La misteriosa desaparición de un hombre en un pueblo de 12 habitantes destapa intrigas entre vecinos y leyendas fantasmales

La misteriosa desaparición de un irlandés septuagenario en un remoto pueblo de una docena de habitantes en el norte de Australia ha desatado un inusitado interés por dilucidar quién habría querido eliminar a uno de los vecinos, en un lugar donde todos podrían ser culpables.

Paddy Moriarty/Captura de YouTube/Australian Channel
Paddy Moriarty/Captura de YouTube/Australian Channel

“Es una investigación única y es un misterio”, declaró el detective sargento Matt Allen de la policía del Territorio del Norte, sobre el caso de Patrick (Paddy) Moriarty, quien se esfumó el 16 de diciembre de la diminuta localidad de Larrimah sin dejar huella.

Moriarty fue visto por última vez en la taberna del Hotel The Pink Panter, donde bebió ocho jarras de la cerveza local y regresó a su casa acompañado de su perra Kellie.

Vivienda de Paddy Moriarty en Larrimah, Territorio del Norte, Australia (Captura de pantalla Canal 9 News Darwin).
Vivienda de Paddy Moriarty en Larrimah, Territorio del Norte, Australia (Captura de pantalla Canal 9 News Darwin).

Allen cree que algo repentino ocurrió cuando Moriarty estaba dentro de su casa, porque había un pollo dentro del microondas y comida sobre la mesa. Lo único que faltaba en la casa era Paddy y su fiel mascota. En su vivienda quedaron las llaves de su auto, sus gafas de lectura, su billetera y el sombrero que siempre usaba para proteger su calva del intenso sol australiano. Su cuenta bancaria ha permanecido inactiva en los ocho meses que han transcurrido desde la última vez que lo vieron con vida.

El detective está convencido de que si localizan al perro también encontrarán a su dueño.

“Creo que Paddy está muerto”, aseguró Allen, quien ordenó la búsqueda del cadáver en el vertedero de basura, los lagos y los matorrales que rodean al pueblo, pero no ha obtenido ningún resultado.

(Captura de pantalla de canal de Vimeo de la periodista Lucy Marks)
(Captura de pantalla de canal de Vimeo de la periodista Lucy Marks)

La hipótesis de homicidio del detective convierte a los 11 habitantes restantes en sospechosos del crimen.

El lugar del crimen

Larrimah es uno más de las decenas de diminutos pueblos esparcidos en la inmensidad del Territorio del Norte.

Si en lugar de formar parte de Australia fuera un país, los 1.420.970 km² del Territorio del Norte lo colocarían en el puesto 21 entre las naciones más grandes del mundo, después de Mongolia que cuenta con 1.564.116 km² .

Es más grande que Perú, Colombia y Bolivia y tiene 3 veces el tamaño de España y 4 veces el tamaño de Alemania.

Y así como es de grande, también es un lugar despoblado. Según las cifras emitidas en el último trimestre del 2017 por la Oficina Australiana de Estadísticas, el Territorio del Norte tenía una población de 246.700 habitantes, lo que ubica su densidad de población en 0,17 habitante por cada km².

Otra rareza en Australia, que tiene una población total que ronda los 25 millones de habitantes, son los homicidios. Las muertes intencionales se han reducido de manera consistente en los últimos 25 años, llegando a un poco menos de 1 homicidio por cada 100.000 habitantes.

Aunque las estadísticas demuestran que los pueblos del Territorio del Norte son lugares relativamente seguros, la desaparición de Paddy ha comenzado a desenterrar algunas leyendas negras.

Algunos medios han afirmado que allí también desapareció el viajero británico Peter Falconio en julio de 2001, en una historia con más dudas que certezas que sirvió de hilo argumental de la película de suspenso Wolf Creek.

Vista aérea de Larrimah, Territorios del Norte, Australia.
Vista aérea de Larrimah, Territorios del Norte, Australia.

Aunque la desaparición y posible homicidio de Falconio ocurrió en el Territorio del Norte, las investigaciones policiales ubicaron el lugar del crimen a las afueras del Barrow, otro pequeño pueblo que queda a 697 kilómetros de Larrimah.

