La inesperada noticia de que la princesa de Gales, Kate Middleton, había sido sometida a una cirugía abdominal este martes generó desconcierto y preocupación en Reino Unido. Particularmente, el detalle de que estará internada entre 10 y 14 días y de que no retomará sus funciones públicas hasta después de Semana Santa despertó todo tipo de especulaciones sobre la gravedad de su condición, la cual no ha sido revelada.

Inmediatamente, los medios de comunicación y los usuarios en redes sociales comenzaron a buscar señales que alertaran sobre el estado de salud de la esposa del príncipe Guillermo.

La última aparición pública de la nuera de Carlos III, quien también se someterá a un “procedimiento correctivo” la semana próxima por agrandamiento de próstata, fue en Navidad en Sandringham, a localidad en el este de Inglaterra donde la familia real tiene una residencia.

Desde entonces, no ha habido noticias de Kate. La semana pasada el príncipe Guillermo se presentó solo en el Estadio Headingley en Leeds para entregar unos premios a las estrellas del rugby Rob Burrow y Kevin Sinfield, aunque no es inusual que acuda sin su esposa a este tipo de eventos.

Sin embargo, lo que si llamó la atención fue su ausencia en redes sociales el 9 de enero, el día de su cumpleaños. Aunque tradicionalmente la familia celebra esta fecha de manera privada, Kate normalmente publica un mensaje personal de agradecimiento a sus fans y familiares.

Este año, no hubo ningún comunicado. Los que si se pronunciaron ese día fueron los reyes Carlos y Camilla, quienes le dedicaron una publicación en Instagram que incluía una fotografía de la princesa de Gales del día de su coronación.

Además, Kate se ausentó de una reunión del Centro para la Primera Infancia de la Fundación Real a principios de este mes, como evidenciaron las fotos de la entidad. Tampoco publicó fotos del regreso a clases de sus tres hijos George, Charlotte y Louis.

El hospital exclusivo

De los pocos detalles que trascendieron sobre la reciente operación de la princesa fue el lugar del procedimiento médico y en el que permanecerás las próximas dos semanas: The London Clinic.

El hospital privado, el más grande de Londres, ubicado en Devonshire Place en el barrio residencial de Marylebone, ha sido un lugar de referencia para la Familia Real y la élite política y de Hollywood. Abrió sus puertas por primera vez en 1932 y allí se trataron anteriormente el príncipe Felipe y la princesa Margarita, la actriz Elizabeth Taylor y hasta el expresidente estadounidense John F. Kennedy.

Según su sitio web, el centro médico se especializa en cáncer, salud femenina, urología y ortopedia, entre otras cosas, aunque un vocero del palacio descartó el miércoles que la condición de Kate fuera cancerosa.

Todas las habitaciones cuentan con cama controlada electrónicamente por el paciente, baño propio, aire acondicionado, televisión y radio con mando a distancia, teléfono y sistema de llamada a enfermera. Además, incluye caja fuerte para objetos de valor y acceso a wifi. También dispone de una cafetería que abre todos los días de la semana con un “ambiente tranquilo para pacientes y visitantes, lejos del entorno hospitalario”.

Además, el exclusivo lugar ofrece un servicio personalizado para pacientes hospitalizados, que les ofrece ayuda para “organizar viajes y alojamiento, reservar recorridos, espectáculos teatrales y restaurantes”.

En la lista de servicios se incluyen reservas de vuelos comerciales y charters privados, así como boletos para eventos deportivos, recorridos de compras de lujo y reservas de hoteles para “facilitar su estadía y aprovechar al máximo su tiempo en Londres”.