La Liga y Cinco Estrellas compiten en unas europeas claves para el Gobierno

Roma, 21 may (EFE).- Los dos partidos del Gobierno italiano, el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga, medirán sus fuerzas en las elecciones europeas, cita clave para la estabilidad de la coalición y a la que llegan en una aparente crisis permanente.

Hoy el líder de la primera formación y vicepresidente del Gobierno, Luigi Di Maio, lanzó una pregunta directa a la Liga: "¿El domingo pedís el voto para las europeas o para abrir una crisis de Gobierno?".

Ha pasado casi un año desde que el Ejecutivo italiano echara a andar, el 1 de junio de 2018, pero el tono entre los dos socios ha cambiado considerablemente, más ahora que se encuentran inmersos en plena campaña para las elecciones al Parlamento Europeo.

Y es que todos los sondeos apuntan a que las tornas cambiarán el domingo, con la Liga de Matteo Salvini como primer partido nacional, con cerca del 32 % de los votos, el mismo porcentaje que obtuvo en las generales el M5S, que ahora se quedaría en un 20 %.

Así, la Liga y el M5S vienen arrastrado una fuerte confrontación en los últimos meses en temas como la inmigración, los puertos cerrados de Salvini, infraestructuras ferroviarias estratégicas o incluso el posicionamiento de Roma ante la crisis de Venezuela.

Estas divisiones se acrecentaron recientemente después de que el Cinco Estrellas lograra -y celebrara como mérito proprio- la expulsión del subsecretario para los Transportes, Armando Siri, estrecho colaborador de Salvini e investigado por corrupción.

Pero ahora, a cinco días de las europeas, esas divisiones han alcanzado un nivel álgido, hasta el punto de poner en duda la imparcialidad del primer ministro, Giuseppe Conte, figura que ambas formaciones consensuaron para representar su Gobierno.

El ataque llegó del subsecretario Giancarlo Giorgetti, hombre de confianza de Salvini, desde las páginas del diario "La Stampa": "No es una persona de garantía, es una expresión del Cinco Estrellas y está marcado por el sentido de pertenencia", recriminó.

Conte rápidamente respondió reconociendo que la dialéctica entre ambos partidos ha subido de temperatura con la campaña, pero denunció que poner en duda su imparcialidad "no es grave, sino gravísimo".

Y las divisiones volvieron a trascender la pasada noche en un Consejo de Ministros que debía aprobar un controvertido decreto con el que Salvini quiere multar a las ONG que salven a inmigrantes en el mar y que ha sido frenado por el jefe del Estado, Sergio Mattarella.

La mayoría de los analistas ya no dudan de que las elecciones europeas marcarán un punto de inflexión en la trayectoria y en la estabilidad de este Gobierno.

"La tensión está a la vista de todos (...). Veo difícil que sigan adelante tras las últimas polémicas, que han destruido todo vínculo de respeto y estima entre ellos, no hacen más que atacarse", explica a Efe el politólogo de la Universidad La Sapienza Oreste Massari.

Sin embargo, los dos partidos prometen que su intención es seguir gobernando juntos más allá de los resultados de las europeas, y el primer ministro defendió hoy que no existe "ninguna crisis".

Tal es así que Di Maio reunió a sus ministros hoy en el Templo de Adriano de Roma para lanzar lo que ha denominado como "fase dos" del Ejecutivo, como queriendo confirmar su voluntad de proseguir con el "Gobierno del Cambio" pese a las controversias cotidianas.

Y descartó posibles cambios en el gabinete tras los comicios del domingo: "Creo recordar que las elecciones europeas no modifican la composición del Parlamento", zanjó ante las preguntas de los medios.

Di Maio, eso sí, siguió dirigiendo ataques velados a Salvini, al recordar que los ministros del Cinco Estrellas han firmado "nueve de cada diez" iniciativas legislativas del Gobierno, y criticó a su socio por "reñir" cada día con alguien, desde el papa hasta la ONU.

Massari recuerda que con la coalición el M5S ha perdido una parte importante de su electorado, la más progresista que no perdona la alianza con Salvini, y sospecha que la formación populista esté jugando a la crisis para marcar una línea divisoria con su socio.

De la misma opinión es uno de los candidatos del Partido Demócrata (centroizquierda), Carlo Calenda, quien ha advertido de que los partidos en el Gobierno están protagonizando "un gran montaje".

"Auguro que un día después de las elecciones volverán a quererse como el primer día. Están actuando, comenzaron a reñir durante la campaña electoral, cuando caían las previsiones de voto del M5S", reprochó el también exministro.

Gonzalo Sánchez

(c) Agencia EFE