La razón por la que AMLO debería defender a Ricardo Anaya contra la 'guerra sucia'

Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya, candidatos a la presidencia de México | Fotos: Cuartoscuro
Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya, candidatos a la presidencia de México | Fotos: Cuartoscuro

Empezamos a entender para qué sirve el periodo que el Instituto Nacional Electoral llama “intercampañas”, se puede utilizar para realizar una “guerra sucia” y minar la credibilidad del adversario. Es lo que vemos con las acusaciones en contra de Ricardo Anaya que, desde el SAT, la PGR y el PRI, se instrumentan para promover la movilidad de José Antonio Meade, del tercer lugar en las
encuestas, al segundo lugar que ocupa el candidato de la alianza “Por México al Frente”.

Para los estrategas del PRI ser competitivos implica ocupar el segundo lugar y desde esa posición, ir en contra de Andrés Manuel López Obrador que desde hace meses se mantiene en el primer lugar de las preferencias electorales en las encuestas de los medios.

En la “intercampaña” López Obrador tiene poco más de nueve puntos de ventaja respecto de su más cercano adversario, Ricardo Anaya.

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Según el Barómetro Electoral Bloomberg, publicado por el periódico El Financiero, sistema de agregación de encuestas ponderadas por su nivel de calidad, revela que Andrés Manuel López Obrador, candidato de “Juntos Haremos Historia” tiene el 40.3% de la intención del voto; Ricardo Anaya de la alianza “Por México al Frente” cuenta con el 31.4%; y en el tercer lugar está José Antonio Meade de la alianza “Todos por México”, con el 19.3%.

La persistencia de los resultados de las encuestas explica la “guerra sucia” emprendida en contra del candidato del PAN, PRD y MC. Ha logrado detener la campaña de Ricardo Anaya que, por dos semanas, se ha defendido de los ataques que le dirigen desde el SAT, la PGR y el PRI.

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En un hecho sin precedentes, la PGR difundió un video en el que se observa al candidato Ricardo Anaya, referirse al jefe de la unidad antilavado de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), Mauro Rodríguez, como “hijo de puta”.

Frente a la divulgación de las imágenes, el aspirante presidencial dijo que esto es una prueba más de que la PGR se ha convertido en la oficina de la guerra sucia del PRI contra sus opositores.

Aparentemente, la confrontación entre el PRI, PV, NA y el PAN, PRD MC podría interpretarse como benéfica para López Obrador que, desde algún lejano lugar de su peregrinar por el país, sólo comenta que sus dos adversarios deberían de ser investigados por la PGR.

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Según la ley electoral la campaña en busca de la presidencia empieza el 30 de marzo, ello implica que en los siguientes 30 días la “guerra sucia” contra Ricardo Anaya podría radicalizarse con el testimonio de algunos de los implicados en los delitos que se le imputan, es el caso de Manuel Barreiro que podría ser citado a declarar cómo y de dónde sale su fortuna, con cuántos años de trabajo la construyó y con qué actividades lícitas ha podido acumular la cantidad de dinero y patrimonio que tiene.

En la estrategia de la propaganda política se deben construir escenarios y crear las condiciones para que se realicen y es lo que hacen los estrategas de Meade.

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El objetivo real de su escenario es alcanzar y desplazar a López Obrador y cuando ese momento llegue, es posible que la “guerra sucia” en contra de Ricardo Anaya nos parezca apenas un ensayo de lo que se podría hacer contra el candidato de Morena.

Por ello llama la atención que López Obrador se mantenga al margen del ataque contra Anaya cuando debería seguir la estrategia de poner en práctica el viejo consejo que dice que “El enemigo de mi enemigo es mi amigo”, es decir, debe reconocer que lo que tiene en común con Ricardo Anaya es el deseo de sacar del poder al PRI y eso sólo se logra impidiendo que repita en el poder otros seis años.

Ocupar el primer lugar en las encuestas no es suficiente para López Obrador.

Conviene traer a la memoria que en las dos experiencias anteriores también estaba en el primer lugar de las encuestas y por ello se recurrió a la disuasión de los votantes, señalándolo como un peligro para México.

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Para neutralizar esa imagen, que tal vez le impidió llegar a la presidencia, López Obrador ha tenido que invertir años de esfuerzo y proyectar una imagen distante a la que se le imputo en aquella ocasión.

El escritor Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, desde Madrid, revivió esa imagen al comentar, durante la presentación de su libro “La llamada de la Tribu”, que esperaba que no ganara López Obrador porque sería un retroceso tremendo para la democracia. “Mi esperanza es que haya suficiente lucidez como para ver a donde conduce ese suicidio de votar por el populismo, de votar por la demagogia, con recetas que están absolutamente fracasadas en el mundo entero”.

Al respecto López Obrador solo dijo: “Es buen escritor pero mal político. No me voy
a enganchar, amor y paz”.

La guerra sucia de la disputa por el poder está en marcha. Contra Ricardo Anaya es intensa. Se prepara el turno de para López Obrador.

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