El desaparecido

La vida de Paddy Moriarty es tan enigmática como su desaparición.

La prensa irlandesa informó que la madre de Paddy se llamaba Mary Theresa, nacida en Abbeyfeale, un pueblo del condado de Lamerick, en el suroeste de Irlanda, que fue duramente golpeado por la depresión económica en la primera mitad del siglo XX.

Poco se sabe de los primeros años de Paddy porque Mary quedó embarazada sin casarse y habría dado a su hijo en adopción cuando era niño. También se conoce que ella murió en 1995 y que en el certificado de nacimiento de Paddy no está registrado el nombre del padre.

Moriarty habría viajado a Australia en 1966 cuando era adolescente en el barco Fairstar desde Gran Bretaña, y luego trabajó como ganadero. Sin embargo, según la página web Pasajeros en la Historia, auspiciada por el Museo Marítimo del Sur de Australia, el Fairstar sólo arribó al puerto de Adelaida en junio de 1964 y en octubre de 1965.

Con respecto a los pasajeros que llegaron a Australia, en la lista que abarca desde 1802 hasta el 2001 sólo se tiene registro de un Patrick Moriarty, que fue un agricultor que llegó en 1877 a los 20 años.

Pero dejando a un lado las inconsistencias de las posibles fechas y medio que usó Moriarty para entrar a Australia, las autoridades confirmaron que era irlandés pero hablaba inglés con un fuerte acento australiano porque había vivido fuera de su país de origen la mayor parte de su vida.

Nadie recuerda cómo llegó a Larrimah, donde trabajó durante años como jornalero.

Cartel de la policía federal australiana.
Cartel de la policía federal australiana.

Los sospechosos

Richard Simpson: Era el camarero del Pink Panter el día de la desaparición de Moriarty y fue el último en verlo con vida.

Uno de los sospechosos es Richard Simpson, un camarero que fue despedido del Pink Panter (Captura de pantalla)
Uno de los sospechosos es Richard Simpson, un camarero que fue despedido del Pink Panter (Captura de pantalla)

El enviado especial del New York Times dijo que Simpson fue despedido del local por la volatilidad de su carácter poco después de que los vecinos advirtieron la ausencia del irlandés, pero asistió el día de los interrogatorios sobre el presunto homicidio al igual que el resto de los habitantes de Larrimah.

Cuando se le dijo que algunas personas creían que tenía que ver con la desaparición de Paddy, Simpson dijo que eran “unos malditos tontos” e insinuó que buscaran al culpable al otro lado del pueblo.

Fran Hodgetts: Era la vecina más cercana y también la enemiga declarada de Moriarty. La cocinera de 75 años de cabello corto y rubio, propietaria del Tea House, el otro establecimiento comercial del pueblo, se jactaba de preparar los mejores pasteles de carne de la región, afirmación que causaba la burla frecuente de Moriarty y lo animaba a espantar a sus posibles clientes.

Durante sus declaraciones en el juzgado de Katherine, Hodgetts dijo que Moriarty la atormentó durante años, desmotivando a su clientela, robándola y dañando su propiedad pero negó haberlo matado. Días antes de su desaparición Moriarty habría colocado un canguro muerto en su jardín.

Vecinos señalaron a los investigadores que Fran Hodgetts, 75 años, amenazó de muerte a Moriarty.(Captura de pantalla del canal de Vimeo de la periodista Lucy Marks)
Vecinos señalaron a los investigadores que Fran Hodgetts, 75 años, amenazó de muerte a Moriarty.(Captura de pantalla del canal de Vimeo de la periodista Lucy Marks)

Las riñas entre los vecinos eran frecuentes y en ocasiones requirieron de la intervención policial.

Owen Laurie: Es el compañero y el jardinero de Fran Hodgetts. Lo describen como un hombre introvertido que disfruta su trabajo con las plantas, pero que en varias ocasiones perdió la paciencia con Paddy. Un día antes de la desaparición, Laurie tuvo una fuerte discusión con Moriarty por los incesantes ladridos de la perra Kellie en el medio de la calle, justo frente al Tea House, y asustaba a los clientes. Hodgetts le dijo a los investigadores que intentó calmar a Laurie y le pidió que “no hiciera nada estúpido. No quiero regresar y verte en la cárcel”.

