Lanzamiento exitoso: segundo intento de una empresa privada de EE.UU. para ser la primera en llevar una nave a la Luna

El Falcon 9 de SpaceX sale de la órbita terrestre con el módulo lunar
El Falcon 9 de SpaceX sale de la órbita terrestre con el módulo lunar - Créditos: @GREGG NEWTON

CABO CAÑAVERAL.- Una nave espacial estadounidense despegó el jueves del Centro Espacial Kennedy con la misión de llegar a la Luna, en el segundo intento que hace una compañía privada este año tras un primer fracaso en enero.

La NASA, la principal impulsora de la misión y que llevaba experimentos a bordo, confiaba en alunizar la semana que viene, y dar así un paso crucial en su proyecto de volver a enviar una misión tripulada a la Luna.

El cohete Falcon de SpaceX despegó en plena noche desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA y envió el módulo lunar de Intuitive Machines hacia el satélite, a 370.000 kilómetros. La nave se veía como una gema de seis puntas -cada punta, una pata- al separarse con éxito del cohete y adentrarse en la oscuridad, dejando atrás la Tierra.

La misión bautizada IM-1 debía partir el miércoles pero el lanzamiento se pospuso luego de que SpaceX descubriera temperaturas anormales cuando intentaba el abastecimiento de combustible del módulo.

Si todo va bien, el 22 de febrero intentará aterrizar tras un día en la órbita lunar. Intuitive Machines, a cargo de la misión “IM-1″, espera convertirse en la primera entidad no gubernamental en realizar un alunizaje suave en el satélite natural de la Tierra y posar en su superficie el primer robot estadounidense desde las misiones Apolo.

Apenas cinco países -Estados Unidos, Rusia, China, India y Japón- han logrado aterrizar en la Luna, y ninguna compañía privada lo ha conseguido por ahora. Estados Unidos no ha regresado a la superficie lunar desde que terminó el programa Apolo hace más de cinco décadas.

“Ha habido muchas noches sin dormir preparando esto”, dijo el cofundador y director general de Intuitive Machines, Steve Altemus, antes del vuelo.

La compañía con sede en Houston aspira a poner el módulo de 4 metros y seis patas en el cráter Malapert A, a unos 300 kilómetros del polo sur de la Luna, equivalente a aterrizar en la Antártida terrestre. Allí es donde la NASA tiene previsto llevar astronautas en algún momento de esta década. La agencia especial dijo que sus seis experimentos tecnológicos y de navegación en la sonda pueden ayudar a allanar el camino.

El módulo de alunizaje tiene un nuevo tipo de motor de metano líquido y oxígeno superenfriado que entrega la potencia para llegar a su destino rápidamente, evitando una larga exposición a la región de alta radiación que rodea la Tierra, conocida como el cinturón de Van Allen.

El cohete con el módulo lunar el martes, listo para el lanzamiento
El cohete con el módulo lunar el martes, listo para el lanzamiento - Créditos: @GREGG NEWTON

La primera incursión de la NASA en el servicio comercial de transportes a la Luna -el módulo Peregrine de Astrobotic Technology- falló poco después de despegar a principios de enero. Una rotura en el depósito de combustible y una enorme fuga hicieron que la nave se pasara de largo la Luna y volviera a entrar en la atmósfera 10 días después de su lanzamiento, para luego desarmarse y arder sobre el Pacífico.

Otras misiones más recientes lograron llegar a la Luna pero luego fallaron. Un módulo de un grupo israelí sin fines de lucro se estrelló en 2019. Una compañía de Tokio dijo que su nave había chocado contra la Luna, y después una misión rusa tuvo el mismo destino.

Sólo Estados Unidos ha enviado astronautas a la Luna. Gene Cernan y Harrison Schmitt, tripulantes del Apolo 17, fueron los últimos del programa en diciembre de 1972. No hubo más intentos hasta el proyecto de Astrobotic, el mes pasado.

Intuitive Machines llamó a su módulo como el héroe de Homero en “La Odisea”.

“Buen viaje, Odiseo. Ahora hagamos historia”, dijo Trent Martin, vicepresidente de sistemas espaciales.

El lanzamiento en Caño Cañaveral
El lanzamiento en Caño Cañaveral - Créditos: @GREGG NEWTON

La NASA encargó a compañías privadas llevar equipos científicos al satélite natural con el fin de comprender mejor y mitigar los riesgos medioambientales para los astronautas. La agencia espacial estadounidense espera establecer una presencia de largo plazo en la Luna y recoger hielo para obtener agua potable y combustible para cohetes en el marco de su programa Artemis.

La NASA le pagó 118 millones de dólares a Intuitive Machines para llevar su nueva ronda de experimentos a la Luna. La compañía también reunió a sus propios clientes, como Columbia Sportswear, que probará una tela metálica de chaqueta como aislante térmico del módulo, y el escultor Jeff Koons, que envió 125 miniaturas de la Luna en un cubo transparente.

El módulo también lleva la Eaglecam de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle, que tomará imágenes de la nave durante el descenso. La nave dejará de operar tras una semana en la superficie.

Agencias AFP y AP