¿Por qué los ladrones se roban los bulldog franceses? Ofrecen dinero rápido, pero también grandes problemas de salud

En cinco minutos, la vida de Sailor cambió de como la conocía. Unos ladrones, que pensaron que se aseguraban una buena entrada de dinero, la sacaron de su casa en Marathon y la alimentaron con perros calientes.

Pero se equivocaron. Sailor estaba esterilizada.

Al ver frustrado su plan, buscaron ideas, hasta que se decidieron por un rescate de $1,000. Cogieron a la perrita y huyeron por Overseas Highway. Un día después, organizaron un encuentro en Dadeland Mall, donde la Policía reunió a Sailor con su familia y arrestó a los sospechosos.

Sailor es una de los dos millones de perros robados cada año en Estados Unidos. Pero también forma parte del 10% de los afortunados que se reúnen con sus dueños.

Los bulldog franceses, como muchos otros perros de raza, son objeto de robo por su alto valor. Los estafadores buscan realizar lo que se llama un “dog flip”, es decir, robar, acoger y adoptar perros para reproducirlos y revenderlos para obtener un beneficio rápido.

Incluso Lady Gaga ha sido víctima de esta tendencia. Sus bulldog franceses, Koji y Gustav, fueron robados en un asalto callejero en 2021 que dejó a su paseador herido de gravedad.

Las historias de encuentros violentos y de frenchies arrebatados son comunes en todo el país. Un criador de Miami perdió su premiado bulldog francés Che y dos camadas de cachorros a manos de los ladrones en 2014.

Los criadores desconfían de los secuestradores de perros

La criadora Diana Zingaretti, dueña de bulldog franceses Miami Blue, ha escuchado con demasiada frecuencia historias de frenchies robados. Los ejemplares pueden costar entre $5,000 y $200,000 por un cachorro, lo que atrae a los ladrones que buscan hacer dinero rápido.

Dice que ha visto cómo vehículos rodean su casa y la examinan. Su propiedad está llena de cámaras interiores y exteriores.

“Por eso ya no me gusta pasear a mis perros”, dice Zingaretti. “Ahora llevo una pistola para estar segura”.

No permite que los clientes visiten su casa para ver a los cachorros. Suele reunirse con ellos en una estación de Policía o en un centro comercial, y verifica sus antecedentes penales antes de proponerles un encuentro.

Los criadores y propietarios no deben dejar a los frenchies en el patio sin supervisión, ni siquiera un minuto, dijo. Los bandidos saltan las cercas, listos para robar los perros y huir.

Zingaretti cuenta que hace poco le robaron a una amiga los bulldog franceses adultos y su camada cuando fue a recoger a su hijo a la escuela. Solo quedó un cachorro porque estaba debajo de una manta.

“A menos que sea como Lady Gaga, no está en todas las noticias”, dijo Zingaretti. “Pero sí ocurre mucho”.

Una criadora de Miami desde hace 14 años, que pidió que no se publicara su nombre por miedo a que los ladrones la tuvieran en el punto de mira, limita a quiénes deja entrar en su casa. Aunque no roben los cachorros en el momento, pueden estar vigilando el lugar para entrar más tarde.

Al igual que Zingaretti, verifica los antecedentes antes de reunirse con un posible cliente. Su mayor temor es que alguien saque una pistola y le exija que le entregue un cachorro.

Compara el atractivo de los perros con el de un bolso Louis Vuitton o una llamativa joya de diamantes. Cuando los frenchies se convirtieron en una moda, los delincuentes que vieron la tendencia quisieron participar y creyeron que podían ganar entre $3,000 y $5,000 vendiendo los cachorros.

“La gente se olvida de que es un animal vivo, una mascota, un ser querido”, dice.

Las historias de horror que ha escuchado la llevaron a poner privada su cuenta de Instagram, que tiene un número considerable de seguidores. Dice que se ha dado cuenta de que nueve de cada 10 cachorros perdidos que comparte en su página son encontrados, lo que atribuye a que los ladrones los abandonan en las clínicas veterinarias por miedo a ser descubiertos.

Sin embargo, la criadora cree que los robos de bulldog franceses eran más frecuentes hace unos años. En muchos casos, los ladrones que crían a los perros robados no saben lo que hacen, y los cachorros acaban teniendo problemas de salud, dijo.

