Los líderes conservadores aceleran la carrera por la sucesión de Liz Truss: quiénes son los favoritos

La primera ministra saliente Liz Truss llega a 10 Downing Street vestida de entrecasa
La primera ministra saliente Liz Truss llega a 10 Downing Street vestida de entrecasa - Créditos: @James Manning

PARÍS.– El 28 de octubre próximo, al término de una nueva votación interna del Partido Conservador, Gran Bretaña conocerá el nombre de su quinto primer ministro en seis años, tras la renuncia de Liz Truss el jueves. Aunque la lista de candidatos aún no está cerrada, el favorito parece ser el exministro de Finanzas Rishi Sunak. Pero una pregunta ocupa las portadas de los diarios y las conversaciones en los pubs británicos: ¿y si Boris Johnson volviera?

Al hablar por última vez frente al 10 de Downing Street el 6 de septiembre, Johnson se libró a una de sus acostumbradas justas oratorias, comparándose con un cónsul romano. Lucio Quincio Cincinato, ese general y hombre político retirado en su granja al que fueron a buscar suplicándole retomar el poder en Roma a fin de rechazar una invasión. Una vez asegurada la victoria, Cincinato regresó a cultivar sus tierras.

“Como Cincinato, regreso a mi arado”, lanzó entonces el primer ministro, obligado a dimitir tras un sinnúmero de escándalos. Sin embargo, a nadie escapó que Cincinato había sido llamado una segunda vez a ejercer el poder.

Rishi Sunak sale de su casa en Londres
Rishi Sunak sale de su casa en Londres - Créditos: @Beresford Hodge

Y he aquí que menos de 24 horas después de la espectacular renuncia de Truss, todo el mundo habla del regreso de BoJo a Londres. Tres meses después de haber sido víctima de un “putsch” estival organizado por sus pares, el expremier parece estar dispuesto a lanzarse nuevamente a la batalla. Tanto que, según uno de sus allegados, habría interrumpido sus vacaciones en el Caribe y regresado precipitadamente a su país, para tratar de obtener antes del lunes las 100 firmas de padrinazgo necesarias para participar en esa carrera.

Una hipótesis que, si bien es tomada muy en serio por los bookies británicos –que lo dan, junto a Sunak, como favorito en las apuestas–, convierte la tragicomedia política británica en una aventura todavía más delirante.

En todo caso, el país conocerá la semana próxima su quinto primer ministro en seis años. Hasta este viernes, solo Penny Mordaunt, actual ministra de Relaciones con el Parlamento, ha lanzado oficialmente su candidatura. La exministra de Defensa había llegado en tercera posición en la competencia para reemplazar a Johnson en septiembre. Popular en la base del partido, podría obtener apoyo de muchas “tribus” tories. Figura refrescante y muy british, tiene sin embargo el defecto de ser muy poco experimentada.

Penny Mordaunt llega a Downing Street para una reunión de gabinete
Penny Mordaunt llega a Downing Street para una reunión de gabinete - Créditos: @Stefan Rousseau

Por el momento, delante de Johnson, llega como gran favorito Sunak. Exministro de Finanzas, finalista con Truss en la campaña de septiembre, contaba con un mayor apoyo de diputados conservadores que su rival, antes de que el voto de los militantes tories volcara la balanza en su contra.

Exanalista de Goldman Sachs y exresponsable de la cartera de Finanzas, Sunak podrá hacer valer esta vez su perfil de persona seria y experimentada, que había prevenido al electorado sobre los problemas que provocaría el plan económico de su adversaria. El problema es que los partidarios de Johnson no le perdonan haber provocado la caída del “jefe”.

Sueños de retorno

Como lo demuestran las portadas de la prensa, solo se habla de BoJo en Gran Bretaña y de sus sueños de retorno. Y las declaraciones de apoyo se multiplican. Algunas tienen peso, como la del ministro de Defensa, Ben Wallace, personalidad respetada del partido, que este viernes anunció su decisión de no presentar su candidatura. El jueves había hecho lo mismo el actual ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, otro peso pesado tory, que apoya por su parte a Sunak.

El primero de los ministros que se declararon públicamente en favor de Johnson fue el responsable de las Empresas, Jacob Rees-Mogg, que creó en Twitter el hashtag #BorisOrBust (Boris o la quiebra).

Otro fue Simon Clarke, ministro del “Levelling up”, esa puesta a nivel de las regiones marginalizadas. Firmó un comunicado con Ben Houchen, el alcalde de Teeside, en el norte de Inglaterra, una ayuda preciosa para Johnson, pues alimenta una imagen de candidatura generosa y social, al contrario del gobierno “para ricos” de Truss y el perfil más “banquero” de Sunak. Los fans de Johnson argumentan su legitimidad, obtenida mediante su aplastante triunfo electoral de 2019.

Boris Johnson ; reino unido; mundo
Boris Johnson en el Parlamento (Archivo) - Créditos: @-

Antes de tomar el avión de regreso, Johnson habría llamado a numerosos diputados tories, reconociendo sus errores y prometiendo una “nueva cultura” en Downing Street. El expremier conserva una gran popularidad en la base del partido, que será la que decida en la fase final de la elección.

Pero Johnson también suscita una fuerte oposición, no solo en una parte de los tories, sino en la mayoría de los 67 millones de británicos, que se sienten rehenes del Partido Conservador y de sus 170.000 militantes, y consideran que “el circo” ha durado demasiado y llegó la hora de elecciones generales, solo previstas para fines de 2024.

Por otra parte, Johnson aún es objeto de una investigación parlamentaria por haber supuestamente mentido a la cámara sobre su rol en el escándalo del “partygate”. Si fuera hallado culpable, se vería obligado a renunciar a Downing Street y a su mandato de diputado.

De aquí al lunes, los candidatos deberán reunir 100 padrinazgos entre los diputados tories (este viernes ya lo logró Sunak). Una elevada cantidad que solo permitirá dos o tres pretendientes. Si uno solo superara esa cifra, será automáticamente designado líder del partido y, por ende, primer ministro británico.

Si los candidatos fueran tres, será organizada una votación entre diputados conservadores el lunes por la tarde. Pequeña innovación: una segunda rueda “indicativa” –siempre entre diputados– tendrá lugar por la noche con el objetivo de permitirle retirarse al menos favorecido.

O bien, si este persistiera, recordar a los 170.000 militantes del partido que votarán por internet que Truss no era la favorita del grupo parlamentario y que las cosas terminaron muy mal.