La CIA dejó explosivos por error dentro un autobús escolar luego de usarlo para entrenamiento

Parece el grotesco y criminal ensueño de un terrorista. Una amenaza que estremecería hasta lo más profundo de la sociedad. Un autobús escolar, de esos de vibrante color amarillo que transportan a los niños y adolescentes desde y hacia sus escuelas en todo EEUU, convertido en una bomba mortal.

Pero no es un momento pesadillesco ni la escena de una película de suspenso. Es un caso real, el resultado de un notorio error de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) cometido en un autobús escolar en Virginia.

image

Un autobús escolar de las escuelas del Condado Loudoun, Virginia. En uno de ellos la CIA dejó explosivos por error. (NBC)

De acuerdo a la televisora NBC, la CIA ha aceptado que la semana pasada realizó un ejercicio de entrenamiento con una unidad K-9 (perros especialmente entrenados para detectar drogas, explosivos u otras sustancias) en una escuela preparatoria en el Condado Loudon, Virginia. Ese ejercicio, al parecer, tenía como objetivo practicar la reacción de un equipo K-9 en caso de que se detectara una amenaza de explosivos en un autobús escolar.

El problema es que, más allá de esa conveniente capacitación, la prueba tuvo una falla enorme: los agentes de la CIA dejaron dentro del autobús, por error, un dispositivo explosivo. Y por dos días ese inquietante objeto habría estado en ese vehículo, sin ser detectado ni retirado, mientras el autobús recorría la zona llevando a 26 estudiantes por un total de 145 millas.

No fue, indica la NBC, hasta que en una revisión de rutina se detectó el objeto, que estaba ubicado junto al motor del autobús. La CIA indicó, con todo, que en realidad se trataba de un dispositivo inerte, sin posibilidad de causar una detonación, pues no tenía conectado un detonador ni objeto que permitiera hacerlo estallar. La agencia ha dicho que revisará y mejorará sus procedimientos en sus equipos K-9, y las autoridades locales han indicado que dejarán de colaborar con ellos hasta que no se haya revisado todo el asunto.

De acuerdo al periódico The Washington Post, no se ha especificado la naturaleza del paquete explosivo abandonado en el autobús pero se trataría de material plástico, del tipo C-4, que es usado tanto en operaciones militares como en la industria de la demolición. Se trataría de un material estable y no susceptible de estallar sin el detonador apropiado, objeto que no se encontraba presente en el paquete dejado en el autobús.

Y se ha clarificado que durante el ejercicio, los perros de la unidad K-9 lograron identificar la presencia de explosivo en el autobús, y que en realidad la mayoría de éste fue retirada al terminar el entrenamiento, salvo una porción menor que cayó más adentro del área del motor y por ello no fue detectada en la revisión que se hizo al final del ejercicio.

image

Un equipo K-9, de oficiales y perros entrenados, en este caso en Pennsylvania, dedicados a identificar drogas, explosivos y otras sustancias. (AP)

Pero que la bomba con ruedas y llena de estudiantes creada por el error de la CIA fuese en realidad solo un susto sin posibilidad de realmente generar una tragedia es poco consuelo. Ciertamente, como la propia agencia indicó, el dispositivo no representaba un peligro para los estudiantes, pero muchos pueden afirmar que el descuido o la negligencia que permitió que ese objeto explosivo se quedara dentro del autobús escolar (o abrió la posibilidad de que cayera en malas manos) sí es una amenaza y una causa de suspicacia.

¿Está realmente preparada la CIA, u otras autoridades, para encarar un peligro real cuando se comenten esos errores, y qué garantiza que en el futuro errores con consecuencias potenciales más ominosas no vayan a suceder?

No hay una respuesta específica a ello, pero las posibilidades que quedan abiertas han asustado a la población cercana a la escuela de Virginia cuyo autobús fue objeto del explosivo descuido.

Si la CIA tiene ya una reputación un tanto estremecedora, en la realidad y en la ficción, la comunidad del Condado de Loudon tuvo un motivo muy concreto para desconfiar y atemorizarse.

Más en Twitter: @JesusDelToro