La baja inflación aviva la precaución de la Fed para subir los tipos
Por Ann Saphir (Reuters) - Algunos de los principales responsables de la Reserva Federal quieren más pruebas convincentes de que la inflación en Estados Unidos tiene una saludable tendencia alcista, antes de embarcarse en lo que esperan sea un plan gradual de aumento de los tipos de interés. Los estrategas del banco central comenzaron esta semana a desarrollar sus ideas sobre el probable camino de los tipos de interés en Estados Unidos. Varios pidieron mesura y sugirieron una voluntad de que la economía alcance el pleno empleo para asegurar una recuperación firme y espantar los riesgos de deflación. William Dudley, jefe del poderoso banco de la Fed de Nueva York y usualmente alineado con la visión de la junta del banco central en Washington, fue el primero en defender que hay que "calentar" la economía como forma de revivir la débil inflación. Sus palabras fueron respaldadas por peticiones de paciencia de parte de otros dos altos cargos de la Fed favorables a una política expansiva, considerado como una fuerte ofensiva contra los partidarios de la Fed de empezar a endurecer cuanto antes la política monetaria. "Hay que estar seguro de que cuando despegas tienes éxito, y no despegar y ver luego que la economía se debilita y hay que revertir la marcha", dijo Dudley el lunes. "Necesitamos que la economía se caliente al menos por un periodo para llevar a la inflación de vuelta a nuestro objetivo", añadió. El más reciente coro de voces recordó que un bloque influyente dentro de la Fed preferiría equivocarse pasándose de estímulo que quedándose corto, e insinuaron que el ritmo de aumento de los tipos que adoptará el banco central comenzará con lentitud. Incluso hasta los que están presionando para que se adelante la subida de tipos han mostrado su apoyo para que se haga de forma gradual, una evidencia más de que el gran experimento de la Fed para insuflar más vida a la economía está lejos de concluir. ATENTOS A LA INFLACIÓN La reciente caída de la inflación en medio de un agitado panorama mundial alimentó los llamamientos a la calma. Miembros de la Fed -que tiene una meta inflacionaria de 2 por ciento- temen que un paso en falso al endurecer la política pueda frenar la recuperación de Estados Unidos y provocar una "estanflación" como la que persigue hace años a Europa y hace décadas a Japón. "Estoy nervioso de que no exista demasiado impulso alcista en la inflación como me gustaría", aseguró el miércoles el jefe de la Fed de Chicago, Charles Evans, haciéndose eco de lo expresado en la semana por Narayana Kocherlakota, su par del banco de la Fed de Minneapolis. El presidente del banco de Atlanta, Dennis Lockhart -usualmente considerado una veleta para la política de la Fed- señaló el jueves que el bajo nivel de demanda e inflación significa que las condiciones para un alza de tipos probablemente no estén a punto hasta mediados de 2015. Las estimaciones de inflación a cinco años alcanzaron esta semana su nivel más bajo en más de un año, y los últimos mensajes de la Fed hicieron que los inversores bajaran sus apuestas sobre cómo de agresivo será el banco central a la hora de subir los tipos. La zona euro ya está coqueteando con la deflación, mientras que la economía china -la segunda más grande del mundo- ha demostrado estar sorprendentemente débil. Investigadores de la Fed de Cleveland señalaron que la presión a la baja de los precios globales es un indicador de que es probable que la inflación siga tibia. Los cambios en la situación global, y la expectativa de un ajuste de política monetaria por parte de la Fed en momentos en que el Banco Central Europeo está disponiendo más estímulos, ha llevado al dólar a máximos en cuatro años contra una canasta de seis monedas, algo que podría frenar aún más la inflación en Estados Unidos. Responsables de la Fed, que históricamente se han resistido a hacer comentarios sobre el dólar, han tomado nota. Dudley y varios más han reconocido que el valor del dólar será tenido en cuenta al establecer la política de la institución. La catarata de comentarios arrojó más luz sobre las proyecciones económicas publicadas por la Fed la semana pasada, que sugieren que la voluntad de dejar que la economía se "caliente" podría ser ampliamente compartidas. La estrategia tiene sus detractores, incluida la presidenta de la Fed en Kansas City, Esther George, que quiere que la subida de tipos empiece ya, y su par de Dallas, Richard Fisher, que dijo el jueves que prefiere un alza "más pronto que tarde".