Las señales más inusuales de la inteligencia humana

Decía Eleanor Roosevelt que “las grandes mentes discuten ideas; las mentes promedio discuten acontecimientos; las mentes pequeñas discuten sobre la gente”, y no ha sido la primera personalidad en la historia que se ha detenido a analizar esa cualidad, la inteligencia con la que algunos, no muchos, llegan al mundo para deslumbrar a los otros.

Ser inteligente, en efecto, es una gran virtud; poner esa inteligencia en función del espíritu emprendedor, de la innovación y de la construcción de un negocio, suele conducir a grandes obras.

Businness Insider le ha dedicado algunas de sus páginas a demostrar, a partir de patrones estudiados por la ciencia, cu��les son las principales características de una persona inteligente; lo que sería una herramienta muy útil para directores ejecutivos y jefes de personal que buscan armar un buen equipo en sus compañías, sin tener que aplicarles a cada uno de los candidatos ningún tipo de prueba que mida su coeficiente intelectual.

Si tomas o has tomado clases de música…

Esta teoría se basa en un estudio realizado en 2013 por el compositor canadiense Glenn Schellenberg, donde se determinó que aquellos menores de 6 años que durante al menos nueve meses recibieron clases de piano o de voz gozaban de un cociente de inteligencia superior que los otros que nunca lo hicieron.

También se ha sabido por un estudio de 2011 que la inteligencia verbal –la capacidad de emplear las palabras de manera efectiva al escribirlas o al hablarlas- de los menores de 4 a 6 años que reciben clases de música durante solo un mes, es superior a la de quienes no pasan por ese reto.

Si eres el hermano mayor…

No se trata en lo absoluto de una cuestión genética, pero todo parece indicar que gracias a la interacción que tiene con sus padres, el primer hijo, y por lo tanto hermano mayor, presenta un ligero grado de coeficiente intelectual, por encima de quien o quienes le siguen.

A esta conclusión se llegó tras un estudio llevado a cabo por epidemiólogos noruegos con registros militares de alrededor 250.000 hombres con edades comprendidas entre los 18 y 19 años, nacidos entre 1967 y 1976.

Según la investigación, el primogénito presentaba un coeficiente intelectual de 103, mientras que la nota para el segundo era de 100, y de 99 para el tercero. Una mayor exigencia con el primogénito por parte de los padres novatos estaría entre las causas de semejante disparidad entre hijos de una misma relación.

Si has sido amamantado

Sendas investigaciones llevadas en 2007 a cabo en Reino Unido (con 3 mil niños) y en Nueva Zelanda arrojaron que los menores que fueron nutridos con leche materna por un periodo normal obtuvieron tras un test de coeficiente intelectual cerca de siete puntos por encima de quienes se alimentaron en sus primeros meses con otro tipo de leche o de alimento.

Si presentas estados de ansiedad con frecuencia…

No pocos estudios señalan que las personas ansiosas, aquellas que suelen preocuparse en demasía sobre los asuntos de su vida familiar o laboral, generalmente demuestran ser más inteligentes que los otros.

En una investigación con 126 estudiantes universitarios se les pidió que indicaran la frecuencia con que experimentaban preocupación y ansiedad. De ahí se coligió que quienes se preocupan en exceso puntúan mucho más en inteligencia verbal que quienes permanecen impasibles ante las situaciones de la vida. Estos otros tienden a puntuar mejor en pruebas no verbales. En la esfera de los negocios, es necesario aprender a controlar ese rasgo para obtener mejores resultados.

Si aprendiste a leer desde una temprana edad…

Un grupo de investigadores británicos trabajaron en 2012 con 2000 pares de gemelos, encontrando que el hermano que había aprendido a leer primero que el otro demostraba ser más inteligente, tras haber obtenido mejores resultados en pruebas de capacidad cognitiva.

De manera que aprender a leer desde una temprana edad proporcionaría un aumento en nuestras capacidad verbal y no verbal.

Si eres desordenado…

Una investigación emprendida en 2013 en la Universidad de Minnesota a partir de las implicaciones que tenían el orden y la desorganización en el momento de ser creativos, demostró que “aquellos participantes situados en habitaciones desordenadas eran más creativos que aquellos participantes en habitaciones ordenadas”.

De ahí que cada vez tenga más vigencia esta sentencia de Einstein: “Si una mesa repleta es una señal de una mente repleta, entonces, ¿qué debemos pensar de una mesa vacía?”

Aun así, esa tendencia al desorden, como la ansiedad, debe ser igualmente controlada si aspiras a tener un negocio exitoso. ¿Te imaginas cómo te iría confundiendo citas de negocio o perdiendo documentos importantes?

Si eres divertido…

De acuerdo con un grupo de pruebas de inteligencia llevadas a cabo con 400 estudiantes de psicología, y entre las cuales se les pidió que crearan títulos para sendas caricaturas extraídas de la revista The New Yorker, se dedujo que los estudiantes más inteligentes solían ser personas mucho más divertidas.

Si eres delgado…

Tras un estudio de pruebas de inteligencia realizado en 2006 con cerca de 2.200 adultos a lo largo de cinco años, se concluyó que cuanto más grande es la línea de la cintura, más baja resulta la capacidad cognitiva.

En paralelo, otro trabajo de ese mismo año arrojó que los niños de 11 años que obtuvieron una puntuación baja en pruebas verbales y no verbales, eran aquellos que resultaban propensos a ser obesos al cumplir los 40 años.

Si eres políticamente liberal…

De acuerdo con el psicoanalista Satoshi Kanazawa, tras un sondeo con miles de adultos estadounidenses, las calificaciones más altas en pruebas de inteligencia fueron para aquellas personas que demostraron ser liberales políticamente.

Otros tópicos, algunos de ellos hasta extravagantes (como ser alto o zurdo, o haber consumido alcohol a edades tempranas), abundan sobre el fenómeno de la inteligencia.

Por ejemplo, una investigación de 2012, realizada con más de 6 mil ciudadanos británicos nacidos en 1958, demostró que quienes habían consumido “drogas recreativas” en la adultez provenían de un estatus de mayor coeficiente intelectual durante la infancia.

“En nuestro estudio, el coeficiente intelectual a los 11 años se asoció con una mayor probabilidad de utilizar drogas ilegales 31 años después”, escribieron los investigadores James W. Blanco, Catharine R. Gale, y David Batty.

Finalmente, hasta la posesión de un gato como mascota resultó un signo de inteligencia. Un trabajo realizado en 2014 con 600 estudiantes encontró que quienes aseguraban tener un perro resultaban más extrovertidos, mientras que los que tenían uno o más gatos presentaban una capacidad cognitiva superior.