Leo Zuckermann y su humillante error al criticar a Claudia Sheinbaum; Denise Maerker lo puso en su lugar

Leo Zuckermann quiso criticar a Sheinbaum y Maerker lo evidenció. (Captura X/@nmas)
Leo Zuckermann quiso criticar a Sheinbaum y Maerker lo evidenció. (Captura X/@nmas)

Hay momentos que se quedan grabados para siempre en la televisión mexicana. Suelen ser accidentes (cuando los conductores no saben que están al aire). Como aquel episodio en el que Marco Martínez Soriano insultó a Loret de Mola y López Dóriga. Ahora se ha unido al club Leo Zuckermann, conocido analista político en Tercer Grado, programa de Televisa. Su desliz, a diferencia de otros, fue a sabiendas de que estaba frente a las cámaras.

En el contexto de las precampañas políticas, Zuckermann habló de Claudia Sheinbaum y su presunta falta de apertura para conceder entrevistas serias. "Yo lamento mucho que en estas condiciones de la ley que tenemos, a seis meses antes de ir a las urnas, los mexicanos no sepamos quién es Claudia Sheinbaum y qué quiere Claudia Sheinbaum. Yo les pregunto a ustedes, ¿cuándo fue la última vez que vieron una entrevista a la que probablemente sea la próxima presidenta de México? Una entrevista en serio, profunda, donde se le hagan preguntas difíciles", lanzó Zuckermann.

Mientras se disponía a seguir con su crítica, fue interrumpido por Denise Maerker, quien le recordó que hace unas semanas ella misma había entrevistado a Sheinbaum. "La entrevisté, ¿qué te gusta?, hace un mes". Zuckermann quedó sorprendido y no tuvo más opción que responder: "Ah pues no la vi, perdón". El momento, sumamente incómodo, ya se ha hecho viral en redes sociales. Zuckermann no ha hablado del episodio, y se ha dedicado a tuitear sobre diversos temas políticos —muchas opiniones, desde luego, dedicadas a Sheinbaum—.

PUBLICIDAD

Más bien, ha publicado su columna de opinión en Excélsior en el que vuelve a hablar de la falta de entrevistas de Sheinbaum, como haciendo de cuenta que no pasó nada en Tercer Grado (el artículo, seguramente, ya estaba enviado antes de su error en TV).

Zuckerman ha sido un constante crítico de la exjefa de gobierno de la CDMX que lidera las encuestas rumbo a las elecciones presidenciales del próximo año. Y no es que eso sea raro. Muchos analistas políticos —sobre todo los que tienen espacios en televisión— han echado mano ya de sus conocimientos e ideas para fijar posturas —a favor de Sheinbaum o de Xóchitl Gálvez; otros sin bandera—. El problema, claro está, reside en hacerlo ya no sin argumentos, sino hasta careciendo de información básica.

Quizá Zuckermann no estuvo atento, en las últimas semanas, a la actividad de Sheinbaum y por eso no tenía en mente que su compañera le había hecho una entrevista. Bueno, entonces, antes de lanzar su punto de vista, en el que juzgaba que Sheinbaum ha tenido poca apertura a la crítica, bien pudo pensarlo dos veces. O preguntarlo sin la soberbia de quien cree que lo sabe todo. Hubiera sido muy diferente que preguntara lo mismo, pero con curiosidad genuina: "¿hay alguna entrevista reciente a Sheinbaum?". Ahí habría llegado la aclaración de Denise Maerker también.

Que, cabe resaltar, su respuesta fue muy concreta, sin alardes de grandeza, simplemente con la precisión exacta para hacerle saber a su colega que sí hay entrevistas con Sheinbaum. Ya evidenciado, a Zuckermann no le quedó ánimo para cuestionar más. Aceptó su error y todo el discurso crítico que había elaborado se derrumbó en un pestañeo. Quizá sea una buena lección para él y otros analistas en el futuro: informarse bien antes de formular una opinión tan dura.

Ya lo están tundiendo como memes —el del abuelo Simpson, que nunca falta en los casos en los que alguien se humilla solo—. O quizá no. Tal vez la tendencia siga siendo la misma: personas que saben mucho, y como saben mucho, creen que tienen la verdad sin consultar la información de lo que están hablando. Primero pedir perdón antes que pedir permiso, aunque luego se exhiban solos por desidia y autosuficiencia.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO:

CDMX: Automovilista arrolla a un hombre y asombra lo que hace después