Problemas de salud de los frenchies

French Bulldog Village, un grupo de rescate a nivel nacional, ha sido testigo del aumento de perros sobrecriados y endogámicos con graves problemas de salud, dijo la tesorera Cara Berardo. Y no son solo trastornos médicos. También son de comportamiento.

Algunos frenchies son incluso criados en “colores de moda”. Los cachorros de color azul, merle y lila vienen con peores problemas médicos y de comportamiento, dijo.

Aunque son dulces y adorables, los bulldog franceses pueden ser testarudos y requerir adiestramiento, dijo Berardo, con sede en Filadelfia. Y en algunos casos, pueden volverse agresivos.

El grupo de rescate ha tenido problemas con perros que muerden a los voluntarios y a las familias de acogida, dijo. Muchos propietarios de frenchies durante la pandemia han entregado a sus perros porque no están socializados y muerden a cualquiera que esté a su alrededor.

Un cachorro fue acogido por una mujer de Pennsylvania capacitada para tratar con perros con problemas de comportamiento.

“Si no se lo hubiera llevado, habríamos tenido que sacrificarlo y no es una decisión fácil”, dijo. “Este perro es un lastre para nuestros voluntarios y para la continuidad de nuestro rescate. Si nos demanda alguien porque el perro le mordió, se acaba todo el bien que hacemos”.

Muchos bulldog franceses padecen una enfermedad de los discos intervertebrales y necesitan ser operados o no podrán volver a caminar, dijo. La operación, que puede costar hasta $4,000, tiene un escaso porcentaje de éxito si no se realiza de inmediato. Dos frenchies rescatados son “casi inadoptables” debido a la enfermedad.

Berardo, que trabaja con la raza desde 2008, tiene experiencia en el cuidado de un frenchie enfermo. Rescató a Conrad, un perro de un reproductor de cachorros de Missouri que fue vendido a una tienda de mascotas de la Ciudad de Nueva York.

Cuando lo adoptó, Conrad tenía una lesión en la pata. Pero esa era la menor de sus preocupaciones. Hubo que cortarle el paladar blando y ensancharle las fosas nasales para que pudiera respirar bien.

Conrad también tenía el esófago deformado. Durante siete años, Berardo tuvo que ver cómo se esforzaba por comer y respirar y cómo vomitaba después de comer o beber. Lo único que podía hacer para salvar a Conrad era ponerle una prótesis de esófago, una operación que casi nunca sale bien.

Así que Berardo y su veterinario decidieron dejarlo vivir el resto de sus días.

E incluso con $30,000 en atención médica, Conrad murió por la falla de su propio cuerpo, porque estaba sobrecriado y probablemente endogámico, dijo Berardo.

“Ver esa pequeña vida que era tan preciosa y tan maravillosa... No debería haber nacido”, dijo. “Nació por codicia”.

La cría de bulldog franceses es cara y requiere mucho tiempo, dijo el criador Michael Gómez, propietario de Bulldogs4Ever en el área de Miami. Por eso el precio promedio de un cachorro de un criador reputado en el sur de la Florida oscila entre $3,500 y $10,000. Requieren análisis de sangre, cuidados médicos frecuentes y cesáreas.

Para garantizar que los cachorros de French Bulldog Village no sean reproducidos, todos los perros son esterilizados a menos que tengan padecimientos que los limiten, dijo Berardo. Las personas que adoptan a un perro deben firmar una renuncia en la que se comprometen a no reproducirlo. El centro de rescate también verifica las referencias, hace visitas a domicilio y realiza un intenso interrogatorio para asegurarse de que el frenchie va a ir a un hogar para siempre. Los perros a los que no les gustan los niños no se colocan en una familia, y los adoptantes interesados en un perro con problemas de salud son advertidos de los costosos gastos médicos.

Minutos después de que Berardo hablara con el Miami Herald, dos frenchies fueron abandonados en el estacionamiento de Southeast Veterinary Neurology, cerca de Miami. Eran perros de criadores de patio trasero en mal estado, dijo.

Los bulldog franceses en estas condiciones existen gracias a los criadores de traspatio y a los reproductores de cachorros, dijo. La gente prefiere conseguir un cachorro rápidamente que entrar en una lista de espera de años a través de un criador de renombre.

Se ha instaurado la cultura del “veo, quiero y obtengo”, dijo.

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