Owen Laurie a la salida del interrogatorio policial en la localidad de Katherine (Captura de pantalla del canal de Vimeo de la periodista Lucy Marks)
Owen Laurie a la salida del interrogatorio policial en la localidad de Katherine (Captura de pantalla del canal de Vimeo de la periodista Lucy Marks)

Advertencias y leyendas

En una nota publicada por el diario australiano Independent en febrero, el periodista Simon Caterson entrevistó a la escritora y colega Kylie Stevenson, quien conoció a Moriarty y al resto de los habitantes de Larrimah un año antes del extraño caso.

Stevenson recuerda a Moriarty como “el tipo de persona que siempre es amigable y está dispuesto conversar en el bar”.

Pero en su galardonado libro de no ficción titulado Notas de un pueblo moribundo, Stevenson escribió: “Todo el mundo parece amigable, pero muchas cosas de este pueblo me ponen nerviosa: hay signos de muerte inminente y decadencia por todas partes. Este lugar y su gente se están cayendo a pedazos”.

Fragmento original de Notas de un pueblo moribundo, de Kylie Stevenson.
Fragmento original de Notas de un pueblo moribundo, de Kylie Stevenson.

Como si se tratara de un acto premonitorio, la escritora advirtió que los residentes de Larrimah eran personas que fundamentalmente se odian entre sí.

Stevenson describió en su libro a Barry Sharpe y su fallecida esposa Ana, quienes rescataron al Pink Panter hace 12 años y donde tienen una especie de zoológico privado con tres cocodrilos, una docena de reptiles, 500 aves, 20 ardillas y dos emus.

Fue Sharpe el que se dio cuenta de que su amigo Moriarty había faltado a su inaplazable cita al bar. Primero pensó que había ido a dar una vuelta pero al ver que no volvía llamó a la policía.

En el mundo policial en Australia se refieren a lugares como The Pink Panter como un “abrevadero” (watering hole), el lugar donde todas las personas de los alrededores se juntan a beber y conversar.

Forasteros y vecinos se reúnen en los bares como The Pink Panter para escapar del calor. (Captura de pantalla)
Forasteros y vecinos se reúnen en los bares como The Pink Panter para escapar del calor. (Captura de pantalla)

Y allí pueden pasar muchas cosas. Una fuente policial australiana dijo a Yahoo que no es extraño que algunos clientes pasados de tragos se enfrenten en riñas a la salida del bar y que “la situación se salga de las manos”.

Desaparecer un cuerpo en la vastedad del norte de Australia no pareciera ser tan difícil. Hasta algunos observadores han bromeado que los restos humanos de Moriarty terminaron siendo la cena de alguno de los reptiles que viven en la parte trasera del bar.

Pero la fuente policial asegura que por muy grande que sea la maleza que circunda a Larrimah, en un pueblo tan pequeño alguien escuchó o vio algo esa noche del 16 de diciembre en la que a Moriarty y su perro pareciera que se los tragó la tierra.

Y es precisamente las leyendas que narran la súbita aparición de unos hoyos inmensos lo que mantiene alejada a la población aborigen australiana de Larrimah.

En un artículo publicado en 2005 por el escritor Andrew McMillan escribió para el Griffith Review que a pesar de que hay una serie de sitios sagrados registrados en los alrededores, los aborígenes evitan el pueblo a toda costa.

“Ellos siguen de largo manejando y no se detienen”. El escritor explicó que a los pueblos originarios del Territorio del Norte les aterra que algo venga a atraparlos en medio de la noche. Larrimah significa el país de los espíritus, una zona de piedra caliza agujereada por cavernas subterráneas.

Quizás la policía no ha buscado a Moriarty en uno de esos hoyos a 10 metros bajo tierra donde temen quedar atrapados los herederos de la cultura ancestral australiana.