Lo que aprendí sobre el polvo del Sahara en una Isla del Caribe

People watch the sunset while a cloud of Sahara dust hangs in the air in Havana on Wednesday, June 24, 2020. The massive cloud of dust is blanketing the Caribbean as it heads to the United States. (AP Photo / Ramon Espinosa)
Cubanos miraban el atardecer mientras una nube de polvo del Sahara pasaba sobre La Havana el miércoles 24 de junio de 2020. (AP Photo / Ramon Espinosa)

Hace 12 años me mudé a una isla en el Caribe con la idea de criar a mi familia en un ambiente natural, alejados de la contaminación de la gran ciudad. Pero cuando mi hija mayor presentó enfermedades constantes aprendí que ese idealizado aire insular estaba repleto de alergenos que inflamaban las vías respiratorias de mi bebé.

El primero en alertarme sobre esa calamidad fue el pediatra neumólogo Rodrigo Ordaz Verde, quien me explicó que el 10 por ciento de los niños de la Isla de Margarita y 13 por ciento de los niños de la Isla de Coche sufren de asma bronquial.

Los motivos son múltiples. Existe un factor hereditario entre los descendientes de muchas generaciones de neoespartanos que aumenta las probabilidades de padecer de las vías respiratorias. No era el caso de mi hija porque ni mi esposo ni yo tenemos ninguna vinculación genética con la región insular venezolana.

El desierto en el mar

Pero otro desencadenante de los males respiratorios eran las partículas del polvo del Sahara, que viajan unos 5.500 kilómetros desde África junto a las corrientes de aire que atraviesan el Océano Atlántico.

Gran parte de la polvareda pasa sobre la isla a unos 9 kilómetros sobre el nivel del mar. Se trata de diminutos fragmentos amarillentos o naranja que en vez de irritarnos los bronquios nos alegran el alma porque pintan de colores espectaculares el amanecer y el atardecer.

Pero las partículas más pesadas bajan hasta la superficie y pueden causar problemas respiratorios.

Ordaz dijo que el fenómeno del polvo del Sahara sucede todos los años pero la magnitud de las nubes de partículas del 2020 no tienen precedentes. La buena noticia para las islas del Caribe es que controlarán la formación de huracanes en el Atlántico. Se espera que esos fenómenos meteorológicos extremos ocurran con menos frecuencia e intensidad porque las masas de aire extremadamente seco y el polvo absorben la humedad indispensable para que nazcan las tormentas.

Lluvia ácida y otras especias

El pediatra recordó que los estudios de aire y calendario polínico de las islas venezolanas de Nueva Esparta se hicieron gracias a una colaboración de la Fundación del Asma del Estado Nueva Esparta (Fundasne), la Universidad de Múnich y el Departamento de Alergias del Marians Hospital en California. El protocolo de la investigación estuvo a cargo de Norman Sinclair, mientras que los médicos venezolanos adscritos a Fundasne se ocuparon de la recolección y análisis inicial de resultados.

El médico explicó que el polvo del Sahara actúa en las vías aéreas como el polen. Al entrar en contacto con los ojos y las vías respiratorias provoca la reacción defensiva del organismo, que libera sustancias químicas que producen los estornudos, el lagrimeo y la inflación de los tejidos.

En esa investigación no solo encontraron fragmentos del desierto africano. También identificaron polen de los pinos de Uveritos, una población del estado Monagas ubicada en tierra firme, a unos 300 kilómetros de distancia. Y para rematar el aire margariteño también estaba salpicado por lluvia ácida, que son precipitaciones con elevadas concentraciones de ácido sulfúrico y nítrico, proveniente de la refinería de Puerto La Cruz, en el estado Anzoátegui.

Todos esos factores, sumado a una comunidad de palomas que se mudó al techo de mi edificio, hicieron que mi hija Claudia pasara los primeros seis años de su vida enferma, en tratamiento médico permanente por su hiperreactividad bronquial, a pesar de vivir en una isla hermosa de aguas claras y clima tibio en el Caribe venezolano.

El equipo multinacional también descubrió varios hongos que no estaban clasificados y fueron donados a la Universidad de Aachen, en Koln, Alemania, donde se encuentra una de las colecciones de organismos micóticos más grandes del mundo.

En una conversación informal, uno de los científicos me reveló que uno de los hongos no clasificados fue encontrado en el colchón de una vivienda humilde en la isla de Cubagua. La humedad y el calor intenso dentro de los hogares insulares proporcionan un ambiente ideal para la proliferación de los hongos y las bacterias.

Fundasne generó recomendaciones para el manejo de las enfermedades respiratorias, que a principios de los 2000 logró bajar la tasa de niños asmáticos atendidos en las emergencias hospitalarias.

Si la polvareda llega a ti

Como el polvo genera refracción y reflejos de los rayos solares es imprescindible que proteger la piel y los ojos al sol, explicó el experto, quien invitó a los que estén expuestos al polvo del Sahara a olvidarse por los momentos de la ropa ligera.

La idea es que cubran su piel con vestimenta, protector solar y lentes oscuros.

Ordaz advirtió que en Nueva Esparta el Covid-19 aún representa una gran amenaza pero eso no significa que no debemos cuidarnos de otras enfermedades.

El lado positivo de usar las incómodas mascarillas para prevenir el coronavirus es que también nos librará de respirar las partículas de polvo del Sahara. "El uso del cubre bocas es suficiente para proteger la vía aérea".

Otro consejo es no descartar los tratamientos para los malestares crónicos y acudir al médico en caso de que presentes nuevos síntomas.