La conspiración escondida tras el Brexit: cómo Juego de Tronos y House of Cards se han quedado cortos en Reino Unido
Han tenido que pasar dos semanas desde que los británicos votaran a favor del Brexit para que la verdadera realidad del proceso salga a la luz. Podríamos, si cabe, encontrar paralelismos con dos de las series más populares del momento: House of Cards, porque algunos de los protagonistas que aquí aparecen no tienen nada que envidiar al maquiavélico Frank Underwood, así como Juego de Tronos, porque las cabezas de los principales actores del Brexit –Cameron, Boris Johnson, Farage…- han terminado colgadas, metafóricamente, en el Big Ben.
Esta es una historia de traición en busca del poder. Aquí se relata cómo Michael Gove, secretario de Estado de Justicia, euroescéptico y partidario del Leave, utilizó al exalcalde de Londres, Boris Johnson para lograr la salida de Europa y luego le apuñaló por la espalda, tal y como revela The Telegraph.
Michael Gove y Boris Johnson (Reuters).
Para ir al principio de esta historia hay que remontarse a febrero de 2016. El día 19, David Cameron firmaba en Bruselas un acuerdo con sus socios europeos que le iba a permitir defender la permanencia. A partir de ese momento, sus esfuerzos se centraban en lograr el apoyo de Johnson, que gozaba de un amplio reconocimiento social y podía ser determinante para el Sí a Europa. El 16, Michael Gove y su esposa, Sarah Vine, columnista del Daily Mail, habían cenado en casa del exalcalde y Johnson no sabía por qué bando decantarse; de hecho llegó a escribir dos versiones –una a favor del Brexit y otra a favor de la permanencia- para su columna semanal en el Daily Telegraph.
Finalmente, el día 21 se posicionó a favor de abandonar la UE, una decisión que sorprendía a mucha gente en el Partido Conservador y que le dio aire a la opción del Brexit, ya que se convirtió en el abanderado de la lucha contra el miedo. Gove había maniobrado en la sombra y había conseguido su primer objetivo: aprovechar la popularidad de Johnson para vencer en el referéndum.
El resultado es conocido. El 23 de junio Reino Unido decidía abandonar la Unión Europea y la decisión le costaba la cabeza a David Cameron. Parecía que las puertas de Downing Street se abrían de par en par para el exalcalde de Londres y más teniendo en cuenta que Gove había repetido que ese puesto estaba fuera de su alcance. Iban juntos, pero era Johnson el que iba a gobernar. O al menos eso parecía… hasta que el ministro de Justicia puso en marcha la segunda parte de su plan.
La renuncia de David Cameron (Reuters).
Tres días después del Brexit, Gove anunciaba que Michael Osborne, actual ministro de Hacienda, seguiría en su puesto en un Gobierno de Johnson, algo que el exalcalde pronto salió a desmentir. Se abrían las primeras fisuras entre ellos, pero visto lo que ha pasado después nadie podía imaginar que era el ministro de Justicia moviendo sus hilos y que el popular regidor estaba a punto de caer; su cabeza estaba a punto de acompañar a la de Cameron…
Los dos días siguientes hubo dos hechos que cambiaron el devenir radicalmente. El primero de ellos fue la columna de Jonhson en elTelegraph, donde, con un tono conciliador, intentaba tender puentes con Europa, algo que sus compañeros no entendieron. ¿Les estaba traicionando?
El segundo hecho fue un correo electrónico que Vine escribía a su esposo en el que reflejaba sus dudas sobre Johnson. ¿El problema? Que el mail no llegó a Gove sino que fue enviado “accidentalmente” a otra persona que lo filtró a Sky News. Curiosamente lo único que hacía ese mensaje era debilitar al exalcalde y fortalecer a su marido en su ambición por ocupar el cargo de Cameron. Empezaban las primeras sospechas que ese mail enviado supuestamente por error era una estrategia clara para desacreditar al exregidor.
A Johnson ya solo le quedaba la puntilla que le llegó poco después. Mientras que preparaba el anuncio en el que iba a presentar su candidatura a liderar a los conservadores, sonó el teléfono de Lynton Crosby, poderoso estratega que estaba encargado de diseñar la campaña del exalcalde. Era Michael Gove anunciándole que se presentaba al liderazgo. La traición estaba consumada y el centenar de diputados que oficiosamente había reunido Boris a su favor se quedaron en apenas dos decenas. El que iba a ser el anuncio de su candidatura se convirtió en el de su retirada.
Frank Underwood.
El ministro de Justicia defiende que decidió presentarse en el último momento debido a las limitaciones de Johnson, pero otros creen que fue una estrategia perfectamente diseñada en la que usó a Johnson para ganar el referéndum, cargar él con las culpas y usarle como trampolín para llegar al poder. Lo que parece claro es que en ocasiones la ficción se queda corta y las comparaciones entre Gove y Frank Underwood quizás no sean descabelladas.
Javier Taeño (@javiertaeno)