cuenta actualmente con una tasa de desempleo de tan solo el 3,8% y con 800.000 puestos de trabajo vacantes, por lo que frenar el flujo de migrantes europeos de niveles de calificación más bajos podría ocasionarles complicaciones a las empresas y atentar contra la estabilidad en la que se encuentra el mercado laboral.

Críticas

La oposición al gobierno de Johnson cuestionó la estrategia al afirmar que el proyecto podría desalentar por completo la inmigración, a diferencia del modelo australiano en el que se inspiró.

El Partido Laborista criticó el plan migratorio, que calificó de "un desastre", y pidió garantizar excepciones al menos en sectores estratégicos, como la salud, donde numerosos enfermeros son extranjeros.

No obstante, su líder, Jeremy Corbyn, no se pronunció al respecto por el momento, aunque retuiteó un posteo de Twitter de un legislador de su bloque que criticaba el impacto que podría tener sobre el sistema de salud pública.

Otros sectores de la oposición acusaron al gobierno de xenofobia.

Por su parte, Nigel Farage, líder del Brexit Party y un ferviente crítico de la UE, celebró la medida en su cuenta de Twitter: "Este anuncio es un gran paso en la dirección correcta. Retomar el control es bueno, pero ejercer ese control debe ser la prioridad. La migración neta debe disminuir".

Agencias ANSA, Reuters y AFP