Legisladores latinos de CA priorizan proyectos de ley cada año. ¿Cuántos se aprueban?

En un cambio significativo respecto a las políticas antiinmigrantes de la década de 1990, California ahora lidera la nación en ayudar a habitantes indocumentados otorgando licencias de conducir, protecciones contra la deportación, ayuda durante la pandemia de COVID-19, atención médica y, más recientemente, asistencia alimentaria.

Estos logros coinciden con el crecimiento de la comunidad latina, que ahora representa el 40% de la población del estado, y reflejan la creciente influencia de los legisladores que los representan en los últimos 10 años.

En ese tiempo, el Caucus Legislativo Latino de California – un grupo que solo acoge a demócratas – ha defendido políticas a un ritmo más exitoso que el promedio de la Legislatura y ha remodelado la forma en que el estado trata a sus inmigrantes indocumentados.

Un análisis de la legislación prioritaria del grupo, un conjunto anual de proyectos de ley que los miembros votan para apoyar, muestra que la asamblea convierte sus proyectos en leyes el 54% de las veces. Los miembros han impulsado políticas innovadoras para expandir el acceso a la atención médica para todos los inmigrantes indocumentados, crear un requisito de estudios étnicos para graduarse de la preparatoria y proporcionar a los trabajadores agrícolas las primeras disposiciones de horas extraordinarias en la nación.

Otras legislaciones exitosas han trascendido más allá de la comunidad latina, incluyendo el aumento de días por enfermedad para todos los trabajadores de California y el manejo de políticas climáticas.

Pero estas victorias de alto nivel no han sido fáciles ni han estado exentas de críticas.

A menudo requirieron esfuerzos de varios años, impulsados por líderes latinos que alcanzaron la mayoría de edad durante un período de políticas antiinmigrantes en la década de 1990. Estos líderes llevaron a cabo un juego a largo plazo para promover políticas progresistas demócratas durante la administración del exgobernador Jerry Brown, las cuales el gobernador Gavin Newsom luego firmó como ley.

“Estamos liderando la nación, y es gracias al Caucus Legislativo Latino que estamos donde estamos”, dijo Angélica Salas, directora ejecutiva de la organización Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes, con sede en Los Ángeles. “Ningún otro estado puede decir lo mismo”.

Si bien el caucus ocasionalmente se ha quedado corto en sus objetivos, su trabajo desde 2014 revela una campaña ampliamente exitosa de aprobación de leyes centradas en los derechos de los inmigrantes, la movilidad económica y el acceso a la educación. De 2014 a 2023, el grupo presentó 136 prioridades. De ellas, 74 fueron promulgadas y otras 17 llegaron a la mesa del gobernador, pero fueron vetadas.

Se trata de un ritmo legislativo superior al de las cifras anuales de toda la Legislatura.

Según Chris Micheli, profesor adjunto de la Facultad de Derecho McGeorge de la Universidad del Pacífico y antiguo miembro de los cabilderos de Sacramento, de los aproximadamente 2,300 proyectos de ley presentados cada año, entre el 35% y el 40% se convierten en ley.

A Micheli y a Fernando Guerra, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Loyola Marymount, no les sorprendió el ritmo de aplicación de la legislación por parte del grupo.

Ambos expertos afirman que refleja la creciente influencia del grupo en Sacramento. Hace 15 años el grupo tenía la mitad de los miembros que tiene hoy.

En la actualidad, el grupo cuenta con 35 miembros, lo que supone casi el 30% de la legislatura y un número cada vez mayor de puestos directivos. El primer presidente latino de la Asamblea en la historia de California fue elegido en 1996. Desde entonces ha habido otros seis presidentes latinos.

“Siempre hay representación para impulsar este tipo de proyectos de ley y el éxito final”, dijo Guerra.

Definida por esos momentos

La ex asambleísta Cristina García, quien se unió a la Legislatura y al caucus en 2012, recuerda una época en la que California no era tan acogedora con sus habitantes indocumentados.

En 1994, los electores aprobaron por abrumadora mayoría la Proposición 187, una iniciativa electoral para negar beneficios públicos a los habitantes indocumentados. Los desafíos legales impidieron que la ley entrara en vigor pero, no obstante inspiró a jóvenes latinos como García a involucrarse en la política.

García protestó contra la Proposición 187 en su último año de preparatoria. Participó en un paro escolar en la Interstate 5, que atraviesa Los Ángeles, pensando en su padre indocumentado.

“Muchos de nosotros estamos definidos por esos momentos”, dijo García, refiriéndose al número de legisladores latinos que se han incorporado desde entonces a la Legislatura.

