Las mujeres policía elegidas para un cuerpo de élite... por sus atributos físicos
En la capital del estado de Querétaro, México, 50 mujeres policías acusaron al secretario de Seguridad Pública, general Eugenio Hidalgo Eddy, de violar sus derechos humanos por “pretender crear una unidad especializada de proximidad en la que sólo estarían las agentes con buenos atributos físicos.”
Una de las afectadas relata que el 19 de noviembre de 2015 se le ordenó, solo a las mujeres policías, aproximadamente 200, que se presentaran a pasar revista, protocolo que consiste en pasar lista de los oficiales, revisar uniformes, armas y credenciales, en esta ocasión fue diferente. “El general dijo: Busco a las representantes de la Secretaría. A quien toque en el hombro, sale de la formación. Luego pasó enfrente de cada una, con otros cuatro oficiales, nos veía directamente al rostro y nos revisaba el cuerpo de arriba a abajo, como una barrida rápida”.
La “revista” duró aproximadamente tres horas, según comenta la policía, el general le tocó el hombro. “Nunca me sentí tan humillada, tan denigrada. Nunca revisó mi uniforme, ni mi placa, ni mis grados, sólo vio mis atributos físicos. En ese pase de revista lo que contaba era la apariencia física. Como ganado pasamos por varios escrutinios”.
“Pidieron que salieran de la formación las mujeres que se encontraban embarazadas; solicitaron a dos compañeras de mayor edad que se retiraran. Las compañeras se llenaron de rabia, impotencia, frustración, y prevaleció el trato vejatorio, la discriminación, la violencia, los estereotipos, las actitudes machistas, la falta de respeto, la clara violación a nuestros derechos humanos”.
Las policías seleccionadas recibieron órdenes de presentarse al día siguiente a realizar labores de proximidad a una fiesta que se realizó en la Plaza de Toros del poblado de Juriquilla. Se les instruyó vigilar y atender a la gente. Asistieron con su uniforme pero no llevaron armas, ni chaleco antibalas, como si fueran edecanes.
Casi cinco meses después de aquellos sucesos, el 4 de abril de 2016, las 50 mujeres policías denunciaron colectivamente ante la oficina estatal de Derechos Humanos por ese hecho “que todas vivimos, pero otras compañeras el general las ha llamado gordas, panzonas, feas. El ambiente en la Guardia se ha deteriorado mucho.”
Las mujeres policías acudieron en busca de apoyo a la organización Coincidir Mujeres, dedicada a cuestiones de género y protección de derechos humanos. La vicepresidenta, Maricruz Ocampo expresó que se está generalizando en la institución la falta de respeto a las mujeres. ”El machismo es algo que se está aceptando. Es una situación preocupante, Querétaro es el municipio con más casos de violencia de género en el Estado. Si tratan así a las mujeres en la institución, ¿cómo van a tratar los casos de violencia contra las mujeres?”
El vocero de la secretaría de Seguridad Pública del gobierno de Querétaro negó la existencia de la unidad de policía femenil. Aseguró que es totalmente falsa la versión pues no hay la idea ni la intención de crear un cuerpo policiaco con estas características.
La noticia llamó la atención de los medios de comunicación y fue publicada en periódicos mexicanos como Reforma y El Universal, lo mismo que en algunos internacionales como The Guardian y CBS News.
Es evidente que este suceso tal y como lo relatan las policías de Querétaro, integra una serie de acciones que configuran la violación de los derechos humanos de las mujeres que fueron agraviadas por sus superiores. Ello despertó la indignación en diferentes medios sociales y llegó a su límite a partir de que las policías decidieron denunciar al general Eugenio Hidalgo Eddy, y darle difusión a su queja, lo que implica llamar la atención de los superiores del propio general.
El acontecimiento es un hecho de abuso del poder, como sucede en este tipo de corporaciones, en donde las mujeres son asediadas sexualmente por sus compañeros y por superiores de rango. La disciplina militar les impone el silencio, lo mismo que la vigencia de códigos de conducta no escritos que las someten, aprovechando su necesidad de subsistencia.
Que la denuncia se haya presentado en la oficina de Derechos Humanos cinco meses después del hecho original indica que en el tiempo transcurrido el abuso de poder habría continuado de alguna manera que aún no se hace pública, pero que podría haberse manifestado en otro ámbito de la relación institucional, como hacer que las policías trabajen en horarios extendidos o tareas no apropiadas para su condición física de mujer.
Los derechos humanos son universales, es frecuente que quienes los violan antes fueron violados, eso pasa en los organismos que se rigen por la disciplina militar, la policía no está exenta, por eso los mecanismos disciplinarios al interior de estas instituciones son necesarios, para evitar el abuso del poder de generales, coroneles capitanes y demás.
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