La azafata que llevaba dos maletas con drogas y logró escapar de las autoridades

Parecía tener un futuro prometedor, pero su situación se ha vuelto complicada. La cárcel está de por medio y, por ahora, la mujer ya conocida como la ‘Azafata fugitiva’ por escapar de las autoridades en un aeropuerto deberá permanecer recluida en tanto se desarrolla su proceso judicial.

Marsha Gay Reynolds, que fue finalista en el certamen de belleza Miss Jamaica hace algunos años y trabajaba como azafata de la aerolínea Jet Blue, permanecerá detenida y sin derecho a fianza por lo menos hasta el próximo 7 de abril, luego de que fue arrestada en el contexto de un extraño incidente de presunto contrabando de drogas en la terminal aérea de Los Ángeles.

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La azafata Marsha Gay Robinson y la cocaina que portaba en las maletas que abandonó en el aeropuerto de Los Ángeles. (Vibe)

Por un momento pareció que Reynolds habría logrado zafarse al menos de modo parcial del rigor de las autoridades por segunda ocasión, luego de su famosa primera escapatoria. El jueves pasado, un juez de Nueva York le concedió una fianza de 500,000 dólares para seguir su proceso en libertad, pero al poco otro juez, en California, reconsideró el asunto y decidió, como informó la televisora NBC, que Reynolds, de 32 años, debía permanecer bajo custodia.

Ese va y viene de un extremo al otro del país parece ser una de las reiteradas particularidades de este caso.

Reynolds, que es ciudadana estadounidense aunque nació en Jamaica y compitió por ese país en concursos de belleza, trabajaba para la aerolínea Jet Blue como azafata en tanto estudiaba para convertirse en enfermera, de acuerdo al periódico Los Angeles Times.

Hace una semana se encontraba en la Terminal 4 del Aeropuerto de Los Ángeles cuando fue seleccionada por las autoridades de seguridad para una revisión secundaria. Entonces Reynolds, nerviosa y en una reacción impulsiva, echó a correr, se deshizo de sus costosos zapatos, dejó abandonadas dos maletas, huyó de los oficiales, atravesó una escalera eléctrica en sentido contrario y logró escapar del aeropuerto. En la confusión, inicialmente no fue posible identificarla plenamente.

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Masha Gay Reynolds fue finalista en el concurso Miss Jamaica en 2008. (NBC)

En sus maletas abandonadas y luego incautadas fueron halladas 68 libras de cocaína, valuadas en 3 millones de dólares, pero con todo Reynolds pudo abordar el día siguiente un avión que la llevó a Nueva York, donde reside, sin que fuera detectada como la protagonista del incidente anterior.

Según el LA Times, se ha criticado fuertemente que las autoridades hayan permitido que Reynolds escapara inicialmente, y se afirmó que en su momento no la persiguieron por temor a que sus maletas estuvieran cargadas de explosivos. Y, por añadidura, ni siquiera la identificaron plenamente sino hasta después de que voló, el sábado, de Los Ángeles a Nueva York, algo que tampoco se le debería haber permitido.

Reynolds logró llegar a la Gran Manzana tras su desparpajada huida de LA, pero unos días después decidió entregarse a las autoridades. Fue entonces cuando casi logró salir libre bajo fianza, pero al final el juez de Nueva York en vez de concederle esa libertad decidió enviarla de vuelta a California, para encarar bajo custodia los cargos de los que se le acusa.

Podría pasar 10 años en prisión si es culpable.

¿Corrió Reynolds dejando todo atrás en el aeropuerto de Los Ángeles porque sabía que estaba metida en un lío por portar droga? O, como algunos han afirmado, la mujer en realidad no sabía lo que llevaba dentro de las maletas, aunque posiblemente sospechaba que no era algo precisamente inocuo y por ello decidió huir y dejarlo todo atrás, incluso sus costosas zapatillas Gucci?

Su familia y su defensa dicen que Reynolds es una “buena chica” que nunca había hecho algo malo, pero las autoridades consideran que no habría sido su primer intento de trasportar drogas. Incluso se especula que estaría vinculada a un hombre que, de acuerdo a la NBC, tiene ligas con Jamaica y acceso a documentos falsos.

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Allan Jennings, vocero de Raynolds, ha dicho que ella es “una buena chica”, pero oficiales afirman que no sería su primero intento de contrabando, (EFE)

Sea como sea, a la ‘azafata fugitiva’ se le han cortado las alas por ahora y tendrá que responder ante la ley. Pero, en el fondo, el incidente un tanto chusco pero inquietante de una mujer botando zapatos y maletas para huir en un aeropuerto y luego al día siguiente abordar un avión sin ser identificada abre enormes interrogantes sobre el nivel de seguridad y eficacia de la vigilancia en esos centros de transporte.

Una circunstancia que en las actuales circunstancias de tensión y alerta luego de los atentados de Bruselas vuelve a poner el dedo en la llaga sobre la vulnerabilidad de la seguridad en infraestructura clave del país.

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