La policía endurece su campaña de moral islámica en las calles de Teherán

Teherán, 20 jun (EFE).- Con el buen uso del "hiyab" o velo islámico y la segregación de sexos por bandera, la policía de Irán ha reforzado este mes su campaña de presión contra la población iraní, y también extranjera, que no acata a rajatabla la concepción de moralidad de las autoridades.

Coincidiendo con el fin del mes sagrado de ramadán y el comienzo del calor veraniego, las fuerzas de seguridad han cerrado cafeterías y restaurantes de modo temporal, detenido a jóvenes que estaban flirteando en las calles y acosado incluso a los que asistieron a recepciones de embajadas europeas.

El primer toque de atención lo dieron durante el mes de ramadán, cuando la policía aumentó su vigilancia en la Universidad de Teherán para tratar que las estudiantes se cubrieran el pelo y el cuerpo con recato, lo que generó protestas.

A esto se sumó un incremento de las multas a aquellas mujeres que conducen sin pañuelo o a los conductores en cuyos vehículos alguna fémina se lo ha dejado deslizar hasta los hombros.

Multa y retención por unos días del coche fue el castigo impuesto a Ahmad Reza, un arquitecto de 35 años, que comentó a Efe que una vez en la comisaría no pudo evitar espetar cabreado al policía si no tenía "nada mejor que hacer" que mirar el cabello de su esposa.

Debido al llamado "mal hiyab" fueron también clausuradas más de 500 cafeterías y restaurantes en Teherán, según los datos divulgados este mes por Hosein Rahimí, comandante de la Policía de la capital.

"La actuación contra los que no cumplan con la ley islámica continuará de modo serio, independientemente de si los infractores violan esta norma en espacios cerrados o en las calles", advirtió Rahimí.

Una de las cafeterías afectadas, de la cadena Viuna y ubicada en el norte de Teherán, estuvo cerrada durante dos semanas debido a que las clientas no portaban el velo islámico como consideran apropiado las autoridades.

"Ahora estamos más bajo supervisión y, hasta que pase un tiempo y se normalice la situación, pedimos a cada rato a nuestras clientas que respeten su hiyab", dijo a Efe uno de los camareros.

La dueña de otra cafetería, que prefirió identificarse solo con su nombre de pila, Shirin, explicó que los policías suelen adoptar estas medidas tras visitar los locales vestidos de paisano con el objetivo de mostrar que están "atentos a todo".

También estuvo clausurada hasta esta semana la zona de restaurantes del conocido centro comercial Ava del norte de la ciudad, donde es además muy frecuente que los jóvenes flirteen.

Una forma de ligar popular en el República Islámica es el llamado "dor-dor", que se efectúa de coche a coche y que también se encuentra en el punto de mira de las fuerzas de seguridad.

El comandante de la Policía de Teherán informó al respecto de que 569 automóviles de alta gama habían sido parados y 13 personas arrestadas por practicar "dor-dor" en la calle Andarzgu, famosa para este tipo de flirteo.

La segregación de sexos y el uso obligatorio del velo fueron dos de las normas impuestas tras el triunfo de la Revolución Islámica de 1979, así como la prohibición del alcohol.

Por ello, cualquier fiesta mixta en la que las mujeres no vayan tapadas y se esté consumiendo alcohol se encuentra en el radar de las fuerzas de seguridad, que pueden irrumpir en las casas y detener a los asistentes hasta que paguen una fianza.

Así ocurrió el primero de este mes en el barrio de clase alta de Velenyak, donde fueron además detenidas por unas horas dos diplomáticas de nacionalidad británica y holandesa, a las que no se respetó su inmunidad.

La comunidad extranjera está preocupada por esta nueva campaña de las autoridades, según reconocieron varios diplomáticos a Efe, algunos de los cuales fueron asimismo parados por policías de paisano cuando salían hace una semana de una recepción en la Embajada del Reino Unido.

Este evento fue calificado en tono peyorativo por los medios oficiales como "fiesta mixta", el mismo término que se empleó para hablar de la recepción celebrada días antes en la Embajada de Italia, de la que incluso se filtró un vídeo.

En ese vídeo, aparece el famoso actor iraní Reza Kianian, a quien un reportero le preguntó por teléfono si se lo había pasado bien en la fiesta, aludiendo a que el artista dijo en una ocasión que en Irán no hubo un día alegre desde la Revolución Islámica.

Y esa parece ser la idea: controlar los pocos espacios de libertad y esparcimiento y forzar a la población a llevar una vida de recato, sacrificio y luto.

Marina Villén

(c) Agencia EFE