La peor pesadilla de un casero: inquilinos dividen su apartamento en 10 habitaciones para alquilarlas

Eddie Shiew asegura que es lo peor que le ha sucedido en su vida.

El hombre de origen asiático tiene una casa de tres pisos en Elmhurst, en el barrio Queens de Nueva York, que dedica a alquilar.

Recientemente alquiló el tercer piso, un apartamento de tres habitaciones, a Burak Firik y Dogan Kimilli por 2,500 dólares al mes. Pero después de firmar el contrato de arrendamiento, el propietario dice que recibió una llamada de uno de los inquilinos del primer piso, quejándose por las obras de construcción.

Shiew fue al edificio y lo que vio lo dejó boquiabierto.

“Fui al día siguiente y encontré que habían convertido un apartamento de tres dormitorios en uno de 10 habitaciones”, relató a la emisora local PIX 11.

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Los dos hombres habían dividido cada habitación en tres, con un claro propósito: alquilarlas en Airbnb.

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Shiew trajo algunos trabajadores, derribó todas las paredes levantadas por los inquilinos, cambió las cerraduras de las puertas, y exigió que Firik y Kimilli se fueran.

Pero los hombres obtuvieron una orden judicial en contra del propietario, alegando que los había dejado fuera sin acceso a sus pertenencias.

El juez ordenó que Shiew los dejara entrar de nuevo en el apartamento. Aunque los hombres no han hecho más reformas, están creando espacios para alquilar en Airbnb mediante el uso de cortinas como separadores de ambientes.

Al llegar al lugar, PIX11 habló con dos turistas que estaban pagando 35 dólares por noche por una habitación en el tercer piso. Se trata de un espacio muy reducido, con una colchoneta en el piso, y separado por cortinas. Ciertamente no se conseguirá un alquiler más barato en la ciudad de Nueva York.

Ahora el atribulado propietario ha contratado a un abogado y está tratando de desalojarlos, alegando que los dos hombres violaron los términos del contrato de arrendamiento, que indica que "con excepción de lo autorizado por el consentimiento del propietario, los inquilinos no harán reparaciones o alteraciones de las instalaciones.”

Firik envió un mensaje de texto desafiante a Shiew: “conocemos muy bien las leyes y no será capaz de desalojarnos nunca.”

El abogado de Shiew dice que espera que el tribunal ordenará el desalojo de los atrevidos inquilinos en un par de meses.

Firik y Kimilli aseguraron a la televisora local que vivían en el apartamento y negaron haber hecho las renovaciones, mientras que los inquilinos dicen que no conocieron nunca a los propietarios y sólo alquilaron y pagaron online a Airbnb.