La estremecedora confesión de un padre que estuvo a punto de ser "un atacante escolar"

El asesinato de 17 personas en la escuela preparatoria Marjory Stoneman Douglas, de la localidad de Parkland, en el sur de Florida, ha sacado a la luz algunas historias que tal vez en otro contexto menos álgido no hubieran sido relatadas.

Es el caso de Aaron Stark, un padre de cuatro menores a quien ha conmocionado el bárbaro acto cometido por el joven Nikolas Cruz, porque le ha recordado cuando él mismo era un adolescente en Colorado.

Aaron Stark. Foto: MSNBC
Aaron Stark. Foto: MSNBC

En una carta abierta altamente emotiva que funciona también como un alegato por una mayor vigilancia sobre las ventas de armas y sobre la salud mental de los más jóvenes, Stark se describió a sí mismo “casi como un atacante escolar”.

Según su relato, cuando en 1996 asistía a la North High School, enclavada en Denver, Colorado, su sensación primordial era la de un paria, un apestado. Luego de una infancia plagada de problemas, Stark era objeto de burlas y acoso escolar. De ahí que experimentara sentimientos homicidas y suicidas.

“Me enojé y comencé a esconder armas blancas en cualquiera de los lugares que frecuentaba”, escribió. Había escondido cuchillos, palos, manoplas de bronce, lo que fuera. Y siempre tuve uno de esos conmigo. Digo todo esto no para impactar a nadie ni para molestar a la gente, tampoco para decir que estoy de acuerdo con lo que ocurrió. Lo digo para demostrar que se trata de un duro problema”.

De no ser porque se le dificultó el acceso a un arma, en estos momentos fueran varios los fallecidos. Porque eran varios los compañeros de aula a los que deseaba desaparecer para siempre. Solo la imposibilidad de adquirir una pistola o un fusil hizo que pasara el tiempo y que Stark transitara a otro estadio de su vida.

“Era casi un atacante escolar -confesó este hombre en una misiva de la que 9News.com, una afiliada de NBC en Colorado, se hizo eco-. No soy atacante escolar porque no tuve acceso a armas de fuego. Las armas no matan personas, las personas matan personas. Pero las personas con armas de fuego matan a muchas personas.”

“Iba a tratar de matar a mucha gente y luego suicidarme -abundó más tarde en una entrevista-. Eso no estaba dirigido a la gente, estaba dirigido a mí mismo”.

“Si hubiera tenido un rifle, habría sido un asesino, pero si hubiera tenido amor, no hubiera querido un rifle -reconoció envuelto en lágrimas-. Lo único que me sacó de eso fue la verdadera amistad”.

Tras aquel duro momento de descalabro emocional, Aaron Stark siguió su camino, y hoy día se siente arropado y responsable de una familia.

Business Insider
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Stark también admitió que las noticias sobre la masacre en Parkland hicieron que regresara la reflexión a su interior. Solo cuando escuchó a su esposa y su hija decir que “no podían entender qué podría provocar que alguien hiciera” lo que hizo Nikolas Cruz, Stark se miró a sí mismo en un viejo espejo, porque apenas han transcurrido 20 años de aquel duro momento.

“Tristemente, puedo entenderlo -escribió-. Esta es una conversación difícil de tener, pero debemos tenerla”.

En otro encuentro con la prensa, Stark recordó que “hay que echar una mirada dura al efecto que tienen las armas”, pero que sobre todo después de lo acontecido en Florida todos tienen el deber de mirarse a sí mismos y reflexionar tanto sobre su salud mental como sobre una posible y deseada reforma sobre la venta y el acceso a las armas de fuego.

Para Stark, la compasión es también esencial.

De acuerdo con Amanda Nickerson, directora del Centro Alberti para la Prevención del Abuso por Intimidación en la Escuela de Graduados de la Universidad de Buffalo, la carta escrita por este padre de familia ponía el foco sobre dos asuntos de suma importancia: uno es la compasión y la conexión entre los seres humanos, y el otro es el espinoso tema del acceso a las armas de fuego.

“Él es una persona que puede hablar desde la perspectiva de haber estado en esa situación y ser capaz de reflexionar sobre lo que lo detuvo y lo que podemos hacer más allá”, dijo Nickerson.

“Sabemos que el aislamiento y la falta de factores de protección y de conexión hacen la diferencia”-opinó-. Otro tema muy importante es que no tenía acceso a armas de fuego y mucho menos a ametralladoras de mayor capacidad”.

Para la especialista, resulta esencial entablar este tipo de diálogos en público, de manera a disminuir el estigma que se cierne sobre los trastornos y la salud mental.

“Es importante saber que esto no es solo un problema de salud mental, hay muchas personas que padecen enfermedades mentales que no son para nada violentas -concluyó-. El hecho de que él está tocando el trasfondo traumático, la falta de conexión y luego sus tendencias violentas o acceso a armas de fuego…, creo que esas realmente son algunas de las cuestiones clave que deben estar en el debate”.

“Si ves a alguien que parece que necesita amor, dáselo -enfatizó en su carta Aaron Stark. Incluso un pequeño abrazo, una palabra o una sonrisa podrían salvar vidas”.