La niña con síndrome de Down y cuatro madres

La historia de la pequeña Delaney es un ejemplo singular de determinación, apertura, esperanza y amor que inspira a no dejarse vencer y a luchar por la maravilla de la vida.

Todo comenzó en 2012, cuando Andrea Ott-Dahl, hoy de 34 años, y su esposa Keston Ott-Dahl decidieron ayudar a otra pareja de lesbianas a hacer realidad el sueño de tener un hijo. Las amigas de Andrea y Keston habían estado intentando sin éxito tener un bebé por años, y Andrea –quien ya era madre de varios niños– decidió ser la ‘madre de alquiler’ y tener el bebé que ansiaban sus amigas.

Su compromiso fue muy amplio, pues no solo llevaría en su vientre el bebé, sino que incluso donó óvulos para lograr la concepción.

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Andrea Ott-Dahl y su hija Delaney. (ABC)

Todo comenzó bien y cuando Andrea confirmó su embarazo la alegría irradió sobre las cuatro mujeres. Pero, como relató Good Morning America de ABC, las cosas dieron un giro inesperado. A los dos meses de gestación, los médicos diagnosticaron que Delaney, la bebé en el vientre de Andrea, padecía síndrome de Down y sus posibilidades de vida eran ominosas.

El panorama se tornó sombrío: si la bebé llegara a nacer, lo que posiblemente no conseguiría, sufriría problemas como ceguera, autismo, defectos cardiacos y enfrentaría al tener síndrome de Down el estigma y el rechazo social.

La solución era poner fin al embarazo, una posibilidad que la pareja amiga –las madres nominales de Delaney- aceptó presa del miedo, pero que la otra pareja, Andrea y Keston, rechazó. Andrea era además de madre subrogada, también la madre biológica de Delaney, por lo que ella decidió seguir adelante y no interrumpir el embarazo. Por un momento, las mujeres que iban a recibir a la bebé amenazaron con demandar a Andrea y Keston, pero nunca llegaron a nada, además de que habría resultado legalmente muy difícil forzar la terminación de un embarazo.

Así, Andrea y Leston decidieron que Delaney tenía derecho a vivir y a hacerlo a plenitud.

Ella nació el 2 de julio de 2013 y aunque ha tenido que enfrentar problemas, como una cirugía para corregir un defecto en el corazón, por lo demás Delaney es una niña sana que se desarrolla intelectual y emocionalmente. El síndrome de Down que padece no le ha impedido vivir una infancia feliz y ella y sus mamás ponen cada día todo de sí para que su futuro sea prometedor y maravilloso.

Delaney, sus hermanos y sus mamás son toda una familia, y la pequeña es un ejemplo de sobrevivencia y esperanza que ha inspirado a muchos y motivado la reflexión sobre lo que aún debe ajustar la sociedad para aceptar y apoyar a las personas con síndrome de Down y otras discapacidades.

Como Andrea y Keston han afirmado, y la propia Delenay ha confirmado con su experiencia, el tener síndrome de Down no condiciona irremediablemente el futuro de quien lo padece, sino que con educación y apoyo adecuados es posible desarrollarse y florecer. Ella ha ido cumpliendo las diferentes etapas de desarrollo infantil a un ritmo similar al de un pequeño sin síndrome de Down.

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La familia de Delaney, sus mamás, hermanos y abuelos. Nada estaría completo si ella faltara. (Facebook/Delaney Skye)

Por ejemplo, como en su momento comentó el periódico Mercury News, a finales de 2014 Andrea y Keston pidieron formalmente a Walt Disney incluir personajes discapacitados en sus películas. La idea es que los niños, al ver a personas con discapacidad en la pantalla, se familiaricen con ellas y rompan el estigma de ignorancia, miedo y rechazo que aún se padece al respecto. Delaney, por cierto, es una fan a toda prueba de ‘Frozen’.

Además, Andrea y Keston han hablado contra la práctica de interrumpir el embarazo cuando se detecta que el bebé tiene síndrome de Down: aunque señalan que enfrentar una realidad así tiene sin duda fuertes retos y compromisos, consideran que también ofrece momentos de amor y maravilla. Ellas están convencidas de que esos bebés tienen derecho a vivir y que con el apoyo y la dedicación suficientes pueden salir adelante y tener vidas hermosas y productivas.

Por ahora, la historia de Delaney, Andrea y Keston ha tomado forma de libro, titulado ‘Saving Delaney: From Surrogacy to Family”, una lectura que las mamás de la pequeña esperan resulte tan inspiradora como ha sido para ella protagonizarla. Para ambas mamás, Delaney es una maravilla y aunque el camino de su sobreviviencia, su vida y su desarrollo no han sido fáciles, ellas no lo cambian por nada.

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