La regadera que se tragó a un capo o el escape que nadie puede creer

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Por Angélica Ferrer

Un hueco de 50 por 50 centímetros en una regadera, un túnel de 1.5 kilómetros de largo y una motocicleta, fueron los únicos elementos que necesitó el líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán para escapar del penal del Altiplano, en México, el 11 de junio de 2015.

No era la primera vez que Guzmán Loera huía de un centro penitenciario de alta seguridad; en 2001 escapó del penal de Puente Grande, en Jalisco. El hombre más buscado por la DEA e Interpol tiene experiencia en evadir la justicia.

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Nadie vio ni escuchó nada

Según las cámaras de seguridad del Altiplano, la última vez que fue visto “El Chapo” en su celda fue a las 20:52 horas del sábado 11 de junio de 2015.

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El ruido provocado por una televisión, amortigua martillazos y sonidos de construcción que, al parecer, son imperceptibles para los policías federales que monitorean a los presos.

A las 21:17 horas, al notar que algo “extraño” sucedía en la celda, la policía envía a los custodios, quienes se percatan de la ausencia de Guzmán Loera y alertan por radio a su comandante que deben actuar rápido o no alcanzarán a detenerlo.

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Doce minutos después, Roberto Cruz Bernal, supervisor de custodios y Emmanuel Conchillos, uno de los monitoristas, entran a la celda y revisan el agujero pero ya es demasiado tarde. El capo huyó después de estar recluido en este sitio desde el 21 de febrero de 2014.

La fuga ocurrió en aproximadamente 15 minutos, en los que Guzmán Loera utilizó una motocicleta y algunos tanques de oxígeno para recorrer el camino trazado bajo tierra, que desemboca en una casa en obra negra de la colonia Santa Juana Centro.

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Aunque se desconoce el tiempo en el que se realizó el túnel por el que salió el narcotraficante, ni los vecinos de la zona ni las autoridades penitenciarias se percataron del ruido provocado por la maquinaria utilizada en la construcción.

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¿Dónde está el “Chapo”?

Desde las primeras horas del 12 de junio de 2015, el gobierno federal desplegó un operativo en todo el país para encontrar al líder del Cártel de Sinaloa. Carreteras cercanas a Almoloya fueron cerradas, al igual que el aeropuerto de Toluca, Estado de México.

Por la fuga del narcotraficante, en septiembre fueron detenidos 23 ex servidores públicos, entre los que destacan el ex director del penal, Valentín Cárdenas, la ex coordinadora de los Centro Federales de Readaptación Social, Celina Oseguera, la directora jurídica del Altiplano, Leonor García, custodios y otros empleados del lugar.

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Desde entonces, han sido varias las ocasiones en que se ha dado la alerta sobre su ‘casi’ captura, con operativos en México y algunos países de Centro y Sudamérica. Lo único que se sabe con certeza es que, para lograr un escape de esa naturaleza, más que tecnología, lo que se necesitó fue mucho dibero para coptar y corromper a todos los encargados de vigilar y mantener preso al narcotraficante con más peso en el mundo. Por lo demás, al ‘Chapo’ literalmente se lo tragó la tierra.

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