La escandalosa fiesta que abarrotó una casa en EEUU en plena cuarentena

Una muy concurrida fiesta en Chicago ha sido motivo de escándalo y censura pública, pues sus asistentes no solo no respetaron las órdenes de quedarse en casa y de practicar el distanciamiento social –medidas clave para frenar la epidemia de COVID-19 y salvar vidas– sino que, por lo que se ha revelado, lo hicieron con total desparpajo y sin preocuparse de su propia salud y de la de los demás.

De acuerdo al relato de The Washington Post, el pasado viernes se congregaron unos 50 jóvenes en una casa en el noroeste de Chicago. Allí bailaron, bebieron, charlaron, se abrazaron, todos agolpados en un espacio muy reducido, donde las personas estaban prácticamente codo a codo.

Una escena de la fiesta que se realizó en una casa del noroeste de Chicago en plena epidemia de Covid-19. (Twitter / @ustinwhite)
Una escena de la fiesta que se realizó en una casa del noroeste de Chicago en plena epidemia de Covid-19. (Twitter / @ustinwhite)

El distanciamiento social era allí nulo, la reunión superó con creces las 10 personas que indican los lineamientos contra la epidemia como la cantidad límite para encuentros sociales y muy pocos usaban mascarillas. La gente estaba prácticamente “cachete con cachete”, según testimonios.

La fiesta entera fue un acto irresponsable que elevó el riesgo de contagio para los asistentes y sus comunidades, y fue una abierta violación a las normas para frenar la epidemia.

Uno de los asistentes tomó video de esa muchedumbre agolpada en un pequeño espacio y lo difundió en vivo en Facebook, de acuerdo al Post. Pronto se volvió viral en redes sociales.

Cuando las autoridades se enteraron de ello, el pasado domingo poco después de la medianoche, llegó a la casa y dispersó la reunión. Pero la fiesta había ya durado, presumiblemente, algunas horas. Y causó amplia condena de parte de autoridades y la población en general.

“Lo que se muestra en el video fue temerario e inaceptable… Mientras la mayoría en Chicago hacen su parte para prevenir la expansión del COVID-19, acciones imprudentes como esa amenazan la salud pública y crean el riesgo de perder el progreso que hemos conseguido” en el freno a la epidemia, dijo la alcalde de Chicago, Lori Lightfoot, en una serie de tuits.

La televisora ABC News reportó que una persona, que ha optado por el anonimato, reportó a la policía que uno de sus vecinos estaba celebrando en su casa una gran fiesta. Eso habría sido lo que desencadenó la reacción policial para dispersar la reunión.

“Esto no debió suceder… Cuando lleguen a su casa van a poner a sus familias en peligro, nos pondrán a todos en peligro. Todo por una noche de diversión, algo que no lo vale”, comentó la persona que reportó la fiesta.

Nadie fue arrestado y todos los presentes fueron enviados a sus hogares, aunque posteriormente el dueño de la vivienda recibió una citación judicial al respecto.

La citada fiesta fue una notoria violación de los lineamientos para frenar la pandemia en Chicago, pero no ha sido el único caso. De acuerdo al vocero de la policía de esa ciudad, citado por el Post, se han disuelto más de 5,200 grupos que “desafiaban las reglas para frenar la expansión del virus” del 31 de marzo a la fecha. Todo ello mientras en Chicago, de acuerdo a cifras de la ciudad, se han registrado hasta el pasado 27 de abril 18,679 casos de COVID-19 y 773 muertes.

En todo el Condado de Cook, donde se ubica esa ciudad, las cifras son 45,883 y 1,983 respectivamente.

Aunque se han logrado avances en la contención del coronavirus, la epidemia aún está activa y letal en la ciudad. ¿Por qué entonces esos jóvenes se reunieron de ese modo desoyendo las normas oficiales, los lineamientos médicos y el sentido común? ¿Temeridad juvenil, irresponsabilidad, ignorancia, afán de notoriedad, ansiedad ante un prolongado encierro, estupidez a secas?

Cada uno puede sacar su conclusión, pero lo cierto es que fiestas como esa y otras acciones, como playas llenas de personas que se han visto en varios estados recientemente, son de alto riesgo, para los que se reúnen y para la salud pública.

Una playa colmada de gente en Jacksonville, Florida, el pasado 19 de abril. (Getty Images)
Una playa colmada de gente en Jacksonville, Florida, el pasado 19 de abril. (Getty Images)

Por ejemplo, la presencia de una sola persona infectada en un funeral y en un cumpleaños, recuerda el Post, bastó para desatar una cadena de 16 contagiados y tres fallecimientos en el área de Chicago. Así, el posible saldo de esa fiesta, del todo indeseable pero posible, podría resultar muy dramático.

Por ello, cuando comienzan poco a poco a relajarse las medidas de cierre ante el coronavirus, en algunas partes de EEUU más rápido o ampliamente que en otros y en varios casos de modo prematuro, cabe reiterar que medidas básicas como el distanciamiento social, el usar máscara en lugares públicos y el evitar grandes concentraciones de personas siguen siendo imperativas para frenar el COVID-19 y prevenir rebrotes de la epidemia.