"Preferencia sexual": la candidata de Trump a la Corte Suprema desata enojo y temor al usar este término ofensivo
El proceso de ratificación de la persona que reemplazará en la Corte Suprema a la recién fallecida jueza Ruth Bader Ginsburg es en Estados Unidos una fuente de polarización, tensión y conflicto político.
Primero porque el presidente Donald Trump y el Partido Republicano han avanzado a todo vapor para lograr la ratificación de su nominada Amy Coney Barrett, una jueza conservadora que de ser ratificada alterará el equilibrio ideológico en el interior de la Corte Suprema. Los demócratas consideran que se debe esperar a las elecciones para que se escuche la voluntad popular y sea el presidente electo quien haga esa nominación.
Y, segundo, porque la posición de Barrett, que de llegar al máximo tribunal crearía una amplia mayoría de seis jueces conservadores y solo tres liberales, podría afectar la vigencia de derechos de la comunidad LGBTQ, la legalidad del aborto y la validez de la Ley de Cuidado de Salud que garantiza la cobertura a personas con enfermedades preexistentes.
Es por ello que un término que utilizó Barrett durante su comparecencia ante el Comité Judicial del Senado en la primera etapa de su proceso de ratificación resultó fuertemente controversial e, incluso, ofensivo.
Cuando la senadora demócrata por California Dianne Feinstein le preguntó sobre la resolución Obergefell v. Hodges, con la que la Corte Suprema legalizó el matrimonio gay a escala nacional (una decisión que ha sido criticada por jueces conservadores que entonces quedaron en minoría), Barrett dijo que “yo nunca he discriminado con base en la preferencia sexual y nunca discriminaré con base en la preferencia sexual”.
Su frase encendió focos rojos, pues el uso del término “preferencia sexual” es ofensivo para la comunidad LGBTQ y una señal de que Barrett apoyaría las nociones de afirman que el ser homosexual, bisexual o transexual es algo que la persona ha preferido o elegido y, por ende, podría ser modificado.
El concepto de “preferencia sexual” ha sido base para la imposición de notorias y opresivas terapias para “curar” la homosexualidad y supone que si una persona LGBTQ enfrenta discriminación u otros problemas es debido a una decisión personal que puede cambiar.
Todos esos planteamientos son, como señaló Beth Greenfield en Yahoo, contrarios a la ciencia y ofensivos para la comunidad LGBTQ.
Al poco de que Barrett aludió a la “preferencia sexual”, organizaciones defensoras de la comunidad LGBTQ la criticaron fuertemente en redes sociales, y señalaron que el término legal y científicamente válido es “orientación sexual”, señalando que el uso de “preferencia sexual” ha sido un ariete usado desde posiciones antigay y ultraconservadoras para afirmar que una persona LGBTQ lo es por decisión y por ello podría cambiar y elegir ser heterosexual.
The correct term is sexual orientation. "Sexual preference" is a term often used by anti-LGBTQ activists to imply that sexual orientation is a choice. https://t.co/rT6g95gsG1
— GLAAD (@glaad) October 13, 2020
Una posición que, se afirma, no es solo homofóbica y falsa en términos científicos sino que supone que no habría por qué garantizar derechos a una persona o comunidad cuando su condición es, de acuerdo a ese planteamiento, algo que podría ser modificado por la propia persona o comunidad.
Varios senadores le replicaron a Barrett al respecto.
La senadora demócrata por Hawaii, Mazie Hirono, dijo que la “preferencia sexual es un término anticuado y ofensivo y no creo que lo haya usted [Barrett] usado accidentalmente… Si es su visión que la orientación sexual es una mera preferencia, la comunidad LGBTQ debe estar preocupada sobre si usted va a mantener su derecho constitucional al matrimonio. No creo que su uso del término ‘preferencia sexual’ haya sido un accidente… La orientación sexual es una expresión normal de la expresión de la sexualidad humana y es inmutable… es una parte clave de la opinión mayoritaria en Obergefell”.
Ante ello, Barrett se disculpó: “ciertamente no fue mi intención y nunca lo será el usar un término que cause ofensa a la comunidad LGBTQ. Si lo hice, pido una gran disculpa por ello”.
IMPORTANT:
Barrett used "sexual preference" (not "sexual orientation") when discussing her views on marriage equality.
This is a dogwhistle. The term "sexual preference" is used by opponents of equality to suggest that being #LGBTQ is a choice.#BlockBarrett #SCOTUSHearing pic.twitter.com/kkftq9l2l5— Lambda Legal (@LambdaLegal) October 13, 2020
Con todo, eso no cerró la discusión al respecto. El senador demócrata por New Jersey, Cory Booker, criticó a Barrett nuevamente al respecto a lo que ella respondió con una nueva petición de disculpas y añadió que “al usar esa palabra [preferencia] no quise implicar que eso no es una característica inmutable”.
Al margen de las disculpas, varias voces han considerado que el uso del término “preferencia sexual” hecho por Barrett, aunque no lo haya usado para ofender, sí revelaría la percepción que sobre el tema de la orientación sexual, el matrimonio gay y la protección de los homosexuales contra la discriminación que ella tendría y que estaría posiblemente en sintonía con la opinión de jueces de la Corte Suprema que, en el pasado, se opusieron a la protección de esos derechos específicos de la comunidad LGBTQ.
Y se le ha reprochado a Barrett que su dicho de que no discrimina ni discriminará por cuestiones de orientación sexual sería falsa, pues se afirma que ella fue parte de la junta directiva de una escuela que no aceptaba a los hijos de parejas del mismo sexo.
"I have never discriminated on the basis of sexual preference and would never discriminate on the basis of sexual preference." This is actually false: Barrett sat on the board of a school that refused to accept the children of same-sex couples. https://t.co/cHP7E92eh9
— Jill Filipovic (@JillFilipovic) October 13, 2020
Finalmente, la controversia por la nominación de Barrett, además de su tempo a pocas semanas de las elecciones, se incrementa por la noción de que ella sería el reemplazo de una juez, Ginsburg, quien consagró su vida a la defensa de los derechos de grupos antes desprotegidos y a la erradicación de la discriminación y, con ello, hizo aportaciones enormes al progreso de la sociedad estadounidense.
Al hablar de “preferencia sexual” y no de “orientación sexual”, muchos ven a Barrett como una posible fuente de regresión en aspectos clave por los que Ginsburg luchó durante toda su carrera y que son también logros de luchas cívicas que por décadas se han dado en la sociedad estadounidense.
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