Esos momentos cerraron el círculo en la década de 2010.

Dos años después de que García se uniera a la Legislatura, el grupo consiguió su mayor avance en años: la aprobación de una medida que permitía a los inmigrantes indocumentados obtener licencias de conducir. La victoria sentó las bases para las políticas progresistas que vinieron en los años siguientes.

“Esa victoria de la licencia de conducir fue un recordatorio para nosotros de nuestro poder y nuestra necesidad de ser ambiciosos y seguir impulsando más políticas en este espacio”, dijo García.

En 2014, el caucus dio prioridad a la legislación para crear una medida electoral para derogar otra política anti-inmigrante de la década de 1990, una proposición que requería que a los estudiantes de inglés se les enseñara solo en inglés en las aulas. En aquella época, se argumentaba erróneamente que los programas bilingües disminuían el aprendizaje adecuado del inglés, y provocaban la ira de algunas comunidades de inmigrantes.

La prioridad del caucus se convirtió en ley y llevó a los electores a aprobar por abrumadora mayoría una iniciativa que derogaba el requisito del inglés como único idioma. La iniciativa ha dado lugar a un crecimiento inmediato del número de programas bilingües, y el estado se ha comprometido a matricular a la mitad de todos los estudiantes de educación básica en programas que conduzcan a la competencia en dos o más idiomas” para 2030.

Ese mismo año, el grupo consiguió otra importante victoria que habría sido impensable décadas antes.

El entonces gobernador Brown firmó el proyecto de ley prioritario para permitir que los niños indocumentados con bajos ingresos recibieran seguro médico a través de Medi-Cal. Estos esfuerzos continuaron durante casi toda la década siguiente, culminando a principios de este año después de que California se convirtiera en el primer estado en ampliar el acceso a Medi-Cal a todos los grupos de edad.

La ampliación de la asistencia médica permite a cerca de 1.4 millones de californianos indocumentados acceder a la cobertura completa de Medi-Cal. También contribuye a lo que los activistas dicen que es la red de seguridad social más fuerte para los inmigrantes indocumentados en el país.

“Estamos creando oportunidades, y estas han sido grandes victorias para todas nuestras comunidades”, dijo la asambleísta Sabrina Cervantes, demócrata de Riverside y presidenta del grupo.

No rendirse

A lo largo de los últimos 10 años, el grupo ha perseverado. En algunos años, la legislación prioritaria del grupo fracasó y tuvieron que volver a intentarlo en los meses siguientes y, a veces, en años posteriores.

La ex asambleísta Lorena González, quien se unió a la Legislatura y al caucus en 2013, recordó su proyecto de ley para ampliar el pago de horas extras para los trabajadores agrícolas. González dijo que los legisladores habían tratado de avanzar en una legislación similar durante décadas, pero cada vez fracasó.

En el verano de 2016, el proyecto de ley murió una vez más. Esta vez, a solo tres votos de la mayoría necesaria para su aprobación.

Pero dos semanas más tarde, González revivió la legislación y posteriormente enmendó el proyecto de ley para otorgar a las granjas más pequeñas más tiempo para implementar el cambio. La legislación se aprobó por un estrecho margen en la Legislatura, con la ayuda de casi todos los miembros del grupo.

El proyecto de ley del exasambleísta José Medina que requiere que los estudiantes de preparatoria de California tomen estudios étnicos para graduarse tuvo sus propias luchas.

Medina presentó por primera vez el proyecto de ley en 2018, solo para enfrentar una larga y controvertida lucha por el plan de estudios que llamaría la atención sobre grupos cuya historia e historias han sido tradicionalmente pasadas por alto.

Durante tres años consecutivos, la legislación fue retrasada o vetada por Brown y Newsom por razones que iban desde el temor a “sobrecargar” a los estudiantes hasta decir que el plan de estudios era “insuficientemente equilibrado”.

Pero Medina, antiguo maestro de estudios étnicos, siguió intentándolo, haciendo hincapié en la importancia de que los alumnos comprendieran las luchas y contribuciones de los grupos marginados.

La batalla, que duró un año, terminó en 2021 con la firma de Newsom y señalando “una serie de salvaguardias para garantizar que los cursos estarán libres de prejuicios o fanatismo y serán apropiados para todos los estudiantes”.

Medina recordó el esfuerzo, diciendo que era emblemático del caucus latino, y los más de 16 millones de latinos que sus miembros esperan representar en California.

“No rendirse es ciertamente algo que habla de nuestra comunidad”, dijo Medina. “Que no nos rendimos y que sabemos que algunas cosas requieren mucho trabajo”.