Llegan los meses más complejos: solo 102.316 argentinos tienen la vacunación completa contra el dengue

Las provincias impulsan campañas de vacunación destinadas a diferentes poblaciones objetivo
Las provincias impulsan campañas de vacunación destinadas a diferentes poblaciones objetivo - Créditos: @Marcelo Manera

CÓRDOBA.– Ya ingresando a los meses más complejos para el dengue, solo 102.316 argentinos tienen dos dosis de la vacuna, es decir, el esquema completo considerado “imprescindible” para evitar formas graves de la enfermedad. Según el Ministerio de Salud de la Nación, se aplicaron hasta el 25 de noviembre 514.029 dosis contra la infección en todo el país; 54% corresponde al sector público y 46%, al sector privado. De ese total, 411.713 son primeras dosis, mientras se inyectaron 102.316 segunda dosis, en igual cantidad de personas.

El stock de vacunas incluye las compradas por la Nación y enviadas a las provincias, así como las que las gobernaciones adquirieron por su cuenta. Cada jurisdicción estableció criterios propios de segmentos poblacionales a inmunizar. Además, está la oferta privada. Especialistas consultados evalúan que los Estados, que actualmente tienen dosis disponibles, reciben menos demanda que la esperada para atender. En cambio, en las farmacias de todo el país hay listas de espera. El único inmunizante disponible es Qdenda, del laboratorio japonés Takeda; se trata de dos dosis con un intervalo de 90 días.

En la temporada de dengue 2023-2024 (que se cuenta de agosto a agosto), la Argentina registró la epidemia de la enfermedad más grave de su historia, con 556.820 contagios y 404 muertes. Para evitar otro brote de magnitud, este año las provincias diseñaron estrategias de inmunización, con distintas prioridades: algunas se focalizan en la población de 15 a 39 años, otras en quienes tuvieron ya la infección y la cursaron con internación, mientras que otras comenzaron inmunizando a los equipos de salud. Por esta diferencia de criterios, no hay una estimación de población objetivo a vacunar y, por lo tanto, no se puede establecer un porcentaje de lo que ya se avanzó.

Desde el Ministerio de Salud de la Nación indicaron a este diario que distribuyeron 58.000 dosis a Córdoba, Catamarca, Misiones, Salta, Jujuy, Formosa, La Rioja, Santiago del Estero, Entre Ríos y Chaco. Estas provincias, en departamentos específicos, fueron “priorizadas” para “complementar” la estrategia que lleva adelante cada una. Los criterios seguidos incluyen indicadores epidemiológicos (incidencia acumulada de casos y proporción de casos graves, entre otros) y sociosanitarios (densidad poblacional).

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La distribución, precisaron, se realiza “de forma focalizada, progresiva y escalonada, basándose en el análisis de la situación de cada jurisdicción, el avance de metas semanales y el registro nominal de dosis aplicadas”. Salud enviará más sueros para completar los esquemas de vacunación.

Según los datos suministrados por la cartera sanitaria nacional, con 138.743 vacunas colocadas (41.832 personas con dos dosis) la ciudad de Buenos Aires es la jurisdicción que encabeza el ranking de inmunización en valores absolutos; le siguen la provincia de Buenos Aires con 97.026 (20.837 personas con esquema completo) y Tucumán (57.349, de las que 6439 son segundas dosis). Formosa, distrito que concentra 75% de los casos confirmados al 21 de noviembre, según el último Boletín Epidemiológico Nacional, suma 3565 dosis suministradas (63 esquemas completos).

En Córdoba, por ejemplo, donde se vacuna a los internados entre 15 y 59 años y a los equipos de salud, según datos del Ministerio de Salud provincial al 22 de noviembre habían recibido la primera dosis 44,2% (60% personal de salud y entre 35% y 38% expacientes). En la tabla difundida por la cartera sanitaria nacional, figura con un total de 37.382 dosis aplicadas, de las cuales 3707 son segundas.

En Salta, provincia en la que el dengue es endémico y que comenzó a inmunizar a fines de enero, se colocaron 33.846 dosis (28.962 primeras dosis y 4884 esquema completo), según información brindada por la gobernación. Al sistema público, se especificó, le corresponden 25.762 de ese total (23.241 primeras dosis y 2521 segundas). Los datos nacionales, que pueden tener algún atraso en la carga desde las jurisdicciones, le adjudican 24.868 primeras dosis y 4343 segundas.

Percepción de riesgo

Roberto Debbag, vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Vacunología, evalúa que en el sector privado de las zonas urbanas hay una “sobredemanda”, mientras que es menor entre quienes pueden acceder a la inmunización en el sector público. Coincide con ese diagnóstico el epidemiólogo Hugo Pizzi.

En diálogo con LA NACION, Debbag admite que no hay una sola respuesta sobre por qué no se registra tanta adherencia a los programas públicos: “La gente se vacuna, está comprobado, al percibir que hay más riesgo de enfermedad y complicaciones. En cambio, no lo hacen quienes piensan que el efecto adverso es peor que la enfermedad”.

El mosquito Aedes aegypti, transmisor del virus del dengue
El mosquito Aedes aegypti, transmisor del virus del dengue - Créditos: @Gza del Conicet

Precisa que en América Latina la menor vacunación se da en zonas de más pobreza y vulnerables. “No van a buscar la vacuna en forma activa”, dice. Entre los “indecisos”, el acercamiento a los vacunatorios ocurre cuando ven más riesgo de enfermarse. El experto señala que en Brasil la conducta es similar a la que se registra en la Argentina, la entrega pública “no fue tan numerosa y tuvo mucho que ver con que hace años que conviven con la enfermedad y no la visualizan como tal. En la Argentina también puede darse esa situación en el norte si no van a buscarlos a sus casas para vacunarlos”.

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Pizzi subraya que son “excepcionales las malas experiencias” por vacunación y que está comprobado que la relación “costo-beneficio es muy positiva, por lo que todos, desde los 4 a los 60 años deberían vacunarse”. Entiende que seguramente, a medida que empiece a crecer el número de casos, habrá más interesados en inmunizarse. “No hay que llegar a eso; ya estamos en un clima subtropical, no hay que aguardar a que veamos internaciones para ir a vacunarse”, repite.

Desde la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) indican que existen listas de espera en las farmacias; el stock a disposición de las distribuidoras resulta limitado en todo el país y no hay fecha de normalización. María Isabel Reinoso, extitular de la COFA, apunta a LA NACION que la demanda privada “se mantiene alta desde enero, cuando se aprobó” la vacuna.

“Cuando los Estados empezaron a comprar, se hizo todavía más difícil; ya van casi dos meses sin entregas. Hasta agosto había stock, pero ahora no y no sabemos cuándo se normalizará”, detalla. De hecho, hay personas que tienen la primera dosis y no pueden completar el esquema. Los especialistas advierten que para estar inmunizados se requieren las dos dosis, proceso que demanda 90 días; la protección de la primera es “parcial y transitoria”, según los estudios.

Sobre esta demanda en el sector privado, Debbag analiza que está movilizada porque “temen a la enfermedad; hay un fuerte concepto de que si se tuvo un episodio, con el segundo se puede morir. La emoción es fuerte, cuando en realidad la mortalidad en un primer evento es del 1% y en un segundo, de entre 1,8% y 2%”.

El infectólogo repasa las conductas que se registraron con la vacunación por Covid-19: “En agosto de 2020 cuando aparecen las primeras, el sentimiento era de alta confianza; después se acabó. Se generaron indecisos que no son antivacunas, sino que se mueven por la percepción del riesgo”.