Las atletas trans no deben participar en el deporte femenino. "Dejen competir a mi hija en condiciones justas"
Bianca Stanescu
En los últimos años, atletas, entrenadores y padres han visto con incredulidad cómo las chicas son sustituidas en el podio por chicos que se identifican como chicas, en todos los niveles competitivos. Esa realidad hizo que Idaho promulgara una ley para proteger a las atletas femeninas y evitar así que sus sueños de alcanzar el éxito se vean frustrados por competidores masculinos. Y luego la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación llegó a la conclusión de que mi estado natal, Connecticut, está infringiendo la ley federal.
Soy madre de una atleta de élite en Connecticut. A través de nuestros abogados de Alliance Defending Freedom, mi hija Selina Soule y yo presentamos una demanda en febrero junto a otras dos atletas y sus madres para luchar contra la política de Connecticut según la cual se permite que niños biológicos compitan en deportes femeninos. Connecticut es uno de los al menos 17 estados que lo permiten.
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Selina es una de las mejores en su estado. Actualmente, está terminando su último año y ha fijado cinco marcas récord en competiciones escolares, incluido un salto de longitud al aire libre cuya marca se mantenía desde 1976. Selina tiene grandes aspiraciones como atleta de competición a nivel universitario y profesional.
El amor de Selina por el atletismo de competición comenzó cuando era una niña. Cuando estaba en cuarto grado, Selina ganaba competiciones y participaba en encuentros y carreras estatales. No hay duda de que competir por el equipo de su escuela ha sido lo más destacado de su experiencia en la escuela secundaria y si cumpliera su objetivo de llegar al siguiente nivel, haría que las mujeres detrás del Título IX de la Ley de Derechos Civiles se sintieran muy orgullosas.
Sin embargo, tal y como reconoció el Departamento de Educación, el futuro de Selina está en peligro debido a que la Conferencia Interescolar de Deportes de Connecticut permite la participación de deportistas de acuerdo a su identidad de género en lugar de atender al sexo biológico, lo cual infringe el Título IX. Y no es la única joven cuya posibilidad de competir en igualdad de condiciones se ha visto afectada por esta política.
Mi familia y yo hemos estado hablando sobre la injusticia que se está cometiendo en los deportes femeninos y nos ha sorprendido la reacción.
Lo que importa en el deporte es la biología
En una manifestación de octubre de 2019 organizada conjuntamente por el Frente de Liberación de la Mujer y la organización conservadora Mujeres Preocupadas por Estados Unidos durante la sesión de alegatos en un caso de la Corte Suprema que involucraba el tema de la identidad de género y el desempleo, conocido como R.G. & G.R. Harris Funeral Homes v. Equal Opportunity Employment Commission, yo fui una de las muchas oradoras que representaban una gama extraordinariamente amplia de creencias y opiniones.
En el transcurso de dos horas, muchas oradoras de nuestra manifestación, incluida yo misma, recibieron gritos y fueron reprendidas ‒las personas molestas pedían nada más y nada menos que nuestro silencio y nuestra capitulación‒, todo por decir que las mujeres merecen justicia en el mundo del deporte.
Desafortunadamente, el lunes, la Corte Suprema emitió un veredicto que confunde el empleo de los conceptos de sexo y género, pero aún tenemos la oportunidad de salvar el deporte femenino.
Independientemente de lo que creas acerca de la identidad de género en general, hay un hecho sencillo de entender y es que la biología es lo importante en el deporte y no la identidad de una persona. La identidad de género se puede cambiar. El sexo está insertado en el ADN y no se puede cambiar. Se refleja en realidades como la capacidad pulmonar y la densidad ósea. El sexo no es lo mismo que el género.
Los deportes femeninos fueron creados para dar a las chicas la oportunidad de competir. Eso incluye ganar de forma justa y perder de forma justa. Las mujeres merecen la misma oportunidad de alcanzar la excelencia que los chicos, de avanzar en los niveles competitivos, de ganar y de subir al podio, pero si se permite participar a los chicos en deportes femeninos, entonces los sueños de nuestras hijas se ven destruidos y se les niega la igualdad de oportunidades.
Los chicos siempre tendrán ciertas ventajas físicas sobre las mujeres. Es por eso que tenemos deportes femeninos, la principal razón. Los cuerpos de los chicos simplemente son diferentes en promedio: más grandes, más fuertes y más rápidos, incluso si el deportista masculino se hormona. La ciencia y el sentido común nos dice esto. Y también nos lo dicen las marcas registradas en competiciones de atletismo.
Nuestras hijas merecen justicia
Los chicos con marcas mediocres pueden competir en la categoría de niños y luego dominar por completo las competiciones femeninas solo unas semanas más tarde. He visto que esto sucede en Connecticut. Tras una serie de marcas poco destacables en la competición de chicos en la sesión de interior de 2018, el mismo atleta comenzó a competir ‒y ganar‒ en la temporada de competiciones al aire libre que empezó apenas unas semanas después.
Mi hija habría calificado para las regionales de Nueva Inglaterra en la carrera de 55 metros en primavera de 2019, pero en cambio, los dos primeros lugares se los llevaron niños biológicos que se identifican como niñas. Ella perdió su oportunidad de competir y tuvo que verlo desde las gradas.
Las niñas de secundaria ‒así como las deportistas universitarias, amateur y profesionales de todo el mundo, en muchos deportes‒ están siendo dominadas por hombres biológicos. Debemos explorar otras opciones y encontrar una solución en la que a las mujeres no se les niegue el lugar que les corresponde en el podio.
Son demasiados los padres, entrenadores y autoridades que guardan silencio sobre este tema. Peor aún, se está intimidando a mujeres jóvenes como mi hija y se las llama “malas perdedoras” o “transfóbicas” por el solo hecho de buscar justicia en los deportes.
Imagina que es a tu chica a quien se le niega una victoria que se ha ganado. Imagina que tu hija, que trabaja día y noche para ganar apenas fracciones de segundo y a quien se le niega la victoria o una beca universitaria, todo porque tiene que competir contra chicos que se identifican como chicas. E imagina que tu hija es marginada y ridiculizada solo por hacer preguntas. ¿Podrías dejar pasar esa injusticia?
Nos están intimidando para que no callemos. Debemos hablar para detener esta vulneración de los derechos de la mujer. No es justo. Las mujeres y las chicas de todo el mundo merecen igualdad de condiciones en el deporte.
Este artículo fue publicado originalmente en Yahoo por USA Today