Las inyecciones de esteroides para la osteoartritis podrían no ser tan seguras como se pensaba

Las inyecciones de cortisona en las rodillas o las caderas pueden empeorar la osteoartritis. (Getty)
Las inyecciones de cortisona en las rodillas o las caderas pueden empeorar la osteoartritis. (Getty)

Una investigación sugiere que las inyecciones de esteroides que se usan para aliviar el dolor de la osteoartritis quizá no sean tan seguras como se pensaba anteriormente.

A menudo la cortisona se inyecta en la cadera y las rodillas de los pacientes con osteoartritis para aliviar el dolor en las articulaciones. Los atletas también confían en esta solución para enmascarar el dolor. Sin embargo, los estudios han obtenido resultados mixtos en lo que respecta a su seguridad.

En la nueva investigación, científicos de la Universidad de Boston observaron a 459 pacientes con osteoartritis durante 15 meses después de recibir las inyecciones en las caderas o rodillas.

El equipo descubrió que el 10 % de aquellos a los que se les había administrado cortisona en las caderas experimentaron un empeoramiento de sus síntomas, es decir, el dolor en las articulaciones y la rigidez. Este procedimiento también aumentó el riesgo de sufrir fracturas y degeneración articular.

De los que recibieron la inyección en las rodillas, el 4 % sufrió efectos secundarios.

La osteoartritis se produce cuando el cartílago en las articulaciones se deshace. (Getty)
La osteoartritis se produce cuando el cartílago en las articulaciones se deshace. (Getty)

“Le hemos estado diciendo a los pacientes: ‘Aunque estas inyecciones no alivien el dolor, tampoco te dañarán’”, dijo el autor principal, el Dr. Ali Guermazi. “Pero ahora sospechamos que quizá no sea así”.

“Estamos viendo que estas inyecciones pueden ser muy perjudiciales para las articulaciones con complicaciones graves”.

La osteoartritis o “artritis por desgaste” ocurre cuando el cartílago de las articulaciones se deshace, un problema que suele afectar a los ancianos.

Casi 9 millones de personas en el Reino Unido sufren osteoartritis, según el NHS. En Estados Unidos, más de 30 millones de personas padecen esa enfermedad, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Las inyecciones de corticosteroides se recomiendan a aquellas personas que no tienen alivio con los analgésicos. Sin embargo, los estudios sobre su seguridad sugieren que pueden provocar desde inflamación articular hasta dolor de espalda e infecciones.

Para comprender mejor este mecanismo, los científicos observaron a pacientes con osteoartritis que recibieron entre una y tres inyecciones de corticosteroides el año pasado. Los pacientes regresaron de 2 a 15 meses más tarde para un chequeo.

Los atletas a menudo se inyectan corticosteroides para enmascarar el dolor. (Getty)
Los atletas a menudo se inyectan corticosteroides para enmascarar el dolor. (Getty)

Los escáneres mostraron que la osteoartritis había empeorado en el 6 % de los pacientes, en comparación con su estado antes de la inyección, según la investigación publicada en la revista Radiology.

Un 0,6 % sufrió una fractura subcondral por insuficiencia, la cual se produce cuando el hueso no es lo suficientemente fuerte como para resistir las fuerzas cotidianas.

Otro 0,7 % presentó destrucción articular, incluida pérdida ósea, y ese mismo número de pacientes sufrió “complicaciones como la osteonecrosis”, la cual se produce cuando el tejido óseo muere debido a la falta de suministro de sangre.

En base a esos resultados, los científicos están pidiendo que se realicen escáneres a los pacientes antes de suministrar las inyecciones de corticosteroides para garantizar que no tengan fracturas que puedan empeorar.

“Nuestra investigación indica a los médicos y pacientes que tengan cuidado, porque estas inyecciones probablemente no son tan seguras como pensábamos”, le dijo Guermazi a The Telegraph.

“Los médicos no suelen informar a los pacientes sobre la posibilidad de que puedan sufrir un colapso articular o una fractura subcondral por insuficiencia, problemas que pueden conducir a un reemplazo total de cadera o rodilla mucho antes de lo previsto.

“Esta información se debe incluir en el consentimiento informado cuando se inyecta corticosteroides intraarticulares a los pacientes”.

Alexandra Thompson