La primera foto “fake” y el corresponsal que mintió para mostrar una versión heróica de una guerra

Roger Fenton era un reconocido artista que no fue contratado para hacer periodismo sino un trabajo comercial en Crimea

En 1855, el editor Thomas Agnew encargó a Roger Fenton a fotografiar la guerra de Crimea. Investigaciones posteriores han asegurado que esa foto fue trucada. (Foto de SSPL/Getty Images)
Esta es la foto que manipuló el británico Roger Fenton de la guerra de Crimea en 1855. (Foto de SSPL/Getty Images)

La primera fotografía famosa de una guerra también fue la primera imagen “fake” de la historia. Se llama “El valle de la sombra de la muerte” y fue tomada por el fotógrafo británico Roger Fenton en 1855 durante la Guerra de Crimea, el primer conflicto bélico del que se tienen testimonios fotográficos.

La Guerra de Crimea fue un sangriento enfrentamiento que duró tres años ( 1853-1856 ) entre el Imperio ruso y el reino de Grecia contra una coalición formada por el Imperio otomano, Francia, Gran Bretaña y el reino de Cerdeña.

La cuestionada foto forma parte de una extensa colección de imágenes tomadas por Fenton, quien había sido enviado a esa región peninsular de Europa Oriental sobre el Mar Negro para ofrecer al mundo una idea de lo que ocurría en un campo de batalla.

La mayoría de las fotos muestran escenas de la vida diaria del campamento y del personal militar.

Un video publicado por Fox reveló las investigaciones del documentalista Errol Morris, quien se ha dedicado a estudiar a fondo la imagen más peculiar de Fenton y la que ha despertado más suspicacias de los críticos. La foto de El Valle de la sombra de la muerte resalta entre las demás no solo porque no aparece ninguna persona sino porque de las cientos de imágenes que tomó en Crimea es la única que tiene una segunda versión.

Las dos fotos son casi idénticas, muestran el mismo paisaje devastado, desde la misma posición de un trípode, pero con una diferencia clave. La foto que se volvió famosa muestra balas de cañón esparcidas por el camino. Mientras que en la segunda foto no hay ni rastros de los proyectiles.

Es inevitable tener la duda de qué podría haber ocurrido. ¿Será que Fenton quitó las balas del camino o será que él fue el que colocó las balas allí, como han señalado algunos historiadores fotográficos?

¿Primero fue la gallina o el huevo?

Morris pasó meses investigando el asunto antes de ofrecer su versión de lo ocurrido en un artículo publicado en tres partes en el diario The New York Times.

La imagen de la izquierda es la foto trucada en la que aparecen unas balas de cañón esparcidas por el camino. La imagen de la derecha es la fotografía original. (Captura de pantalla de video de VOX)
La imagen de la izquierda es la foto trucada en la que aparecen unas balas de cañón esparcidas por el camino. La imagen de la derecha es la fotografía original. (Captura de pantalla de video de VOX)

La primera persona en señalar que la foto había sido manipulada fue la escritora y cineasta estadounidense Susan Sontag. Ella dijo que Fenton fotografió el lugar como lo encontró y después colocó las balas de cañón para crear la segunda imagen.

“El argumento es que la foto con (balas) fue trucada. Él las puso en el camino para crear una imagen más dramática”, dice Morris. Sin embargo, insiste en que debería existir otro tipo de evidencia independiente de las conjeturas sobre lo que pensaba Fenton.

En una carta enviada a su esposa, Fenton le cuenta que tomó dos buenas fotografías en el valle de la muerte pero no menciona cuál tomó primero, ni lo que ocurrió en el tiempo que transcurrió entre las dos capturas.

Morris entrevistó a cinco curadores de museos e historiadores fotográficos con bastos conocimientos sobre Fenton y al final quedó con sentimientos encontrados sobre cuál foto fue tomada primero.

La curiosidad llevó a Morris a viajar hasta el lugar exacto del Valle de la sombra de la muerte donde Fenton había tomado las imágenes y pasó horas fotografiando balas de cañón desde distintos ángulos y a diferentes horas del día con la esperanza de observar algún detalle que lo ayudara a resolver la incógnita.

Pero sus esfuerzos fueron en vano porque la expedición no lo ayudó a descubrir cuál imagen fue tomada primero.

