La posible explicación de chupar la lengua al Dalai Lama

Las imágenes del Dalai Lama besando a un niño nos cayó muy mal en la Pascua porque para los que vivimos en la cultura occidental, el contacto físico entre un líder religioso y un niño suele disparar todas las señales de alarma. Tan sólo en España, han sido registrados 953 casos de pederastia y 1.802 víctimas de la iglesia católica desde que el diario El País abrió un buzón de denuncias en 2018.

Pero el budismo nunca ha tenido tan mala fama. Por eso el video de dos minutos y cinco segundos en el que el Dalai Lama besa a un niño en los labios y luego le pide que le chupe la lengua ha sacudido las redes sociales y generado una ola de críticas contra el líder budista.

El encuentro que ha desatado la indignación de muchos ocurrió a fines de febrero en el templo del Dalai Lama en Dharamshala, donde asistieron unos 100 jóvenes estudiantes recién graduados de la Fundación M3M de India.

Más allá de que su santidad pidió disculpas al niño y a su familia y expresó arrepentimiento público por el dolor que sus palabras y acciones pudieron haber causado, la opinión pública se pregunta si el Dalai Lama ha recibido alguna denuncia por abuso sexual a menores o si existe alguna explicación cultural posible que justifique un acto que en occidente es considerado repugnante.

A simple vista, en los archivos disponibles en internet no hay señales de que el Dalai Lama hubiera incurrido en situaciones inapropiadas de naturaleza sexual con menores de edad. Pero sí han circulado artículos de prensa que señalan que se ha hecho la vista gorda ante denuncias de violaciones realizadas por monjes budistas a niños.

Sobre la ocurrencia de Tenzin Gyatso de sacar la lengua al niño y pedirle que se la chupara podría haber una explicación en la cultura tibetana tradicional.

Un informe del Instituto de Estudios de Asia Oriental, de UC Berkeley, señala que “un cruel rey tibetano del siglo IX tenía una lengua negra, por lo que la gente saca la lengua para demostrar que no son como él (y que no son su reencarnación)”.

La folclorista Norine Dressner explicó en 1997 en Los Angeles Times el motivo por el cual los niños le sacaban la lengua al personaje interpretado por Brad Pitt en la película “Siete Años en el Tíbet”.

Como los budistas creen en la reencarnación, temen que el malvado rey Lang Darma reencarnaría algún día. Por eso, durante siglos han mantenido la tradición de saludar demostrando la lengua para confirmar que no son culpables de hacer el mal.

“Hoy en día, cuando los tibetanos se encuentran, extienden brevemente la lengua a modo de saludo. No extienden la lengua tanto o durante tanto tiempo como se muestra en la película. Tampoco extenderían sus lenguas como grupo. Además de ser un saludo, sacar la lengua se usa para mostrar acuerdo, y en los últimos años este gesto se ha convertido en una señal de respeto”, dijo la experta.

Pero de sacar la lengua como señal de respeto a chuparla hay un largo trecho. Especialmente en la India, el país donde la figura más sagrada del budismo tibetano ha vivido desde 1959, cuando China anexó el Tíbet.

En el hinduismo, el beso representa la unificación cósmica de los polos opuestos del hombre y la mujer. Pero besarse en público sigue siendo un tabú absoluto. A los jóvenes heterosexuales, solo se les permite besarse después de la boda, y por esa razón los hoteles a menudo solicitan un certificado de matrimonio para alojar parejas del sexo opuesto.

En ese contexto cultural, se comprende la confusión y timidez del niño indio que se vio conminado a pesar y tocar la lengua en un acto público al líder espiritual budista.

Otras polémicas

La controversia del beso del niño indio no es la primera en la que se ha visto envuelto en Dalai Lama, pero sí la más perturbadora.

En 2019, afirmó que si una mujer llegara a sucederlo debía ser “más atractiva” que él durante una entrevista con la icónica BBC. El comentario machista enfureció a muchos británicos aunque durante la conversación estaba sonriendo, hizo muecas y se notaba que estaba bromeando.

Durante la misma entrevista de la BBC, el Dalai Lama también criticó al entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y dijo que "carece de principios morales".

Unos meses más tarde, tuvo un gesto desafortunado con los refugiados, aunque el mismo Dalai Lama es un exiliado. En un seminario en Suecia, opinó “¿Toda Europa (será) finalmente convertida en un país musulmán? Imposible. ¿O un país africano? También imposible”, dijo, y agregó que es mejor “dejar Europa para los europeos”.

“Recíbalos, ayúdelos, edúquelos… pero eventualmente deberían desarrollar su propio país”, comentó. En esa misma conferencia dijo que Europa era "moralmente responsable" de ayudar a un refugiado solo sí realmente su vida corría peligro.

El Dalai Lama es el decimocuarto líder en ostentar el título. Los budistas tibetanos consideran que es una reencarnación de sus predecesores. Se cree que los líderes son manifestaciones del Bodhisattva, o Buda, de la Compasión, seres iluminados que eligen reencarnarse para servir a los demás.

Fuentes: Los Angeles Times, Berkeley, The Guardian, India Today, El País, Buddistdoor.

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