Lideresas afro reivindican la rebeldía de sus ancestras en un encuentro de mujeres en Bogotá

Bogotá, 25 jul (EFE).- "Si no fuera por la rebeldía de las mujeres afro en el mundo, el cauce de la historia de la humanidad se hubiera mantenido en la infamia", sentenció este martes la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, durante la apertura del Encuentro Internacional de Mujeres Afrodescendientes celebrado en Bogotá.

A este recuerdo y homenaje de la lucha de sus ancestras se sumaron, desde uno de los salones del centro de convenciones Ágora de la capital colombiana, cerca de una veintena de lideresas afro oriundas de Kenia, Brasil, EE.UU., Zimbabue y República Dominicana, entre otros puntos del globo, en aras de conmemorar el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, creando estrategias conjuntas que impulsen la justicia racial y de género.

"Esta conmemoración es importante para visibilizar la resistencia y la potencia transformadora de las mujeres afrodescendientes a lo largo de la historia", insistió Márquez minutos antes de reconocer, con un diploma conmemorativo, el esfuerzo por "expandir los horizontes de la libertad y la dignidad" a las "matronas" (lideresas) Zully Murillo, Ana Granja y Concepción Hernández.

Del mismo modo y, tras aseverar que "la Iglesia y la colonia" impusieron el lema de que "para poder ir al cielo hay que obedecer", la vicepresidenta recordó la importancia de "transgredir" aquel lenguaje colonial porque "obedecer puede ser peligroso" y porque "quien no lucha, no va al cielo".

LAS SEMILLAS DE LA SANGRE DERRAMADA

Entre los nombres de quienes perdieron la vida para que su lucha contra las cadenas fuera acallada resonó con fuerza el de Marielle Franco, concejala brasileña asesinada en 2018 y símbolo de lucha contra el racismo y la discriminación de género, y de la defensa de los derechos de la población LGTBI, entre otras banderas.

"Nosotras ya estamos haciendo política solamente estando vivas", aseguró la ministra de Igualdad Racial de Brasil y hermana de Marielle, Anielle Franco, quien manifestó que de su muerte nacieron muchas "semillas" de lucha, cuyas ideas son "a prueba de balas".

En relación a la violencia política y presencia en instancias políticas de mujeres trans en Brasil, uno de los países más letales para la población LGTBI, la diputada federal y una de las primeras legisladoras trans de la nación suramericana, Erika Hilton, lamentó que el 90 % de ellas se dedican a la prostitución y apeló a la necesidad de poner en marcha políticas de inserción laboral y amparo para quienes están en situación de calle.

No obstante, reivindicó como una muestra de los progresos alcanzados en el país el hecho de estar sentada, en el evento, como mujer negra y trans junto a la ministra Franco.

ESTAR EN LOS ESPACIOS DE DECISIÓN

Este escenario fue armonizado por voces como la de Cynthia Montaño, quien manifestó sus deseos de "vivir libre" y "sanar" las cicatrices y heridas de su alma marcada por un conflicto que recluta menores, multiplica las cifras de desplazados y deja líderes asesinados en Colombia.

El decálogo de "cómo hacer historia" en materia de liderazgo político que dejaron en el acto otras mujeres como la presidenta del Foro Permanente de Afrodescendientes, Epsy Campbell, o la representante especial de EE.UU. para la Equidad Racial y la Justicia, Desirée Cormier, incluye la necesidad de "liderar con compasión" y empatía en las distintas instancias de poder, así como reconsiderar el espacio al que se entra porque "cuando entra una se abre esa puerta para las demás".

Al evento también acudió el presidente, Gustavo Petro, a quien Márquez pidió que elevara ante Naciones Unidas la solicitud de que se reconozca "de manera oficial" el 25 de julio como el Día Internacional de las Mujeres Afrodescendientes.

"La exclusión territorial y poblacional es mucho más profunda en la mujer negra que habita el territorio, porque se producen tres grandes exclusiones: la del territorio, la de la etnia y la de ser mujer", lamentó Petro instantes después de que, en pie, las asistentes cerraran el primer panel recitando al unísono la última estrofa del poema de Shirley Campbell "Rotundamente Negra" que reza: "me acepto rotundamente negra, rotundamente libre y rotundamente hermosa".

(c) Agencia EFE