LAFC y su arrolladora humillación al FC Juárez en la Leagues Cup, como si les pasara un camión encima

LAFC superó a Juárez por goleada para calificar a los octavos de final de la Leagues Cup. (Kirby Lee-USA TODAY Sports)
LAFC superó a Juárez por goleada para calificar a los octavos de final de la Leagues Cup. (Kirby Lee-USA TODAY Sports)

LAFC dio un recital de futbol que dejó en el piso al Juárez. La Leagues Cup, el torneo que enfrenta a los clubes de la MLS con los de la Liga MX, ofreció un capítulo glorioso para unos y penoso para otros. Únicamente un equipo se presentó al campo de BMO Stadium. Aquí ni siquiera existió voluntad del cuadro mexicano para pelear con dignidad por el partido. Y esa es la peor forma de perder. De por sí este torneo ya viene evidenciando muchas de las fallas estructurales del balompié mexicano. Caer de esta forma es doloroso no sólo para Juárez, sino para todo el ecosistema de la Liga MX.

Se entiende que hay una diferencia grande de nivel. Basta recordar que Los Ángeles son los actuales campeones de la MLS, mientras que Juárez, aunque ha tenido un buen arranque en el Apertura 2023 con dos victorias y un empate (que más bien es un inicio engañoso), acabó la temporada pasada en el lugar 16 de la clasificación. Pero el otro ejemplo estuvo a la mano el día de ayer. Pachuca, que fue el último campeón del futbol mexicano antes de la instauración formal de esta Leagues Cup, cayó derrotado en penales ante Houston Dynamo, un club sumamente irregular.

Se suele criticar a la MLS por su sistema de no descensos, y también porque se añaden franquicias cada cierto tiempo. Pero los críticos deberían de entender que incluso en esos ámbitos se pueden hacer bien las cosas. LAFC fue una franquicia nueva en el 2018, y desde entonces ha sido protagonista. El año pasado finalmente alcanzaron el ansiado título de liga. Juárez, por su parte, compró la franquicia de Lobos BUAP en el 2019 y no han hecho nada destacado durante los cuatro años que llevan en el máximo circuito mexicano.

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Juárez evidencia lo peor del fútbol mexicano y lo más dramático del caso es que en esta ocasión lo vieron más allá del contexto mexicano. Es decir, todos en México saben el historial de mediocridad que acompaña a este equipo de manera inherente, pero ahora ese abanico de conformismo se conoció fuera del país. Es ruborizante porque se demuestra que todo se hace mal cuando se trata de los equipos ajenos a los primeros lugares. Una cosa son Tigres, Monterrey y América, y otra cosa, muy lejanos a ese nivel, el resto de clubes mexicanos.

Como en toda goleada, se deben presentar dos factores: una actitud implacable del que la propina, y una pasividad desesperante de quien la recibe. No hubo futbol y mucho menos disposición en el plan que propuso Juárez. Por ganas y por talento les pasaron por encima. Si se sabían tan inferiores, que no está mal admitir cuando eres menos que el oponente, bien pudieron plantear un partido defensivo hasta la médula: jugar con sus armas y apostar al contragolpe. No hubo caso. Salieron derrotados. Como si la pregunta no fuera si iban a perder, sino cómo y por cuántos goles iban a hacerlo.

Y para echarle sal a la herida, hubo una nueva actuación brillante de Carlos Vela. Un jugador diferente que siempre se motiva cuando juega contra clubes mexicanos. Ahora le tocó turno a Juárez de padecerlo. Fueron dos goles que dolieron de manera especial, porque Vela siempre se ha visto como un ídolo ajeno. Es mexicano y dio algo de su talento al Tri, pero nunca se alcanzó a ver su mejor versión con la Selección Mexicana. Es así que cada partido suyo contra clubes mexicanos sirve como recordatorio de lo que pudo haber sido si su disposición para jugar al futbol hubiera sido la máxima. Juárez vuelve a casa. LAFC ahora espera al ganador de la llave entre León y Real Salt Lake, el partido entre los angelinos y el rival por definir será el próximo 8 de agosto.

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