Logran que una madre transgénero amamante a su bebé

¿Eres de esos que alguna vez has llegado a preguntarte por qué los hombres tienen pezones? Bien, si fueras una mujer transgénero estarías encantado con el hecho de que la evolución no los haya hecho desaparecer de la anatomía masculina.

Desde Nueva York, concretamente desde el prestigioso Hospital Monte Sinaí, nos llega una noticia sorprendente, impactante y que a buen seguro causará controversia entre algunos lectores. ¿El motivo? Bien, pues la ciencia médica ha conseguido que durante seis semanas, una mujer de 30 años que nació siendo un varón, haya amamantado al hijo engendrado junto a su pareja. (Otra mujer que libremente decidió que no quería darle el pecho a su hijo).

Una mujer amamanta a su bebé durante la semana mundial de la lactancia materna, el 6 de agosto de 2014 en un hospital materno infantil de Ciudad de Guatemala (AFP/Archivos | JOHAN ORDONEZ)
Una mujer amamanta a su bebé durante la semana mundial de la lactancia materna, el 6 de agosto de 2014 en un hospital materno infantil de Ciudad de Guatemala (AFP/Archivos | JOHAN ORDONEZ)

Por lo que puedo leer, la doctora que supervisaba el proceso trató a la madre transgénero con hormonas que inducen la lactacion como la progesterona y el estradiol, así como con galactogogos (sustancias de las que se sabe que aumentan la producción de leche).

Curiosamente, el galactogogo empleado fue la domperidona, un fármaco contra las nauseas que tiene como efecto secundario aumentar la secreción de leche cuyo uso está prohibido en Estados Unidos, por lo que la sujeto protagonista del trabajo tuvo que adquirirla por sus propios medios en Canadá. Entre los pocos datos que se conocen de la madre transgénero (que no ha sido identificada) se sabe que no se sometió a cirugía correctora del sexo, ni a mamoplastias para aumentar el volumen del pecho.

Con estos medios, al cabo de tres meses de tratamiento la madre transgénero era capaz de producir unos 240 mililitros de leche al día. Al final del estudio, era capaz de producir una cantidad suficiente como para que la leche fuera el único sustento del bebé.

Teniendo en cuenta que numerosos estudios identifican la leche materna como la mejor y más completa foma de alimentación de los neonatos, esta noticia debería ser bienvenida en todas las parejas formadas por al menos una mujer transgénero que deseen disfrutar la experiencia de la paternidad. Existen trabajos que prueban que los niños que han lactado de forma natural poseen sistemas inmunológicos más fuertes, puntuan más alto en los test de inteligencia y podrían ser menos propensos a la obesidad que los bebés alimentados con fórmulas.

Aparentemente, los análisis realizados durante el proceso de lactancia a esta madre transgénero, mostraron en todo momento niveles hormonales dentro de los límites considerados normales, por lo que la leche se consideró segura.

Sin embargo la noticia, pese a ser saludada como un hito por las familias transgénero, también ha sido calificada de peligrosa o preocupante por parte de sectores tradicionalistas. No solo eso, algunas críticas llegan también desde el sector transgénero.

Maria Clifford, madre británica transgénero de 38 años, que ha alimentado a su hijo empleando nodrizas, cree que habría que realizar más estudios para determinar realmente si las hormonas y los galactogogos empleados para estimular la producción no producen daños en el lactante.

Esta es la primera vez en la historia de la literatura científica en que se realiza un trabajo sobre este asunto.

Las autoras del trabajo, publicado en Transgender Health, fueron la enfermera Zil Goldstein y la doctora Tamar Reisman, ambas trabajadoras del Centro Monte Sinai para la Medicina y Cirugía Transgénero.

Me enteré leyendo New York Times.