La prominente congresista hispana que ha desafiado al liderazgo del Partido Demócrata en EEUU

Entre los demócratas también se cuecen habas, diría el dicho.

Mucho se ha hablado de las tribulaciones dentro de la bancada republicana en el Congreso, los desencuentros ideológicos y políticos entre sus facciones moderada y de derecha radical, la erosiva conducta de Donald Trump y sus severas dificultades para aprobar leyes sustantivas, pese a tener mayoría en ambas cámaras. El propio presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, ha optado por no reelegirse y con ello queda vacante una posición clave.

Pero en la minoría demócrata también hay diferencias y pugnas por el liderazgo presente y futuro, sobre todo en el caso de que el Partido Demócrata lograra recuperar la mayoría en la Cámara Baja en las elecciones de noviembre.

Uno de los diferendos de singular interés lo ha protagonizado la latina de más alto rango dentro de los congresistas demócratas, Linda Sánchez, representante por California, segunda en la dirigencia del caucus demócrata y, como relata Politico, la número 5 en general dentro de la jerarquía de su partido.

Linda Sánchez, congresista demócrata por California. (Reuters)
Linda Sánchez, congresista demócrata por California. (Reuters)

El año pasado, Sánchez hizo un llamado para que se dé un cambio en el liderazgo demócrata en la Cámara Baja, cuya actual líder Nancy Pelosi ha estado al frente de su bancada desde 2004, con un periodo como presidenta de la Cámara de Representantes luego de las elecciones de noviembre de 2006, cuando los demócratas se convirtieron en mayoría hasta que los republicanos los desbancaron en los comicios de 2010.

Las razones de Sánchez, comenta Politico, para expresarse públicamente a favor de un cambio al frente de su bancada tendrían que ver con la noción de que se requiere un nuevo liderazgo demócrata, con líderes jóvenes (Pelosi tiene 78 años) y que puedan conducir a su caucus con una perspectiva renovada.

Pelosi, además, es con frecuencia asociada al establishment de Washington, es un blanco frecuente de las críticas de los republicanos y los ataques de Trump y, en contraste, desde el ala más progresista del Partido Demócrata se le tiende a considerar conservadora, presumiblemente demasiado centrista para ellos y para un partido que poco a poco se ha ido corriendo a la izquierda.

En contrapartida, Pelosi continúa teniendo muy amplia influencia y margen de acción, y su capacidad de recaudación de fondos en apoyo de campañas demócratas es mayúsculo, lo que la ha apuntalado a su posición de líder.

Politico afirma que Sánchez habría entrado en conflicto con la actual dirigencia demócrata por expresar esa idea de renovación (que sería aún más importante si los demócratas recuperaran la mayoría en la Cámara), pues aunque muchos legisladores demócratas la creen necesaria, esa idea se había mantenido por lo general en reserva, no expresada abiertamente. Por esa crítica, la posición de Sánchez en el caucus estaría en posible riesgo, de acuerdo a Pelosi, en el caso de que sus leales determinaran retarla y desplazarla.

Las críticas a Pelosi no son nuevas ni dentro ni muchos menos fuera de su entorno partidario, pero lo cierto es que ella y los otros líderes demócratas se han mantenido firmes en la idea de seguir en sus posiciones tras las elecciones de noviembre, máxime si recuperan la mayoría y Pelosi puede volver a ser presidenta de la Cámara. Pero también es cierto que en algún momento será necesario renovar el liderazgo demócrata, pues a la veteranía de Pelosi se suma que el número dos demócrata en la Cámara está por cumplir 79 años.

Y aunque las tendencias al respecto han mostrado a los demócratas con buenas posibilidades de recuperar esa mayoría, nada es seguro al respecto. FiveThirtyEight, por ejemplo, estima que los demócratas tienen un 45.6% de respaldo con miras a las elecciones legislativas de noviembre, frente a un 40.4% de los republicanos, pero el margen demócrata se ha venido reduciendo en los últimos meses (en enero tenían un 50% de apoyos) y aún hay mucho recorrido de aquí a los comicios de noviembre.

En todo caso, Politico afirma que tras su llamada a una renovación de liderazgo demócrata, Sánchez podría encarar un reto a su posición de liderazgo en el caucus demócrata, aunque nadie ha sido mencionado públicamente al respecto y tampoco es que la demócrata carezca de apoyos en su bancada.

Y señala que el Caucus Hispano, que agrupa a los demócratas latinos en el Congreso, también podría ver transformada su influencia si Sánchez, una de sus figuras más prominentes, sube o baja en las jerarquías camerales y partidarias.

Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes. (Reuters)
Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes. (Reuters)

Con todo, ni el Caucus Hispano ni en general las pugnas por el liderazgo demócrata pasan por los hechos o dichos de una sola persona, y hay muchas otras figuras legislativas que también han expresado recientemente desacuerdos o confluencias con Pelosi y otras, en el grupo latino, que tienen una proyección de futuro sustantiva y que en algún momento podrían ocupar posiciones de mayor magnitud. El representante Joaquín Castro de Texas, por ejemplo.

Además, según The Washington Post, los llamados dentro de la bancada demócrata para que Pelosi deje su lugar a otras figuras estarían actualmente cediendo, al menos por ahora, por la convicción de que deben poner sus prioridades en ganar la mayoría en noviembre y plantar cara a Trump y su agenda. Confrontaciones internas por el liderazgo antes de la elección serían contraproducentes, de acuerdo a legisladores consultados por el citado periódico.

Tras los comicios los demócratas (y también los republicanos) podrán entonces proceder a la definición de su líder con una balanza de poder definida, y en todo caso Pelosi es la candidata demócrata puntera para ello.

Y, por lo demás, Sánchez no sería la única voz que habría públicamente expresado la idea de un cambio de liderazgo demócrata, pues de acuerdo al Post otros congresistas han expresado esa perspectiva también. Por ejemplo, Kathleen Rice de Nueva York ha hablado sobre lo estático del liderazgo demócrata y el recientemente electo Connor Lamb, de Pennsylvania, expresó públicamente durante su campaña que no apoyaría a Pelosi.

En todo caso, por lo pronto todo ha quedado en dimes y diretes pues en realidad no existiría actualmente una oposición activa capaz de desplazar a Pelosi, ni tampoco Sánchez encara todavía rival formal en su posición de liderazgo en el caucus. Así, más allá de posibles animadversiones, desencuentros ideológicos o recambios con miras al futuro, el resultado electoral de noviembre será determinante en todo ello y no solo en la definición de nombres para las posiciones de mayor poder en la Cámara sino para la conducción general del país.

Sigue a Jesús Del Toro en Twitter: @JesusDelToro