La lamprea, el “vampiro” marino de aspecto horrible que ayuda a los salmones y enriquece las mesas

La lamprea es un pez que ha existido desde hace más de 450 millones de años (Foto:Getty)
La lamprea es un pez que ha existido desde hace más de 450 millones de años (Foto:Getty)

La lamprea es un pez muy feo, tiene cuerpo de anguila y boca con forma de ventosa de la que salen hileras de dientes de espanto que parecen haber inspirado a H.R. Giger para diseñar a la terrorífica criatura de la película Alien.

Y no es solo su aspecto lo que lo hace terrorífico. La lamprea vive de chupar la sangre de otros peces, es un hábil vampiro que come en las noches y que cuando se adhiere a sus víctimas, secreta sustancias que tienen efectos de sedación y también anticoagulante, lo que les permite succionar sin limitaciones. Es, en efecto, un terrorífico Drácula acuático.

Es por eso que este extraño pez, que existe incluso antes que los dinosaurios porque tiene más de 450 millones de años de antigüedad, ha sido blanco de numerosos planes de exterminio, sobre todo en Estados Unidos.

Sin embargo, en la actualidad se han activado iniciativas para limpiar su nombre y velar por su supervivencia pues, pese a su mala fama, esta criatura tiene un importante trabajo que hacer en el ecosistema y también como proveedor de sanas proteínas para el ser humano.

Las lampreas ponen sus huevos en los lechos de los ríos y ahí pasan su etapa larvaria antes de irse al mar (Foto:Getty)
Las lampreas ponen sus huevos en los lechos de los ríos y ahí pasan su etapa larvaria antes de irse al mar (Foto:Getty)

A pesar de que su población ha mermado, las lampreas siguen existiendo en muchos ríos, lagos y mares del mundo, debido a que son peces que pasan un tiempo de vida en aguas dulces y después migran a las saladas.

Existen unas 38 especies diferentes de lampreas pero solo 18 tienen esta manera vampiresca de nutrirse y las que no comen de esta forma simplemente no se alimentan y limitan su existencia a cambiar de forma, poner huevos y, de inmediato, morir.

La lamprea puede alcanzar los 1,2 metros y pesar hasta 2,5 kilos. Tiene el cuerpo alargado, la piel lisa porque no tiene escamas ni esqueleto óseo. Respira gracias a una hilera de siete aberturas a cada lado de su cuerpo.

Se mueve en muchas partes del mundo y se le ha visto y pescado tanto en la región occidental como oriental del Atlántico, en el occidente del Mediterráneo y grandes lagos de América del Norte.

Las lampreas que se alimentan de otros peces lo hacen durante unos cuatro años en las aguas saladas después de superar su etapa larvaria en aguas dulces adonde regresan para desovar.

El desove, de unos 100.000 huevos, ocurre en el mismo sitio de aguas dulces en el que nacieron. Ya de adultos, con unos 10 u 11 años, las lampreas crean un nido de rocas en el lecho de los ríos.

Es allí donde la lamprea macho, de una forma muy poco romántica, toma por sorpresa a una hembra que esté nadando tranquilamente, la envuelve y aprieta fuertemente hasta que ésta libera los huevos en el lecho del río y él entonces eyacula el semen sobre ellos.

Y después de este baile reproductor, él y ella mueren.

Entre las especies marinas que las lampreas prefieren a la hora de adherirse para chuparles la sangre y alimentarse, se encuentran el arenque, la trucha, el salmón, los tiburones y los delfines.

Hay que aclarar que ninguna de las especies de lamprea succiona la sangre de los humanos y, por el contrario, estos vampiros de mar, huyen de las personas.

Muchas tribus estadounidenses se están ocupando de rescatar las poblaciones de este pez de aspecto temible (Foto:Getty)
Muchas tribus estadounidenses se están ocupando de rescatar las poblaciones de este pez de aspecto temible (Foto:Getty)

La lamprea tiene muchos enemigos, pero también tiene amigos que intentan proteger la especie en diferentes partes del mundo por sus beneficios ecológicos, culturales y también nutricionales.

Uno de esos amigos de este pez vampiro es el artista y arqueólogo de los alimentos, Henri Roquas, fundador de la Sociedad de la Lamprea de Mar que ha organizado cenas con las lampreas como plato principal, así como exaltar el curioso aspecto de este animal.

La lamprea del Pacífico fue fuertemente atacada en Estados Unidos, envenenada deliberadamente durante años junto a otros llamados peces basura, pero desde hace varias décadas es protagonista de iniciativas para rescatarla y existe una coalición de más de 30 tribus de nativos americanos que están procurando mejorar la imagen de este animal al que veneran como el “primer pez”.

