La pifia de Marcelo Ebrard con el hijo de AMLO y el mensaje oculto que envió al presidente

Marcelo Ebrard, aspirante a la candidatura por la presidencia de México, en una imagen junto a su esposa, Rosalinda Bueso. |  Foto Archivo Luis Barrón / Eyepix Group/Future Publishing via Getty Images
Marcelo Ebrard, aspirante a la candidatura por la presidencia de México, en una imagen junto a su esposa, Rosalinda Bueso. | Foto Archivo Luis Barrón / Eyepix Group/Future Publishing via Getty Images

Los próximos 70 días recorrerán el país los seis incondicionales de Andrés Manuel López Obrador que dicen que quieren coordinar los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, pero que realmente desean alcanzar la candidatura del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la presidencia de la república. Su tránsito por los 32 estados, según diseño del presidente, no es para que se confronten y si para que informen a sus simpatizantes y militantes cómo van a garantizar la continuidad de la cuarta transformación.

El método que se empleará para seleccionar al ganador será la aplicación de una encuesta, el preferido de López Obrador. Participan por parte de Morena Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal y Adán Augusto López, más dos advenedizos, Manuel Velasco del Partido Verde y Gerardo Fernández Noroña del Partido del Trabajo. Los competidores fueron invitados al juego y aceptaron las reglas de no agredirse, aceptar el resultado de la encuesta, no apoyarse en medios de comunicación conservadores y demás. La gira tiene el propósito de darlos a conocer, simular un procedimiento democrático y divulgar la “necesidad” de defender a la 4T.

En su primer día de actividades los seis aspirantes se trasladaron a diferentes entidades. Todos se esforzaron en mandar un mensaje dirigido a dos receptores. El público, enviado a los que asistieron a escucharlos y el real, dirigido a López Obrador para que se entere de cómo van a continuar lo que él empezó. Lo que implica que la encuesta es un elemento secundario para simular democracia y lo efectivo es la preferencia del presidente que designará al sucesor.

Los cuatro aspirantes de Morena desde hace meses se encuentran en la promoción de su imagen y en la disputa por la simpatía de López Obrador. Lo hicieron mediante la demostración de su eficiencia en los cargos públicos que desempeñaron hasta antes de que renunciaran. El significado de sus acciones fue garantizar al presidente su lealtad incondicional.

Destacaron en su el primer día de actividades dos mensajes enviados por Marcelo Ebrard, ambos dirigidos a López Obrador. El primero fue simbólico al iniciar su recorrido nacional en el Hotel Hilton, donde en 2011 reconoció que López Obrador había ganado la encuesta por la candidatura a la presidencia. Con este acto le recordó que antes él había reconocido su triunfo y que ahora esperaba que aceptara el suyo.

El segundo mensaje de Marcelo Ebrard fue para decir al presidente que le garantiza la continuidad de la 4T, pero que también será respetuoso de su familia. Esta señal la envió mediante el anuncio de que, al llegar a la presidencia, creará la secretaría de la Cuarta Transformación, que se encargará de la aplicación de los programas sociales del gobierno, así como de la vigencia de la austeridad republicana y vigilar que el presupuesto sea aplicado con los criterios de ahorro y austeridad. Para encabezarla dijo que había pensado en invitar a Andrés Manuel López Beltrán, de quien dijo que es un joven “muy destacado y brillante”. Es hijo del presidente y al incluirlo Ebrard garantiza respeto e impunidad.

El hijo del presidente, Andrés Manuel López Beltrán, rechazó la invitación de Ebrard mediante una carta, en ella dice: “Aunque agradezco tu generosa oferta, prefiero mantenerme al margen y rechazar la misma para que no pueda ser utilizada a favor o en contra de ninguno de nuestros compañeros, que, de manera legítima, trabajan también por liderar la defensa de la Cuarta Transformación del país”.

El anuncio de Marcelo Ebrard de crear la secretaria de la Cuarta Transformación fue criticado en medios de comunicación y el ambiente político. Algunos interpretaron que fue el intento por acercarse a López Obrador, desplazar a Claudia Sheinbaum como preferida del presidente, garantizar su lealtad y asegurar la continuidad de la 4T. Lo calificaron como un error grave, que hizo el ridículo y difícilmente se repondrá en lo que resta de su campaña.

La disputa real por la candidatura a la presidencia es entre dos. Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum. En las próximas diez semanas escucharemos diferentes formas de adulación dirigidas al presidente para darle certidumbre de paz cuando deje el poder.

No parece una ingenuidad la propuesta de Marcelo Ebrard de crear una secretaría de la 4T. Tiene la intensión de generar confianza en el presidente. Sólo garantiza la permanencia de la política social, el manejo transparente del presupuesto y la austeridad. Lo demás podrá cambiar. Como sucede cada seis años.

En su campaña Claudia Sheinbaum, a su manera, ya dijo que garantiza la continuidad de la 4T, con un sello personal y en esta frase cabe todo lo que se puede cambiar.

El discurso de los dos es para que López Obrador sepa que no será agredido. Que tendrá paz, no será perseguido ni los suyos.

Seguramente Ebrard tendrá oportunidad de explicar por qué dijo lo que dijo. La intención de su propuesta. En Palacio recibió el mensaje el joven “Andy”.

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