Lionel Messi jugó 10 minutos en la paliza de Al-Nassr a Inter Miami... un golpe no tan imprevisible

"¿Qué puedo hacer yo?", parece preguntarse Leo Messi, con la goleada consumada: Al-Nassr 6 vs. Inter Miami 0, un amistoso pesado en Riad. - Créditos: @FAYEZ NURELDINE
"¿Qué puedo hacer yo?", parece preguntarse Leo Messi, con la goleada consumada: Al-Nassr 6 vs. Inter Miami 0, un amistoso pesado en Riad. - Créditos: @FAYEZ NURELDINE

Faltaban 7 minutos para el final del tiempo regular, más los seis agregados por Esther Staubli, árbitra suiza a la que se le fue las manos el espectáculo cuando unos y otros se entretenían a patadas. La juez debió expulsar a Nawaf Boushal, a Sergio Busquets y hasta a Luis Suárez. Queda como una anécdota. Lo que importa, lo que llama la atención, es la errática pretemporada de Inter Miami, el equipo de Lionel Messi dirigido por Gerardo Martino.

Casi se acababa el encuentro cuando Tata Martino, desorientado (también, durante buena parte de 2023, más allá de la conseguida Leagues Cup) y cabizbajo, pidió al crack universal que entrara y tocara la pelota durante unos minutos. Negocios son negocios. Con algunas aparentes molestias físicas, Leo entró, creó un par de fantasías y escuchó el pitazo final. Saludó como un caballero a los jugadores del Al-Nassr, el equipo de Cristiano sin Cristiano, que estaba en un palco, sonriente como un jeque árabe, ausente por una lesión. Se trataba de una paliza: 6 a 0. Y para el que no lo vio, una aclaración: pudo haber algunos goles más.

Compacto de Al-Nassr 6 vs. Inter Miami 0

No gana, y juega verdaderamente mal Inter Miami. Puede ser el desgaste, los kilómetros de pretemporada de un equipo que ya es una marca mundial del marketing. Amanece en un país, anochece en otro continente. No debe de ser nada fácil. Aun en ese contexto, a Messi no le cae bien perder ni a las bolitas, de las que habrá escuchado por sus padres. Lo fastidia la derrota en una partida de truco, en una final del mundo o en un amistoso de relativo valor: sus genes no la aceptan.

El problema es que hay caídas y derrotas. Ésta tiene un sabor amargo por donde se lo mire: la televisión mostró a pantalla partida su rostro compungido en el banco de suplentes y la dentadura reluciente del portugués en el palco con aire acondicionado. Lo que iba a ser una estación más de la batalla de todos los tiempos, sin ellos, se trató de otro asunto. El crack sin edad (cumplirá 39 este lunes) y el genio campeón del mundo (36) crearon la mejor sinfonía de opuestos de la historia reciente del fútbol, algo así como Federer vs. Nadal en el tenis. Y por más que haya un quizás futuro Djokovic dando vueltas (¿Haaland, Mbappé?), nada será igual. Leo vive en carne propia la contrariedad: debe de pensar que con este tránsito previo, en este equipo, en este contexto, alcanzar una hipotética cumbre de rendimiento en la Copa América de Estados Unidos entre junio y julio próximos se parece a una utopía. Irrealizable.

El ingreso de Messi, a falta de pocos minutos y con el resultado ya 0-6

Hay algo bueno: con Messi, todo (lo mágico) puede ocurrir.

A los 12 minutos, Inter Miami ya perdía por 3-0. Otávio (brasileño, ex de Inter, de su país, y de Porto, y ahora un talentoso perdido en Oriente), Talisca y Aymeric Laporte sellaron el partido. Lo del francés fue un homenaje al José Luis Chilavert de los años noventas: un zurdazo desde atrás de mitad de cancha que pasó por encima del arquero Drake Callender, que colaboró bastante en la goleada. Leo se agarraba la cabeza.

El golazo de Aymeric Laporte a lo Chilavert

Talisca, también brasileño, marcó otros dos tantos, incluido uno de penal. Y Mohammed Maran, el restante. Inter Miami pudo descontar en algún momento (un zurdazo tremendo de Suárez, que alcanzó a rozar David Ospina), pero fue un equipo misteriosamente frágil en todas las líneas. Jordi Alba, Sergio Busquets y Lucho Suárez resultaron una decepción, al igual que todos sus compañeros, muchos de ellos, promesas de diversos orígenes. Tomás Avilés, el argentino de 19 años (defensor, ex de Racing), tampoco hizo pie.