Las lampreas son parte integral de la cultura tribal de Washington, Idaho y Oregón, pero tras un siglo de industrialización, construcción de presas y degradación de hábitat se redujo dramáticamente la población de este pez y buena parte de las áreas a las que antes tenía acceso fueron bloqueadas.

Entonces, los ancianos de las tribus de esas zonas se preocuparon al ver que cada vez había menos lampreas hace ya unos 50 años y por ello activaron alianzas con grupos conservacionistas para proteger a este animal bajo el amparo de la Ley de Especies en Peligro de Extinción.

En California, la lamprea es estimada por limpiar los ríos de microorganismos cuando hacen sus lechos para desovar, lo que ayuda a la alimentación y sobrevivencia de otras especies.

Asimismo, pueden actuar como un amortiguador para que el salmón no sea presa de depredadores y ellas mismas, como peces, son fuente de proteínas para los habitantes de las tribus nativas porque así como han sido odiadas por muchos, son objeto de adoración gastronómica para otros.

Es un pez apreciado por reyes y nobles desde hace más de 2000 años (Foto:Getty)
Es un pez apreciado por reyes y nobles desde hace más de 2000 años (Foto:Getty)

Las lampreas han estado en las mesas de los reyes de Inglaterra desde hace cientos de años. Su presencia en los menús reales es un símbolo de riqueza y de respeto.

El rey Enrique I de Inglaterra, que reinó entre los años 1100 hasta 1135, amaba las lampreas y murió intoxicado después de comerlas en exceso pese a que su médico le había aconsejado que fuera comedido con este alimento.

En 1977 los pie de lampreas formaron parte del menú real para celebrar el 25 Jubileo de la reina Isabel II y desde el 50 Jubileo de la hoy fallecida monarca, el pez ha sido encargado a Canadá porque en las aguas inglesas la especie ya se reportaba como amenazada.

Así es que, lo más probable es que las tartas de lampreas sean parte del menú que se servirá el día de la coronación del rey Carlos.

En la antigua Roma las lampreas también eran apreciadas por las clases más favorecidas y tenían incluso granjas de estos peces para sus eventuales festines.

El amigo del emperador César Augusto, el rico financista Publio Vedio Polión, tenía un estanque lleno de lampreas y morenas, y allí lanzaba a los esclavos que, a su juicio, cometían alguna falta.

Cuenta la leyenda que Publio hizo una fiesta en su lujosa villa a la que invitó al emperador. Durante la celebración, un esclavo rompió un costoso vaso de vidrio y el propietario de la residencia ordenó lanzar al hombre al estanque de lampreas.

Entonces, el esclavo le rogó misericordia al emperador y César Augusto decidió hacer justicia destruyendo el estanque y también el resto de los costosos vasos.

Más tarde, en la Edad Media, los altos jerarcas de la Iglesia católica también consumían lampreas durante la Cuaresma en sustitución de la carne.

Estos peculiares peces son mencionados en el clásico de la literatura francesa "El Conde de Montecristo”, una historia en la que el personaje llamado Cavalcanti habla de estos peces que se conseguían en el lago Fusaro de Nápoles, como un gran manjar.

La lamprea a la bordalesa, preparada en su propia sangre, es un plato que aún se prepara en España (Foto:Getty)
La lamprea a la bordalesa, preparada en su propia sangre, es un plato que aún se prepara en España (Foto:Getty)

En España, sobre todo en Galicia y Madrid, la lamprea sigue siendo un pez muy apreciado gastronómicamente y se cocina con meticulosidad y esmero por chef afamados que generalmente atienden a solicitudes especiales pues es una carne realmente costosa.

En España también se hacen festivales de la lamprea en el que se pueden degustar diferentes platos con el vampiro de mar como protagonista.

La ironía del pez vampiro es que, la mayoría de las veces, es cocinado “en su propia sangre” y muchos comensales coinciden en que este animal no sabe a pescado sino a carne guisada.

En cualquier caso, este pez azul es rico en omega 3 y en otros nutrientes.

Cien gramos de este curioso animal tienen 218 calorías, 14 gramos de proteína, 18 gramos de grasas, 220 miligramos de potasio, 170 miligramos de fósforo, 19 miligramos de magnesio, así como las vitaminas A y D.

No obstante, al igual que la carne, se recomienda un consumo moderado a las personas que tienen problemas de gota porque contiene purinas, que son sustancias que dejan ácido úrico tras ser absorbidas, y que cuando se ingieren en exceso producen esta dolorosa y grave enfermedad.

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