El Lobo gana, pero no devora. Kamaru Usman vende cara su derrota en la UFC 294 de Abu Dhabi

La victoria de Khamzat Chimaev sobre Kamaru Usman debió ser algo así como una fiesta enorme. Después de todo, el ex campeón de peso welter llegaba con solo 11 días de preparación, un campamento apresurado y tras dos derrotas frenta a Leon Edwards.

El sentimiento principal era que Chimaev pasaría por encima de Usman con relativa facilidad y por momento parecía que eso era posible, sobre todo en un primer asalto donde la sumisión estuvo rondando, pero el “Lobo de Chechenia’‘ tuvo que exigirse al máximo para vencer por decisión mayoritaria al veterano guerrero nigeriano.

Chimaev se impuso en sábado en la tarde a sman en el combate coestelar del UFC 294 celebrado en Abu Dhabi y con eso se aseguró una vía directa para enfrentar a Sean Strickland, el hombre que ostenta el cetro de oro en la categoría de las 185 libras.

“Soy un gran admirador de Usman”, afirmó Chimaev, quien en la entrevista al final de la pelea no se mostró con la arrogancia de otros momentos. “Tiene buenos entrenadores, un buen equipo. No he venido aquí por los títulos, [estoy aquí para] ganar dinero y ser feliz.”

El presidente de la UFC, Dana White, había declarado previamente que Chimaev contra Usman era un combate que definiría al primer retador de Strickland, quien de manera sorpresiva derrotó en Australia al gran favorito y entonces campeón Israel Adesanya.

Todavía muchos se preguntan cómo Usman logró sobrevivir a la avalancha de intentos de sumisión y ground and pound que Chimaev desató en el primer asalto, al punto que esa presión le valió una puntuación de 10-8 de parte de los tres jueces que calificaban el combate.

Pero lo cierto es que Usman, con su experiencia y garra, logró llegar al límite de la campana y luego Chimaev comentó a la prensa que creía haberse roto la mano derecha durante el asalto, lo cual le habría afectado al resto del combate, donde el africano demostró su capacidad y nivel.

Podría decirse que Usman mejoró mucho su defensa del derribo y obligó a que la pelea se mantuviera en striking para los dos siguientes asaltos, dando la impresión de que una sorpresa no sería algo descabellado, pero el nigeriano cometió un error al detenerse por un instante.

Muy cerca del final del tercer round, Chimaev consiguió un derribo que probablemente marcó la diferencia y el veredicto final de decisión mayoritaria a favor del checheno con dos jueces que ofrecieron boletas 29-27 a su favor y un tercero que vio el empate.

Como todos saben, en un principio Chimaev iba a enfrentarse a Paulo Costa, pero éste fue retirado de la cartelera tras someterse a una operación de codo a cuatro semanas del combate por una grave infección y ahí entró Usman en escena para salvar la velada.

Quién sabe lo que venga para la “Pesadilla Nigeriana’‘, pero queda claro que Chimaev enfrentará a Strickland en algún momento de la primera mitad del 2024 en lo que será la primera defensa de “Tarzán’‘ tras su sorpresivo triunfo sobre Adesanya.

“Yo estaba en un gimnasio de dos metros de ancho’‘, recordó Chimaev sobre su accidentada vida de refugiado de guerra primero en Suecia y ahora como residente de Abu Dhabi. “No tenía comida. Es una locura. Me encanta mi trabajo y hoy estoy feliz de tener dinero y comida para mi madre”.