Era una moneda al aire el conjunto rosa antes de Messi, y lo es ahora, con mejores intérpretes, como el uruguayo, más allá de las lesiones de Facundo Farías y Benjamín Cremaschi. Consiguió el primer trofeo de su historia respaldado en los penales y en chispazos de Messi, y en poco, casi nada más. Ahora, el desgaste, el cambio de horario, de clima, de país y hasta de continente, deben de marear al más pintado. Y aun en esa situación, un 0-6 ante el equipo de Cristiano ha de ser traumático de digerir. Sobre todo para Leo.

Lenguaje corporal elocuente al cabo del 0-6 en el que actuaron Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba por Inter Miami.
Lenguaje corporal elocuente al cabo del 0-6 en el que actuaron Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba por Inter Miami. - Créditos: @FAYEZ NURELDINE

Este partido debió ser un nuevo capítulo, y quizás el último, de la legendaria rivalidad entre Messi y Ronaldo, estrellas de Barcelona y Real Madrid que acumulan 13 Balón de Oro entre ambos. El capitán albiceleste tuvo una presencia testimonial sobre el césped del Kingdom Arena, de Riad; Ronaldo se recupera de un problema de gemelos que arrastra desde hace algunos días. Su conjunto está segundo en la liga de Arabia Saudita, a 7 puntos de Al-Hilal.

Inter Miami sigue de gira, antes del debut oficial, frente a Real Salt Lake el 21 de febrero, en el comienzo de la Major League Soccer (MLS). Ya cayó por 4-3 este lunes en Riad contra Al-Hilal, y mantiene su descolorida imagen en una pretemporada en la que acumula tres reveses y un empate.

El sano Messi en el banco y el lesionado Cristiano en un palco; con el argentino se dio una situación extraña: en el anuncio de la alineación no figuraba ni entre los suplentes, pero después sí lo estuvo y hasta jugó.
El sano Messi en el banco y el lesionado Cristiano en un palco; con el argentino se dio una situación extraña: en el anuncio de la alineación no figuraba ni entre los suplentes, pero después sí lo estuvo y hasta jugó. - Créditos: @Captura TV

En un primer momento, Inter Miami difundió la formación inicial y los relevos, y Messi no figuraba ni en el banco de suplentes. Sin embargo, minutos después se modificó la publicación, una vez que ya se observaba al rosarino en la entrada en calor. Y terminó protagonizando esos pocos minutos finales, cuando la debacle era irreversible.

La Pulga, que el 24 de junio cumplirá 37 años, habrá recorrido cinco países y más de 37.000 kilómetros entre el 19 de enero y el 8 de febrero. El primer destino fue El Salvador, donde su equipo empató sin goles con el seleccionado local. Luego, en Texas, perdió a manos de Dallas por 1 a 0. El tercer destino fue Arabia Saudita, donde este jueves la pasó verdaderamente mal.

Messi con su amigo Luis Suárez; el uruguayo anduvo a las patadas y debió ser expulsado por la árbitra suiza.
Messi con su amigo Luis Suárez; el uruguayo anduvo a las patadas y debió ser expulsado por la árbitra suiza. - Créditos: @FAYEZ NURELDINE

Al término de la gira por Medio Oriente, Inter seguirá por Asia para jugar contra la selección de Hong Kong y Vissel Kobe de Japón, el domingo y el miércoles próximos, respectivamente. De regreso, Messi afrontará un partido con un condimento emotivo: se enfrentará con el club que lo vio dar sus primeros pasos en el fútbol, antes de que partiera hacia el Viejo Continente. Newell’s será su último adversario, el jueves 15.

Ahora mismo, toma un mayúsculo valor una antigua sentencia de Cristiano, lanzada en julio pasado. “La liga saudita es mejor que la MLS. Además, el fútbol de Europa perdió un montón de calidad. La única con valor es la Premier League. Están muy por delante de todas las demás ligas”. A juzgar por este pequeño capítulo de la historia, el portugués puede tener razón, al menos parcialmente. Más allá de los viajes, el desgaste y el cansancio de un equipo estadounidense que tiene caudillos más allá de los 35 años de edad.