La policía italiana echa de la Plaza de San Marcos a un pintor sin saber que es una eminencia

De haberlo sabido no habría cambiado nada porque, según fuentes policiales, “la ley se aplica a todos”. Esa es la respuesta oficial que las autoridades venecianas han dado a las protestas generadas después de que Ken Howard, un afamado pintor británico con casa en Venecia que lleva medio siglo pintando la ciudad, fuese expulsado de la Plaza de San Marcos junto con su caballete y sus pinturas por estar allí sin autorización.

St Mark’s Square in Venice is a hit with tourists thanks to its iconic setting and panoramic views. Source: Getty
St Mark’s Square in Venice is a hit with tourists thanks to its iconic setting and panoramic views. Source: Getty

La expulsión tuvo lugar el pasado domingo. Como es su costumbre desde hace cincuenta años, Ken Howard, expresidente del New English Art Club, académico real desde 1993 y caballero de la Orden el Imperio Británico, se apostó con sus herramientas de trabajo en un lugar de la Plaza de San Marcos. Allí estaba captando la belleza del lugar como tantas otras veces cuando la policía municipal se le acercó y le pidió que abandonase su puesto con sus bártulos.

¿Por qué? No tenía autorización para estar allí. No hubo multa ni enfrentamiento de ningún tipo. Sin embargo, lo ocurrido al pintor de 86 años fue compartido por Massimiliano Bergamo en su perfil de Facebook y la noticia empezó a moverse generando cierto revuelo e indignación entre los amantes del arte. Amigo del artista, relató lo ocurrido en un post, además de los innumerables méritos de Howard, y pidió públicamente “disculpas en nombre de Venecia a mi amigo Ken y a su esposa Dora Bertolutti, grandes amantes de Venecia que siempre la llevan en el corazón y alrededor del mundo”.

Al adquirir cierta repercusión los hechos fue cuando se produjo la explicación oficial a lo sucedido. Según publica Il Corriere della Sera en su edición veneciana on line, el Comude di Venezia ha explicado que los agentes no sabían quién era Howard, pero que haberlo sabido no habría cambiado nada porque el reglamento es el que es y es igual para todos.

Marco Agostini, comandante de la policía municipal, ha añadido que el domingo estaba lloviendo y los pórticos estaban llenos de gente que buscaba refugio para no mojarse porque que “no podía quedarse allí con el caballete”. Además, añade que “la policía solo ha hecho su trabajo”, aplicar la ley.