La respuesta no estaba en la balas de cañón sino en unas rocas que se encontraban a un lado del camino. Al observar que las piedras que aparecían más arriba habían rodado hacia abajo en la foto de las balas, Morris pudo identificar que la foto original era la de la imagen despejada. Seguramente las piedras cayeron hacia abajo por la acción del paso de personas por el lugar o de los que ayudaron a Fenton a colocar las balas en el camino.

La foto trucada fue exhibida en Londres en 1855, junto al resto del material que trajo Fenton de la guerra. Los reportes de prensa de la época celebraron la existencia de ese nuevo medio y alabaron su exactitud al documentar lo ocurrido.

Uno de los periodistas que hizo comentarios sobre la foto dijo que el lugar “literalmente cubierto de proyectiles” mostraba con gran distinción lo que los soldados británicos tuvieron que soportar durante la guerra.

El artista convertido en corresponsal

Otra pregunta que falta por resolver es por qué Fenton se tomó la molestia de trucar esa imagen.

Fenton nació en una familia aristócrata británica en 1819 . En su juventud se reveló a los deseos de sus padres y abandonó la carrera de derecho para dedicarse a la pintura. Se formó en Paris y Londres como pintor pero la aparición de la fotografía cautivó su atención y para la década de 1850 ya se había convertido en un referente de la fotografía inglesa,

Campamento de caballería, mirando hacia Kadikoi, 1855. Obra realizada en papel salado, procedente del álbum 'Fotografías del asiento de la guerra en Crimea' (1856). Artista Roger Fenton. (Foto de Heritage Art/Heritage Images vía Getty Images)
Campamento de caballería, mirando hacia Kadikoi, 1855. Obra realizada en papel salado, procedente del álbum 'Fotografías del asiento de la guerra en Crimea' (1856). Artista Roger Fenton. (Foto de Heritage Art/Heritage Images vía Getty Images)

Fue miembro fundador de la Photographic Society y captó imágenes paisajísticas y arquitectónicas con tal habilidad técnica y refinamiento estético que su trabajo llamó la atención de la reina Victoria y el príncipe Alberto.

Historiadores señalan que el marchante de artes Thomas Agnew contrató a Fenton, avalado por el príncipe Alberto, para viajar Balaclava, que en la actualidad es una región del sur de Ucrania, para para documentar la Guerra de Crimea.

Pero como su trabajo no era periodístico sino comercial, diseñado para producir un portafolio de fotografías de héroes de la guerra, Fenton mostró una visión positiva de la campaña.

Otra versión la ofrece una investigación sobre las consecuencias de la manipulación fotográfica en las agencias de noticias.

El estudio realizado en la Universidad Camino José Cela por Eva Lavín De Las Heras y Javier Chivite Fernández señala que el fotoperiodismo de guerra nació en la Guerra de Crimea cuando el diario The Times envió a Willian Howard Russell a cubrir el conflicto.

El periodista asumió una posición muy crítica ante el gobierno y el ejército británico y los responsabilizaba de ineptitud por causar muertes innecesarias y de no tener los recursos adecuados para atender a los numerosos heridos.

Para contrarrestar la creciente ola de impopularidad que producían esos reportes de Russell, el gobierno británico decidió enviar a Fenton y a su asistente Marcus Sparling, quienes trabajaban para el The Illustrated London News, un diario con una línea editorial más suave que The Times.

“La directriz era muy clara: proporcionar una impresión diferente, más benévola de lo que estaba ocurriendo. Para ello, Fenton buscó sus protagonistas, básicamente, según Pardo Despierto (1990), en los cuadros de oficiales y altos jefes, pero tampoco desdeñó el encuentro con la tropa”, dijo la investigación.

Sontag argumentó que el motivo por el que Fenton solo publicó imágenes de los soldado y el campamento fue porque tenía instrucciones específicas del Ministerio de Guerra de no fotografiar muertos, mutilados ni enfermos, según el estudio.

Entonces la escena del camino cubierto de balas de cañón fue una fabricación para crear una imagen alegórica que simbolizara la valentía de la alianza.

Morris dice que la relación entre la fotografía y la realidad es complicada.

Después de su largo análisis Morris no se aventura a sumarse a la postura de Sontag. Comprobó que efectivamente la foto de las balas de cañón es un bulo pero no sabe por qué esos proyectiles fueron colocados en el camino ni puede comprobar que fue Fenton el que los colocó allí.

“Cada fotografía es esencialmente un misterio. Y es un misterio que nos pide ser resuelto”, expresó Morris.

Fuentes: Yahoo! news, The New York Times, Huffpost, Petapixel, Core.ac.uk, Vox, NGA.

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